Dice un amigo del pedal que el mayor lastre por el cual esta sociedad en la que vivimos nunca será competitiva y limpia es la rancia educación católica que lo impregna todo y que nos hace ver la vida como un sacrificio, entenderla sólo a través del sufrimiento, comprender el pecado y al pecador como parte inherente del juego, compadecernos por todo y redimir las penas con confesiones, penitencias y punto. No hace falta ir tan lejos, pero está claro que algo de todo eso hay en nuestro entorno, algo que nos ayuda a tragar, a perdonar incluso antes de demostrar la culpabilidad, a sentirnos culpables de lo que haga falta y a cargar con la pena que ello conlleve, simplemente porque desconfiamos de que esto pueda ir bien, de que la gente sea honesta o de que un camino alegre no nos lleve a otro sitio que a la perdición.
La bici representa ese camino alegre, anárquico, desenfadado, incluso despreocupado de viajar por la vida, que tanto tememos.Y no sabemos como hacerlo difícil, intrincado, penoso o simplemente culpable de algo. El otro día teníamos noticias de que, por fin, el Congreso había dado audiencia a un grupo de misioneros de la bicicleta para intentar sentar las bases de una estrategia para dar un sitio a la bici en esta sociedad. ¡Infelices de los crédulos! Ayer mismo leíamos las crónicas de la reunión de un grupo convocado por la DGT y denominado GT-44 que se había encargado de deliberar sobre los términos legales de una futurible normativa ciclista que contemple de una manera más seria y más sensata al ciclista como parte del tráfico urbano e interurbano.
Sin embargo hoy el señor Ministro de Interior se ha destapado con una declaraciones que nos han dejado a todos boquiabiertos, que es el estado que más estamos ejercitando en los últimos tiempos y que ya empezamos a practicar con cierta preocupante naturalidad. Andar por las aceras en bici va a estar prohibido y usar el casco en la ciudad va a ser obligatorio. ¡Toma ya! Y aquí paz y después gloria, habrá pensado el tío.
Este tipo de medidas salomónicas y ejemplarizantes son las que nos están haciendo pensar a muchos que vivimos en un mundo donde la ignorancia se encubre con medias tintas y frases gradilocuentes y donde la incompetencia se excusa con carisma o, casi más, con chulería.
Por fin vamos a estar a la cabeza de Europa en algo y héte tú que va a ser algo relacionado con la bicicleta. España va a ser el único país en Europa donde el casco va a ser obligatorio también en las ciudades. ¡Ole! Lógico después de ser uno de los pocos en los que el casco era obligatorio en la carretera. Ya podemos estar orgullosos. Y mientras tanto, veremos cómo seguimos a la cabeza también en víctimas por kilómetro recorrido en bicicleta, o en tenencia de coches en propiedad por familia o en uso del coche en la ciudad.
Y lo peor es que nos conminan a estar agradecidos porque, gracias a medidas como estas, van a conseguir reducir el número de víctimas mortales entre los usuarios de la bicicleta, aunque sea a base de reducir en número de usuarios. ¡Como si la inmensa mayoría de las muertes estuvieran producidas por coscorrones y no por atropellos!
¿Cuánto va a durar esta insensatez? ¿Cuánto más vamos a aguantar corriendo con la culpa las víctimas? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que esta apología del victimismo encubre una apología del uso del coche y que es precisamente este uso el que entraña el mayor peligro para todos los usuarios de las vías públicas?
En fin, yo tengo media docena de cascos para ponerme y me dedico, entre otras muchas cosas, a venderlos a sí que, por mí, casco para todos, IVA por un tubo, recortes hasta en el carnet de identidad y viva la estupidez y la incompetencia que seguro que nos hacen más felices a todos y más ricos a unos cuantos. Si para ello tenemos que tragar un poco de mierda, bienvenida sea que, total, ya nos vamos acostumbrando a su sabor. ¿O no?
En mi pueblo, que somos más listos que el aire, ya se lo "olieron" ayer y dieron la "exclusiva" en portada y con video y todo.
¡Adiós, Europa!
ResponderEliminarSupongo que existe en el gobierno la sensación que mientras los adultos del norte de Europa pueden ser libres de elegir si llevan casco, los españoles no son capaces de decidir por ellos mismos. Siendo un país tan alegre y espontaneo, el Papa Estado tienen que estar ahí para imponer un poco de orden a su rabaño.
ResponderEliminarse ha instaurado en la sociedad-políticos-periodistas la idea de la bicicleta como un nuevo vehículo recién aparecido, peligroso y desconocido (!)..un vehículo cuya utilización llevaría consigo grandes implicaciones (nueva ordenación del tráfico, nuevas normas de seguridad), cosa que le encanta a los animales políticos, siempre deseosos de satisfacer mediante nuevas regulaciones a ciertos grupos (hora de un lado, hora de otro) y vencer estas microguerrillas dando cancha y recibiendo (eso se creen ellos) voto..
ResponderEliminarpero las bicis no son sólo vehículos, ni están solas: las bicis forman parte del paisaje del espeso enjambre de los que tosemos con los humos de los escapes..y estos somos los andadores, patinadores, patineteadores, corredores, skaters.. (nota propia: m encantaría q tb estuviesen en esta lista los nadadores, carril nado hasta el centro :p)
dejénnos vivir, dejénnos respirar, porque eso es lo único de buscamos, no nos amarguen el día equiparándonos a los motorizados!
Por poner un ejemplo: Cuando un periodista va a Afganistán o a Siría, seguro que se pone un casco y un chaleco antibalas. ¿Se pondría este mismo periodista un chaleco antibalas y un casco para ir a Pamplona o a Marbella?. Pues esa es la imagen que quiere dar el ministro: las calzadas son zona de guerra donde los ciclistas nos arriesgamos a morir, luego mejor no montes en bici y muévete en coche, a ver si así echamos a las personas de la ciudad para seguir metiendo más coches, que es lo que da de dinero. ¡patético!.
ResponderEliminarEn esa reunión había representantes de Decathlon y Mapfre. No quiero pensar mal...
ResponderEliminares para estos temas, y para combatir medidas tan estupidas....el papel que debe tener conbici de representar a los ciclistas
ResponderEliminarCreo que por la parte que nos toca, toda la comunidad ciclista deberia oponerse al tema del casco por ciudad.
El casco salvaría más vidas a pasajeros y conductores de coches que de bicicletas. Que sea obligatorio al menos para conductores de todoterrenos y SUV-normales.
ResponderEliminarCon las justificaciones del ministerio para obligar a llevar casco a los ciclistas, también se podría justificar el casco para los peatones (y con más razón para los conductores de coches).
ResponderEliminarYo pondría el uso del casco de manera obligatoria para correr los encierros en Pamplona ya que en las caídas se suelen producir muchos traumatismos craneales. ¡Encierros con casco ya!
ResponderEliminarreblogueado. Es increible lo de esta gente. Lo mejor va a ser que no hagan nada. que nos dejen en paz. Mapfre y Decathlon de la manita obligándonos a usar el casco. Y por lo visto en lo pasillos, según dicen. Unos te venden el casco y los otros se escaquean de indemnizar en caso de accidente si no se lo has comprado. Geniales estos tipos.
ResponderEliminarLlevamos 25 años viviendo de la cultura del terror. Tenemos a la gente empanada en miedo.
ResponderEliminarPrimero metimos miedo. Ir en bicicleta es muy peligroso. Los ciclistas necesitamos una infraestructura propia y segregada.
Luego seguimos metiendo más miedo. Lo cierto es que la gente percibe que ir en bicicleta es muy peligroso y lo que la gente percibe es sagrado, no debemos bajo ningún concepto contradecir a la gente.
La red de carriles-bici garantizará la conectividad, la continuidad y la seguridad.
Manipulamos sin pudor los resortes del sentimentalismo más atroz. Lo que de verdad nos preocupa, lo que está por encima de cualquier otra consideración, ¡es la seguridad de nuestros niños y nuestros ancianos!
Apostamos por no ir contracorriente. Decidimos ser los gestores y los administradores del miedo. Los pastores de un fiel rebaño. Un lobby.
Insultamos a los que apostaban por la formación ciclista: la formación ciclista es sospechosa, formar a los ciclistas para que sean autónomos y sepan circular de forma segura en el tráfico es una forma de colaborar con el “sistema”.
Nos fotografiamos cada vez que pudimos del bracete de los políticos, cuando estos inaguraban una infraestructura ciclista para el terror, cada vez que presentaron un nuevo Plan Director para la Segregación Ciclista. Bendecimos tortuosos circuitos para bicicletas arrancados a machetazos de las aceras.
Del bracete de los políticos, bendiciendo las infraestructuras del terror
Del bracete de los políticos, bendiciendo las infraestructuras del terror
Insultamos a los que apostaban por la formación ciclista (2): circular libremente por la calzada es para “machitos elitistas”.
A falta de carril-bici, reivindicamos la legalización de la circulación generalizada de los adultos por las aceras. No es lo deseable, pero es comprensible en el actual clima de “violencia vial”.
Auto-proclamados ”usuarios vulnerables”, justificamos desde el victimismo el expolio del dinero público con nuestro fascismo de la seguridad.
Todavía antesdeayer, nuestros representantes defendían -campanudos – ante las autoridades que los adultos deben poder circular en bicicleta (sin desmontar) por los pasos de peatones.
Y entonces, de repente, ¡plas! llega un día el Señor Ministro del Interior, y se nos descuelga con un globo-sonda sorpresa, y de consecuencias graves e imprevibles: ¡ todos los ciclistas a llevar casco por ciudad! ¡a joderse!
- Oye, y ahora, ¿qué hacemos?
- Pues montar el pollo por supuesto. ¡Es incomprensible e injusto!
Ahora le explicaremos al Señor Ministro que ir en bicicleta no es peligroso. Ir en bici por ciudad es que es super super seguro.
Advertiremos al Señor Ministro sobre lo malísimas que son las medidas que transmiten una imagen de la bicicleta asociada al riesgo y al miedo, porque eso significará menos ciclistas, y tener menos ciclistas ¡es peligroso para los ciclistas!
Convenceremos al Señor Ministro de que, aunque la gente perciba que ir en bici es peligrosísimo, aunque hayamos logrado que finalmente la peña esté totalmente aterrorizada, ¡están equivocados!
¡Redactaremos una contundente nota de prensa!
El Señor Ministro nos creerá enseguida, será fácil convencerle, se lo demostraremos con los datos, con cifras, con las estadísticas en la mano: ¡ir en bicicleta no es nada peligroso!
Y, por supuesto, si fracasamos, la culpa será de cualquiera menos de nosotros, la culpa será del maligno lobby empresarial que maniobra en la sombra contra nosotros: el estupendo “colectivo ciclista”.
¡Queridos carrilbicist@s! ¡El fascismo del casco ya está aquí! ¡Gracias! ¡Gracias!
"¡Como si la inmensa mayoría de las muertes estuvieran producidas por coscorrones y no por atropellos!"
ResponderEliminarSiempre me hee interesado tener una fuente donde vengan desglosadas las muertes de ciclistas por causas (atropellos, caidas, choques con otro vehículo, en carretera o ciudad, etc.... ¿Es posible conseguir un dato estadístico así? Porque inlcuso a los que están inoculados con el virus del miedo, con datos en la mano se le spodría convencer de ue si te atropella un coche, de poco sierve un casco si te pasa por encime del tórax.
Respecto a lo de el único pais donde el uso del casoc sea obligatorio, en Copenhaenize hay una carta contr ala proposicion de ley similar en Dianmarca:
http://www.copenhagenize.com/2012/07/open-letter-to-danish-mps-against.html
Por cierto, enhorabuena por el blog. Saludos
Vamos a ver... No he leído todo lo que ha dicho o dicen que ha dicho el ministro. Ni si quiera me importa demasiado lo que haya dicho. Pero me parecen bastante indigentes mentales las críticas de que "casco no, que se usa menos la bici". Porque en su día, lo mismo decían de la moto/ ciclomotor. "Es que molesta. Es que da calor." Blablabla. Y me voy a explicar.
ResponderEliminarPara empezar, mi total decepción con algunos "entendidos" del "colectivo" de la bici. En mi ciudad, que también es Pamplona, me sorprendió ver a los primigenios y algunos muy reivindicativos usuarios urbanos de la bici aquellos cartelitos de ¡Carril bici ya!, amarillos, bajo el sillín, o tras la parrilla. Luego, una vez la empiezo a usar yo, en detrimento (feliz detrimento) de coger el coche para viajes cortos, miro en varios blogs y, ¡oh! "El carril bici es el opio del pueblo ciclista". Así, sin pestañear. Lo cuál me lleva a pensar en el protestar por protestar.
Y vale que el "carril bici" de Pamplona es una porquería, porque lo es (lo podría llamar ginkana-bici). Pero es que equiparar vehículo de motor a vehículo sin motor no me parece realista. Una cierta segregación, si es posible, es más segura si todos respetan las normas (TODOS). En la ciudad, si se hace para disminuir los "carriles coche" -ojo, coche particular, que hay quienes trabajan al volante y no podrían hacer lo mismo en una bici- y no las aceras, me parece excelente.
Y por fin voy a la seguridad. El casco no te salva de ser lanzado veinte metros. El casco no te salva de ser atropellado. Y sí, los accidentes con bicicletas son escasos para lo que yo conozco. Pero por el mismo motivo, no utilicemos el cinturón de seguridad en el coche. No miremos en los pasos para peatones. Total, la probabilidad, la estadísticas establecen que sólo nos accidentaremos o accidentaremos a otros a una de cada no sé cuántas mil veces.
Por suerte o por desgracia, mi trabajo en ciertas ocasiones consiste en llegar en un vehículo de motor, en mitad de la vía, y ponerle el collarín a alguno despatarrado por el suelo, entre otras cosas. A veces es peatón, a veces conductor, pocas ciclista. Pero ojalá no fuese ninguna; y desde esa óptica, puedo afirmar rotundamente que el casco no te salva, pero ayuda.
El casco -y llevar algún elemento que haga que se nos vea bien- debiera, creo yo, ser obligatorio en la calzada -cualquiera, calzada de coches o calzada sólo para bicis- donde la velocidad supere un mínimo, que siempre sería arbitrario porque te puedes matar quieto si te das un mal golpe. No sé, 20 ó 30 km/h.
Pero, en cualquier caso, protestar contra el casco va contra el uso de la bici, y sobre todo contra los ciclistas.