miércoles, 27 de junio de 2012

Dejo la bicicleta, me vuelvo a la furgoneta

Llevo 30 años utilizando la bicicleta como medio de transporte urbano. Ni uno más. El pasado miércoles fui atropellado por un coche, por suerte sin grandes consecuencias para mi integridad física. No así la anímica. Desgraciadamente, he perdido la confianza y ya no utilizaré más la bicicleta en mi ciudad.
(...)
Creo que sin cambios estructurales en la forma de entender la movilidad urbana enviar ciclistas a las calles es peligroso. Y lo triste es que la lucha contra el coche está perdida, al menos en los próximos años, ya veremos en un futuro más lejano. Por eso he decidido colgar mi bicicleta antes de que me cueste la salud, y por desgracia para vuestros pulmones y mi bolsillo, me veréis pasar en mi furgoneta cuando suba al centro.

Así se expresaba el autor de este artículo de opinión en un rotativo de mi ciudad. Un argumento recurrente que recoge de manera magistral ese sentir tan difundido de que, ante cualquier atisbo de inseguridad percibida, de riesgo detectado o de peligro sufrido, la gente renunciará a aquello que les produce incertidumbre para elegir lo que les protege.

Foto tomada de Santander Cycle Chic

El problema es que el riesgo y la incertidumbre siguen ahí, acompañándonos inexorablemente en cualquiera de nuestros actos, en cualquiera de nuestras elecciones. Y son precisamente el riesgo y la incertidumbre los que hacen que esto de vivir tenga su encanto. Sin embargo, parece que hay gente que, después de 30 años no se quieren dar por enterados de que la integridad depende de una mezcla de suerte, prevención, experiencia e instinto.

¿Y qué tal tanques y refugios antiatómicos para todos?

Porque defender lo contrario es abogar por los tanques y los refugios antiatómicos por lo que pueda pasar. Porque no quiero ni imaginar cuál será la elección de este sufrido opinante cuando tenga un accidente con su furgoneta y se haga daño (porque el daño que haga él, como bien ha quedado claro, estará justificado).

Foto extraída de esta singular noticia en la que el alcalde de la capital lituana
aplasta un coche aparcado en un carril bici. ¡Eso es protección y lo demás son tonterías!

La circulación, señoras y señores, entraña sus riesgos. Los mismos que la vida (y perdón por la venada existencialista). Los riesgos de los despistes propios y de los ajenos, los riesgos de toparnos con un energúmeno, con un listo o con un hijo de puta (y perdón por la venada machista), que los hay y muchos, los riesgos de perder el equilibrio, el físico y el mental, los riesgos, señoras y señores, están y estarán ahí, por más que nos pongamos muy tiquismiquis y demandemos sobreprotección. Y los riesgos son la salsa de la vida. Bien entendidos, bien gestionados y bien superados.


¡Ánimo y al toro!

6 comentarios:

  1. Es un no querer arriesgar lo propio para arriesgar en mayor medida lo ajeno. ¿Por qué tiramos la basura en un contenedor en vez de en sitio en el que nos pille?

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  2. La vida es una serie de variables que nadie puede prevenir y no vale la pena hacerlo poniendo por delante los miedos porque al final eso implica que aceptamos que ellos nos gobiernen.

    Siempre existirán peligros, así sea en bicicleta, carro, avión, trén, metro, bote... ¡lo que sea! Como dice alguien por ahí, "para morir solo se necesita una cosa, estar vivo"

    Montar bicicleta es algo gratificante y saludabe. No se puede renunciar a ello por haber ocurrido un accidente.

    Eso me hace recordar que hay varios deportistas que tuvieron percances serios durante su formación, incluso les advirtieron que no siguieran con esa práctica, pero hicieron caso omiso y hoy en día son campeones. Te apuesto que muchos ejemplos se verán el los próximos juegos olímpicos.

    ÉXITOS PARA TI

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  3. Es curioso, porque ayer mismo advertías en tu facebook de los peligros de un carril bici alemán que ya lo quisiéramos aquí, y no recuerdo que pareciese un divertido riesgo a asumir. C'est la vie.

    Por mucho que vaya en contra de "vuestro argumentario oficial", la carta es sincera y realista, cuenta su experiencia y sus sensaciones. No vende motos. Y ¿qué quieres que te diga, Eneko? Hace mucho tiempo que tú vendes más motos que bicis. Evitas el debate real con florituras y palabrería, pero sí que hay un debate, o varios.

    Estoy de acuerdo, y el señor que escribe la carta también, en que no podemos llenar la ciudad de carril bici y tampoco debemos ocupar el espacio de los peatones. Por tanto, tenemos un problema, porque nuestro tráfico tiene que mejorar mucho para ofrecer condiciones de seguridad al ciclista.

    Y como ciclistas tenemos derecho a exigir unas condiciones mínimas de seguridad. Pero no te vayas a la otra punta. Entre la sobre-protección y la seguridad queda mucho campo en el que trabajar para reducir "los riesgos de la vida" (sembrao).

    Por desgracia, la solución a este problema no va a ser plana (carril bici sí / carril bici no). Merece un estudio de rutas, riesgos y posibles soluciones, un estudio sin juicios previos.

    Y no os veo en ese plan.

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    1. ¿Vender más motos que bicis? ¿Florituras y palabrería? ¿Evitar el debate? ¿Irse a la otra punta? ¿No buscar soluciones? Perdona, "Anónimo" pero no. Hace mucho tiempo que no vendo motos, de hecho no las he vendido nunca y, sí, acepto el debate, de hecho lo propongo y acepto las soluciones e incluso las proponemos, aunque sean algo descafeinadas. Pero lo que no hago es tragar basura sólo porque contenga algo de bici. Si es ese debate al que te refieres, seguiremos debatiendo.

      Un saludo.

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  4. Muy de acuerdo. Pensé lo mismo al leer la noticia. Después de 30 años te bajas de la bici por un accidente provocado por un energúmeno... ¿es que no sabes de que va la cosa? Hay que prevenir, anticiparse y aun asi eso no te garantiza la integridad. Súmale que el mundo está lleno de rallados.

    salu2

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