viernes, 6 de julio de 2012

De tapas por el carril bici

Una de las características inequívocas de que un carril bici es de nueva ejecución y está debidamente planificado como parte de una red es que contenga el máximo número de tapas de alcantarilla posible. Por supuesto, estamos hablando de la red de suministros, de saneamiento o de cualquier otro servicio canalizado y quien dice alcantarilla dice tapas de registros de agua, eléctricos, de alumbrado, de telecomunicaciones o de lo que toque. Todas ellas, o las máximas posibles, se ubicarán invariablemente en el carril bici, secuenciadamente o agrupadas en bonitos conjuntos.


Hoy he podido contar una treintena de estas piezas de fundición en apenas un kilómetro. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? ¿Azar? En absoluto. Así como la red de carriles bici se ejecuta en todas las ciudades de estas latitudes de acuerdo a un único principio, el posibilismo, las redes de servicios y suministros son, por definición, redes estratégicas de las cuales depende la viabilidad de nuestras ciudades y pueblos. Así pues, nada de lo que ataña a estas redes es aleatorio.

De esta manera, cuando se urbaniza una nueva parcela y se canalizan las distintas redes esto se hace con meticulosidad y atendiendo a criterios de seguridad y de conveniencia absolutamente incuestionables. Y así, cuando las aceras cuentan con una vía ciclista, se procura echar por ahí todos los conductos. ¿Por qué? Pues simple y llanamente porque el asfalto es mucho más fácil de trabajar que cualquier otro pavimento. Más facil de excavar, más fácil de parchear, más fácil.


Y así aparecen la mayoría de las nuevas y flamantes aceras bici sembradas de tapas metálicas como si fueran campos de minas. Reconozco que no dejan de ser elementos interesantes porque te hacen estar en guardia cuando circulas por ahí, para discriminar el estado de cada una de ellas, su fiabilidad, su agarre, la calidad de sus remates y, por qué no, su sonoridad. Porque todas ellas suenan, con tonos diferenciados dependiendo de su tamaño, de su grosor, de lo ajustadas que estén o de lo que bailen. Y esto no está mal para alertar a todos esos peatones de que están invadiendo un espacio exclusivo. No es broma.

Como tampoco es broma que son elementos que incorporan un riesgo especial, sobre todo cuando está mojado y están colocados a pie de curva o junto a la consabida intersección. Ahí la tapa de la alcantarilla puede abrirte la tapa de los sesos si eres un incauto que circula sin casco.

2 comentarios:

  1. Un compañero de club se fisuró dos costillas por resbalarse con flaca en un carril bici.

    Otra razón más para decir no a éstos carriles bici que nos están metiendo. Claro que lo temerario igual es circular con ruedas finas por ellos.

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  2. Pero es que cuando hay que abrir tapas para reparar redes es MUCHO mejor disponer de un carril basura que se puede interrumpir en cualquier momento que no tener que verse obligados a intervenir en un carril noble de circulacion motorizada.

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