
Basta una tarde de nieve de la buena, de esa que cuaja y deja todo más blanco que la leche para darnos cuenta de lo miserables que son las opciones de movilidad que no sean motorizadas, por calzada y, además, potentes.

Aquí es donde queda claro que eso de la movilidad no motorizada es un camelo y donde se puede obviar incluso a la mayoría de la población (que se desplaza a pie), sin que ello suponga nada. Las excusas son múltiples: no hay medios suficientes, los medios más eficaces son motorizados y sólo pueden actuar en calzada, los peatones prefieren utilizar medios motorizados o los ciclistas, en su sano juicio, dejarán la bicicleta para mejor ocasión.
No les falta razón, vista la situación y entendido que esto no va a cambiar de la noche a la mañana, la gente sufre con resignación su humillación. Hemos entendido el mensaje: no son buenos tiempos para algo que no sean coches. Al menos en estas latitudes.
Porque curiosamente en otras latitudes, en países y en ciudades donde nieva más y dónde tienen mucho más invierno y menos luz que nosotros, han buscado soluciones y han invertido en garantizar oportunidades para todos los modos, independientemente de por dónde se desplacen.
Fantástico este vídeo de "Bicycle Dutch" comparando el mismo trayecto con nieve y después de una nevada en los Países Bajos
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=zAzTMeNcLog