Pues no. Ni es oro todo lo que reluce ni es mierda todo lo que huele, por más indicios que se nos presenten de uno y otra. Dicen que la labor principal de todo informador es contrastar suficientemente las informaciones antes de difundirlas y no caer en las trampas que muchas veces presentan las apariencias, pero lo que también deben de saber esos que dicen eso es que el subconsciente es débil y tiende a asociar ideas y a establecer relaciones causales (de causa) en situaciones que muchas veces son más bien casuales (de casualidad).
Eso es lo que me pasó ayer cuando la inercia esa que nos hace patinar muchas veces y que nos lleva a bandazos otras, pero que muchas más nos ayuda a mantener el equilibrio, me jugó una mala pasada y me hizo presuponer lo que no había.
Ese aparcabicis...
Me refiero al movimiento súbito de un aparcamiento estratégico del centro más central de mi ciudad, Pamplona, de un lugar óptimo y conveniente a otro desafortunado y riesgoso por más que distaran escasos 50 metros uno de otro.
Hoy quizá la conciencia, quizá el morbo o más bien la pura casualidad me han hecho pasar justo por ese punto y he comprobado que hay una causa que justifica este movimiento: la planta baja del edificio donde se aloja el Area de Sanidad y Medio Ambiente está de obras, y esas obras afectan también al porche donde se encuentra el aparcabicis en cuestión.
Constancia pues de las disculpas y de la correspondiente rectificación en las mismas condiciones que el artículo de denostación de ayer. De todas formas, constancia también del defecto de forma por parte del Ayuntamiento al delegar en la constructora una información que es de su competencia, máxime cuando el Area que se ha responsabilizado y lidera actualmente el devenir de las bicicletas sea la misma que ocupa el citado edificio y cuando el tema del aparcamiento esté de máxima actualidad y forme parte de la agenda municipal. Constancia también de lo desacertado de la nueva ubicación elegida.
... ese aparcabicis
De momento, hoy apenas quedaba media docena de bicis acochinadas por las vallas de la obra. Mañana veremos en cuál de los dos emplazamientos de la Plaza de los Burgos "mueven" a las bicis restantes si a éste, que dentro de lo malo está a mano, a nivel de la plaza y a cubierto...
... o a este otro que está allá desangelado, desprotegido, incómodo y a desmano.
Seguiremos atentos a los movimientos relacionados con la bicicleta y, aunque parezcan sospechosos porque sean subrepticios, no nos dejaremos llevar por nuestro instinto y no nos cegaremos por el brillo ni nos ofuscaremos por el tufillo que entendamos que despiden. Hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario