Hasta hace un tiempo pensábamos que esta actitud era exclusiva de las culturas del Sur, de los listillos, de los oportunistas, de los incívicos, de los kamikafres que tanto abundan por estos lares.
Anteayer tuvimos la noticia (gracias a Jose) de que no era así y de que los alemanes, en alemán, también hacían el Michael Schumacher cuando la cosa se ponía ámbar. Aunque si lo hacen ellos parece menos grave, menos generalizado, menos problemático, menos crítico y hasta menos criticable. Más cuando hasta Angela Merkel se protege con un collar de ese material a modo de talismán.
Pero ¿qué pasaría si los semáforos no tuvieran fase ámbar? ¿Y qué pasaría si no hubiera semáforos?
Hace unos meses veíamos algunos casos exitosos de eliminación de semáforos en algunas ciudades más bien pequeñas. No siempre la inexistencia de semáforos sirve para apaciguar el tráfico. Aquí va un ejemplo de lo que podría pasar.
No sé si aquí ocurriría lo mismo porque no creo que seamos tan vándalos como estos hunos, pero quién sabe. De todas formas, siempre hay que recordar que, en caso de duda, somos ciclistas y más vale prevenir, porque nosotros no solemos tener segundas oportunidades.
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Es que has puesto un ejemplo de Rusia donde hay más locos por m^2 que en cualquier otra parte del mundo.
ResponderEliminarSe podría eliminar el ámbar sin problema. Del verde directamente al rojo, dejando un pequeño margen de segundos para ponerse verde en la perpendicular. Pasaríamos de la recomendacion del ámbar "vaya deteniendose usted" a la orden del rojo "deténgase".
salu2
El ambar no mata, los coches no matan, la calle no mata. LA IMBECILIDAD MATA.
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