viernes, 5 de octubre de 2012

Como moscas

Así van cayendo, desgraciadamente, los ciclistas incautos en nuestras ciudades, presa de su propia inconsciencia, fruto de su inexperiencia y gracias a la decidida ayuda de los responsables de la ordenación del tráfico (también conocido por los bienaventurados como movilidad) que siguen empeñados en alejar a las bicicletas de la calzada y alojarlas indefinidamente en aceras o carriles segregados temerarios, para a continuación amañar la normativa para que todo cuadre.

No hay día que no se recoja una noticia, suceso o testimonio de alguien que ha sido atropellado o que ha sufrido cualquier tipo de accidente a bordo de una bicicleta.

Pero ¿por qué hay tantos accidentes ciclistas?

Desde luego, que haya más ciclistas en circulación hace que haya más posibilidad de tener incidencias, incidentes y accidentes. Pero ¿es la mera incorporación de nuevos ciclistas la que incrementa proporcionalmente las eventualidades o hay algo más?


A mucha gente nos gustaría creer que sí, que es una cuestión de proporciones, de pura estadística, y quedarnos tan tranquilos. Pero hay algo que no nos deja pensar de esa manera: la tipología de accidentes que se producen. La mayoría de los accidentes que, por desgracia, se recogen y se atestiguan, se producen en incorporaciones de ciclistas a la calzada. Normalmente desde aceras o carriles bici. Normalmente por imprudencia de los ciclistas. Normalmente con consecuencias graves. Los demás no se recogen, son puros incidentes.

No es fácil abstraerse a esta realidad. No es fácil interactuar con ella cuando, desde todas las instancias, se utilizan estas noticias como demostraciones inequívocas de que la bicicleta es peligrosa y su ejercicio inconveniente.

Pero ¿por qué los ciclistas utilizan las aceras para circular?

Pues, desgraciadamente, porque muchas, demasiadas personas, se han encargado durante mucho, demasiado tiempo, de recomendar encarecidamente evitar la convivencia con los coches por el terrible peligro que entraña. Es curioso que ninguno de los accidentes ciclistas graves que se producen en zonas urbanas sea por alcance, es decir, por golpe trasero. Es doblemente curioso que nadie repare en ello. Pero lo que es sospechoso es que todo el mundo esté enfrascado en cómo organizar la seguridad de la circulación ciclista en carriles bici, en aceras y en zonas peatonales, y nadie denuncie el asunto y trate de trabajar en mejorar la circulación de las bicis en las calzadas. Nadie o casi nadie.


¿Por qué? Pues, simplemente, porque hay demasiados intereses en que esto se organice así: aislando a los automóviles en las calzadas y a expensas de la seguridad de ciclistas y peatones.

No es cuestión de redundar más en la materia, basta con dejar constancia de una evidencia que, por pura reiteración, vamos a acabar creyendo que es normal, irreversible y hasta conveniente. El rodillo de la repetición obsesiva, que tan bien conocen nuestros queridos poderes fácticos, funciona así.

Dicen que las moscas en otoño caen más fácil porque están más torpes. A ver cuánto nos dura la resistencia.

5 comentarios:

  1. Interesante entrada, Eneko. Como usuario de la bici a diario (por la calzada) desde hace años, en mi experiencia, los accidentes graves que he podido evitar han sido causados por imprudencias de motoristas, sobre todo en rotondas, cruces y cambios de carriles. Me gustaría conocer las estadísticas y los estudios que apuntan a las imprudencias de los ciclistas como causa de los accidentes. No se en el caso de España, pero si es conocido que la mayoría de los accidentes mortales en Londres (67%) se producen por aplastamiento a los ciclistas por vehículos pesados como autobuses o camiones y estos se producen en las cruces.

    No veo la logica de tachar los carriles bici por peligrosos, por el hecho de que las suelen hacer mal (por lo menos en mi ciudad). Si la ciudad esta bien diseñada y los carriles también, como en Holanda, no es cuestión de dar vía libre a los coches por quitar las bicis de en medio, sino todo un planteamiento que da prioridad a los desplazamientos de pie o en bici y hacer que las rutas en vehículo motorizado evitan pasar por el centro o por ciertas zonas. De esta forma, la mayoría de los niños con más de 7 años acudan al colegio solos en Holanda en bici o a pie, mientras aquí la cifra es como un 2%.

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  2. Evidencia falsa, Eneko. Tus datos vagos no son reales. Hace muho que dejaste de ser un informador serio.

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  3. Aquí, accidentes de tráfico en zona urbana:

    http://www.dgt.es/was6/portal/contenidos/es/seguridad_vial/estadistica/publicaciones/accidentes_urbana/accidentes_trafico005.pdf

    El alcance frontal es sólo un 5% de los accidentes de bici.
    En el resto, el ciclista tiene un 90% de responsabilidad de evitar el accidente con que cambiara su forma de circular.

    Por ejemplo: en el caso concreto de los aplastamientos de camiones a bicis se producen sistemáticamente cuando los camiones giran a la derecha, barriendo al ciclista al que no ven.

    Y eso es así porque el ciclista está situado en una zona de peligro (a la derecha del que va a girar a la derecha) y no en una zona de visibilidad (delante).

    Y en no pocas ocasiones, es un carril-bici de uso obligatorio el que sitúa al ciclista en esa posición de peligro. Tenéis casos el último año en Londres, Barcelona o Aranda de Duero en el que sistemáticamente se produce este accidente mortal.

    En Holanda lo evitan con un complicado juego de semáforos en cada cruce que penaliza al peatón, más una formación vial muy grande que aquí queda siempre en un segundo plano cuando hablamos de copiar el modelo Holandés, quizá porque es menos tangible que un carril-bici.

    Si la ciudad está bien diseñada, el tráfico es lo suficientemente previsible y tranquilo para que cualquier ciclista pueda convivir dentro de él, sin hacer vías separadas.

    P.D. El problema de que los niños no vayan solos al cole no se debe a la ausencia de carriles-bici, sino a la proliferación de barrios de baja densidad donde las distancias no son recorribles a pie.

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    1. Si la ciudad está bien diseñada, el tráfico es lo suficientemente previsible y tranquilo para que cualquier ciclista pueda convivir dentro de él, sin hacer vías separadas.

      P.D. El problema de que los niños no vayan solos al cole no se debe a la ausencia de carriles-bici, sino a la proliferación de barrios de baja densidad donde las distancias no son recorribles a pie.

      Si, estoy deseando que llega ese día muy feliz donde todos vivimos en paz y harmonía... :-)

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  4. ¿Ya has tomado tu dosis de miedo hoy? ¿No? ¡Pues toma!

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