lunes, 24 de septiembre de 2012

Paso a la acción ciclista

Llevamos unos cuantos años dando cabida a todo tipo de iniciativas relacionadas con la bicicleta simplemente por eso, porque incluían a la bicicleta. Con eso bastaba, con eso nos bastaba. Veníamos de años de sequía, de incomprensión, de marginalidad, de denuncias a gritos, de sofocarnos en batallas interminables, perdidas… y de repente nos pareció que las cosas estaban cambiando. Las señales eran inequívocas: infraestructuras, campañas, congresos, presencia física y social. Y nos quedamos alucinados entre tanta abundancia. Y perdimos el criterio. Alegremente. Porque pensábamos que, por fin, nos iban a tener en cuenta, iban a hacer caso a nuestras demandas, a nuestros argumentos.

Pero estábamos equivocados. Vivíamos engañados. Nos gustaba la basura que nos vendían tan sólo porque llevaba la bicicleta impresa. Y éramos incapaces de mirar en perspectiva y de ser exigentes, porque la realidad fundamental seguía alentando el uso del coche. Nos habían emborrachado de ciclabilidad fraudulenta.

Ahora

Ahora que la cosa no es tan boyante, ni mucho menos, y que el dinero no se reparte a espuertas, ahora que ya no hay felicidad derrochadora en busca de campañas fáciles, de un verde amarillista, de un sostenible de pacotilla y de un ramplón espeluznante, ahora ya no nos queda aliento ni credibilidad para volver a retomar el discurso esencial, ese que habla de la bicicleta en primera persona, ese que empieza desde la niñez como un juego, ese que necesita protección, pero sobre todo contra el robo, ese que requiere de una inclusión real y una proyección, y no precisamente a través de grandes obras megalomaníacas ni de campañas populistas facilotas y volátiles.

Ahora que hemos superado la maldita Semana de la Movilidad Sostenible, dejando muestras de lo falsos que somos, lo bienintencionados pero inactivos, lo arrepentidos pero reincidentes, ahora es el momento de recordar que sólo a través del ejemplo, de la acción cotidiana, de los acuerdos inmediatos, de las pequeñas conquistas en los círculos de influencia personales, se cambian los hábitos. Porque esto es una cuestión de hábitos, de decisiones personales, íntimas, atrevidas, valientes, sostenidas.


Así pues, permitirme que no comulgue en la ceremonia de la escenificación de la falsedad en la que se ha convertido la Semana de la Movilidad Sostenible, porque hay que empezar a reclamar el Día a Día de la Movilidad Deseable, esa que recompensa a los que con sus decisiones y sus actos aportan su granito para que nuestras ciudades, esas agregaciones impersonales de seres humanos, empiecen a ser un poco más humanas, un poco más habitables.

La tarea es difícil, pero merece la pena devanarse los sesos en pensar cómo vamos a hacerlo:
  • Cómo vamos a facilitar que nuestros niños y jóvenes puedan moverse en la ciudad de manera autónoma y responsable.
  • Cómo vamos a hacer para fomentar que en nuestras empresas, en nuestros centros de actividad, las bicicletas sean bienvenidas y las personas que las traen, recompensadas. Igual que las que vengan a pie o, en el peor de los casos, en algo que sea un coche monopasajero. 
  • Cómo vamos a denunciar y dificultar el uso indiscriminado del coche.
Todo lo que no sea eso serán milongas, paripés y declaraciones de buenas intenciones. No sirven. De hecho, empiezan a resultar contraproducentes por autocomplacientes, porque nos autojustifican y nos perdonan en nuestra inacción.

Así pues, basta ya de pamplinas, que para esto no hacen falta campañas, ni subvenciones, ni obras públicas. Esto se habla en casa, se decide individualmente, se comparte entre colegas y se defiende con la actitud personal.

5 comentarios:

  1. Hay tanto prejuicio que no se puede hacer nada más que pedalear. Yo ya estoy harta de que me intenten convencer de lo peligroso que es ir en bici por la ciudad, de que soy una irresponsable y una loca. Yo ya no intento convencer a nadie, como mucho contestar: yo lo hago, luego se puede hacer, tú no lo haces, luego opinas sin fundamento. Es agotador

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  2. Comparto muchas de las cosas que dices en este post. Lo utilizare para mi facebook y mi twiter.
    Gracias por saber expresar también mis ideas.

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  3. Yo tambien lo comparto, porque me parece muy bueno.

    ahora es el momento de recordar que sólo a través del ejemplo, de la acción cotidiana, de los acuerdos inmediatos, de las pequeñas conquistas en los círculos de influencia personales, se cambian los hábitos

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