Hoy toca pedalear. Hoy toca caminar. Hoy toca compartir vehículo, público o privado. Hoy toca aguantar al prójimo como queremos que nos aguanten a nosotros. Hoy toca insistir en que otra forma de ciudad es posible, otra forma de desplazarse es recomendable. Hoy toca reivindicar una calle más amable.
La acción es la madre del cordero para cambiar la inercia de las cosas. Tú haz y no digas nada. O haz y di, pero haz. Ya verás el efecto que causas en tu entorno. Mucho más que si andas argumentando todo el rato y dando la chapa con tu verdad y el engaño en el que viven los demás.
Pedalea y déjate ver, demanda tus derechos y hazte acreedor de ellos porque estás ahí, ejerciéndolos, y cumple con tus obligaciones, esas que hacen que señalices tus maniobras, respetes las normas del tráfico y, más que eso, te comportes como un agente más del tráfico.
Es la única manera de que esto cambie: que cada vez haya más gente civilizada andando en bici. Demuestra que eres una de esas personas, disfruta del placer de serlo y contagia a los demás. Y recuerda que la envidia sigue siendo probablemente el principal motor de los cambios personales. Ya lo decía Schopenhauer:
"La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren."
Y no es mejor, camina que dejas menos rastro?
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