Esa es la cuestión ante iniciativas como la que presentábamos hace unos días de RyderState a nivel privado o como lo que propone el Cyclescheme británico, que es el programa de fomento de la bicicleta como vehículo para desplazamientos laborales.
Propuestas como estas son sintomáticas de una falta de normalización de la bicicleta, de que la bicicleta y el ciclista urbano son una casta y que el intento de dignificarla y de promocionarla se queda en algo minoritario, endogámico por no llamarlo sectario.
Para movilizar a la gente hacia la bicicleta quizá son más adecuadas imágenes y visiones menos radicales de la misma. El verdadero reto en esto de que la gente se incline hacia la bicicleta consiste precisamente en lo contrario: se trata de hacer ver que la bicicleta es fácil y está al alcance de cualquiera, sin una preparación especial, sin facultades sobrehumanas, sin necesidad de ostentar un arrojo o un menosprecio del riesgo especiales, lejos de concursos, de conquistas, de demostraciones espectaculares, con naturalidad.
Interesante publicación que te agradezco encarecidamente Eneko que probablemente veas re-publicadas también en páginas de y/o twitter que administro.Un cordial saludo y por supuesto ¡Conbici sí #Podemos!
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