domingo, 23 de diciembre de 2012

No basta con 30 km/h o 1,5 metros

No es una cuestión de medidas. No es una cuestión de normativa. No. Reducir la velocidad a 30 kms/hora no va a ser suficiente, ni demandar el respeto de la distancia de seguridad de 1,5 metros al adelantar. No basta con eso. Porque no es una cuestión de leyes, sino de respeto.

Vemos esperanzado al mundo occidental reclamando la universalización de la limitación de la velocidad en vías urbanas secundarias y zonas residenciales a 30 kms/hora como si eso fuera a ser el revulsivo que fuera a devolver la seguridad a nuestras calles. Pues va a ser que no. Con eso no va a ser suficiente, nos van a volver a engañar con una campaña fácil de vender, con otra iniciativa ciudadana más que sumar a tantas.

La seguridad en las calles sólo será posible cuando seamos capaces de renunciar a nuestros coches para desplazamientos ridículos, cuando seamos capaces de empatizar con lo demás y de comprender que la calle es el gran lugar de todos que tenemos que preservar y que tenemos que proteger como espacio de encuentro, de disfrute y de vida social, y cuando seamos capaces de perseguir de manera tenaz y de castigar con contundencia a todo aquel que no siga estas pautas.


Pasa lo mismo en las carreteras. Nos parece que con recordar y exigir la distancia de seguridad vamos a acabar con las negligencias, los despistes, las temeridades, las prepotencias y las estupideces de muchos, de tantos, que provocan tantas muertes y tantas desgracias propias y ajenas y nos quedamos tan anchos.

Lo que nos pasa es que somos una cuadrilla de conformistas bienaventurados, que nos convencen con un guiño, aunque luego sepamos que no están con nosotros y que todas esas normas se las va a pasar todo el mundo por el forro porque lo que interesa es preservar el dominio del coche y punto.


Es el coche, el maldito coche, su omnipresencia y su omnipotencia lo que hace que todos los demás no podamos vivir tranquilos en las calles, incluso ni cuando necesitamos utilizarlo. Y es un problema cultural. Está todo tan desmandado a favor del coche que cualquier campañita nos hace albergar la ilusión de que es suficiente y no son más que migajas. Migajas. Como la inmensa mayoría de las medidas e infraestructuras que han implementado en nuestras ciudades. Migajas para tenernos contentos.

Hasta que no seamos capaces de reducir el tráfico, de seducir para que la gente deje de elegir el coche para viajes que no lo exigen, de quitar coches en movimiento y aparcados ocupando nuestras calles, apropiándose de ellas, hasta que no seamos capaces de frenar de manera contumaz la prepotencia y la agresividad al conducir, hasta que no castiguemos de manera ejemplar y notoria este tipo de actitudes, hasta entonces todo lo demás será consolarnos con males menores.

Con nuestros mejores deseos, firma la iniciativa y también la petición. Eso no quita.

¡Feliz Navidad!

8 comentarios:

  1. Comparto lo que dices Eneko, el principal problema es la ocupación del espacio público urbano por el automóvil. Creo que será muy difícil convencer a tantas personas, que usan el coche como si se tratara de una "prótesis" en su cuerpo, de que hay que limitar su uso. Adjunto enlace sobre alguna reflexiones que hizo Hans Monderman sobre estos temas, pienso que son interesantes.

    http://www.moveiter.com/2012/05/calles-desnudas-espacios-compartidos.html

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    1. muy bueno ese moveiter :)
      y menos "convencer" y más "complicar"

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  2. Con el atropello de Lejarreta comenzasteis una especie de cruzada pro multas y pro sanciones y pro consecuencias judiciales para los que atropellan a ciclistas. Lo leía con la nariz arrugada, confieso.
    Y sí, que sólo aprendemos con castigos ejemplares (eso dicen). Pero yo sigo abogando por otro camino: vamos a complicarle las cosas a los coches. Con raciocinio. Planificando. Pero complicándoselas, mucho.
    Seamos más limpios y más silenciosos, que estas ciudades nos están volviendo locos.

    (bicicletas, seguridad y reflexiones: http://cyclingvestchic.blogspot.com.es/)

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  3. Lo de los 30 no basta pero si es un paso importante, y no estaria mal que se avanzase en investigar medidas fisicas que lo hiciesen cumplir de forma practica. Toboganes, radares....

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  4. Pues ojala y si se pueda utilizar más la bicicleta pero hay que promoverla de manera inteligente no como lo hacen los malditos llorones como tú. Eso lo único que hace es lamerle las botas a los que la usan y aumentar el rechazo a los que no las usan. Se necesita ser inteligente no llorón.

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  5. El límite a 30 K/h en las ciudades es un paso muy importante, es un terreno que no podemos permitir que nos lo arrebatean, para ello debemos utilizar esas vias.
    Utilizar las calles 30, con las bicis por la parte de la calzada en la que somos más visibles, sin complejos y sintiendo que la velocidad que llevamos es la que necesitamos en ese momento.
    Bixen

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  6. Con lo fácil que sería instaurar todos los pasos de peatones elevados (hasta inventos nuevos tenemos: http://www.inventosnuevos.com/2011/01/patente-paso-de-peatones-elevado-automatico/) para forzar la disminución de la velocidad del tráfico rodado. Con esto garantizas la seguridad de peatones y ciclistas pudiendo eliminar incluso semáforos exclusivos para peatones

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  7. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA


    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente.


    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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