Hoy han sido dos los testimonios del famoso "perdona que no te he visto". Ciclistas atropellados por conductores que sólo ven automóviles y no se ocupan de nada que no sea un paciente peatón (o ciclista) esperando sumisamente su permiso para continuar su marcha por un paso de cebra, por una zona peatonal con tránsito regulado, por una rotonda o por un carril bici.
El caso es que es el accidente más común, más repetido y más grave entre los que no usan un pesado vehículo a motor para desplazarse, porque incluso los motoristas sufren muchas veces las consecuencias de su fragilidad y su capacidad de colarse entre el pesado tráfico pesado.
A los peatones, desearles suerte en su próxima aventura en un paso que no esté semaforizado. Para los ciclistas, el consejo es más complejo.
Queridos ciclistas y queridas bicicleteras,
Los automovilistas no os ven. No os ven porque no os miran. Ellos (y ellas) no miran bicicletas, ni peatones, sólo miran automóviles y sólo calculan en términos automovilísticos.
No os empecinéis en que la razón os asiste y majaderías por el estilo porque la carrocería que os jugáis vosotros es vuestra carne y vuestros huesos. No insistáis en vuestros derechos, que aunque escritos y reconocidos, cuando no son respetados no os van a asistir en el siniestro.
Para vosotros, ciclistas, el consejo es la desconfianza. Desconfiad de que os hayan visto hasta que no estéis seguros de que os van a ceder, desconfiad de que van a respetar las normas aunque aparentemente su seguimiento sea inequívoco, desconfiad de vuestra destreza y capacidad de sortear inconvenientes.
Por desgracia, este mundo todavía está demasiado orientado a favorecer la práctica automovilística y vosotros sois unos invitados incómodos en un mundo pesado, acelerado, estridente y violento. Curiosamente vosotros, ligeros, ágiles, silenciosos y discretos sois los molestos, porque ellos tienen todo montado a su favor.
Sin duda todo esto irá cambiando, pero, mientras tanto, manteneros alerta, redoblar la atención, ser más prudentes de lo que os aconseje vuestro sentido común, haceros visibles y aseguraros de que os ven, porque, si no, las consecuencias más graves las vais a sufrir vosotros en vuestras carnes.Gracias y suerte a pedales.
Me gusta mucho más la última parte, "haceros visibles y aseguraros de que os ven", que lo de que no nos ven por sistema, ya que lo segundo invita a ir a la acera e ir esquivando coches apartado a un lado de las calles, mientras que lo primero invita a tomar el centro del carril, hacerse grande y, sí, por supuesto, estar seguros de que nos han visto antes de meterse en la trayectoria de un coche.
ResponderEliminarEl problema no es lo que te guste a ti (o a mi) sino lo que ocurre. Y lo que ocurre, por desgracia, en mucha mayor proporción y con unas consecuencias más graves de las deseables es "lo segundo" y es sobre eso sobre lo que mas hay que trabajar y alertar.
EliminarSin duda todo esto irá cambiando, pero, mientras tanto, MANTENEOS alerta, REDOBLAD la atención, SED más prudentes de lo que os aconseje vuestro sentido común, HACEOS visibles y ASEGURAOS de que os ven, porque, si no, las consecuencias más graves las vais a sufrir vosotros en vuestras carnes...
ResponderEliminarEsos imperativos...
Son consejos, no órdenes.
EliminarConsejos, órdenes, recomendaciones, sea como sea el verbo va en imperativo. Si lo quieres escribir en infinitivo ponle delante un "tenéis que..." y arreglado
EliminarYo siempre me he guiado por una máxima (desde que fuí mensajero con mi vespa en los años 80): la preferencia de peso. Eso me ha ahorrado infinidad de accidentes en multitud de ocasiones en las que yo tenía preferencia de paso.
ResponderEliminarPor otro lado, y como alguna vez he comentado en algún otro blog, soy consciente que quienes no te respetan en un cruce y te levantan la mano como pidiendo perdón... te han visto de sobra, pero no tienen las de perder. Alguna vez que he coincidido más adelante con ellos, les suelo preguntar "a que si hubiera llevado un camión habrías parado?". Respuestas a esa pregunta he recibido muchas, y la gran mayoría han dejado entrever que sí que me habían visto. Y no hablo de cruzar la calzada viniendo de un carril bici, sino de ir por ella y tener ese problema en algún cruce o cuando ellos se incorporan a la vía por la que yo circulo.
Los ciclistas no son invisibles por que no son suficientemente visibles, es que no nos quieren ver, pero no sólo los automovilistas, tampoco nos ven los peatones y se cruzan en nuestro camino como si no existiéramos.
ResponderEliminarSituación real 1: circulando tras un automóvil los peatones están esperando en la acera, acaba de pasar el automóvil y yo que circulo unos tres metros tras él me encuentro que todos los peatones, a ambos lados de la calzada, se ponen en movimiento. Grito y clavo la rueda trasera, una mujer a la que estoy a punto de alcanzar me mira con cara de pocos amigos, le hago ver el semáforo y calla.
Situación real 2: subo por el segundo carril (el primero es de aparcamiento) de una calle de varios, en ese momento de un parking situado a mi izquierda sale un automóvil. Directamente, cruzando dos carriles, se va a poner en el carril por el que yo circulo. Aguanto el tipo ya que él automóvil va lento, pero nos llegamos a tocar. "Perdona no te había visto", la única respuesta que le pude dar es que si no me ha visto tendría que plantearse el seguir conduciendo, soy perfectamente visibles.
Podría poner más, son muchos años desplazándome en bici por Barcelona.
Amén.
EliminarYo el 90% de los problemas que tengo son que gente que sé posistivamente que me ha visto porque (a) hago contacto visual, como intento siempre o (b) porque está claro que me intentan evitar.
El otro 8% no me hubiera podido ver tampoco llevara casi lo que llevara puesto porque son casos en los que ni ha mirado (algún peatón cruzando que normalmente pide disculpas, otros ciclistas cruzando incorrectamente por pasos de peatones, ...).
Dejo el 2% para cuando yo tengo la culpa.