martes, 29 de mayo de 2012

Crece la Ciudad 30

Las noticias anuncian la puesta en marcha de 226 calles de Pamplona como calles 30. Una iniciativa que apunta en la dirección de esa Ciudad 30 que haga los espacios más amables, más seguras y más accesibles para las personas, independientemente de cómo elijan estas moverse. Es, sin duda, la mejor noticia que puede recibir una ciudad: el empeño de sus gestores de hacerla una ciudad tranquila. La experiencia en el Centro y en el Ensanche de esta ciudad ha sido exitosa. Las calles son circulables, las calles son ciclables, las calles son caminables. Aunque en esas calles fuera realmente complicado circular por encima de esa velocidad, lo que valen son las intenciones y los ejemplos positivos.

Combatir el miedo

Vivimos presos de nuestras expectativas, de nuestros sueños, de nuestras esperanzas... y de nuestros miedos. Tener miedo al tráfico ha sido una de las barreras más formidables que se han construído para desincentivar el uso de la bicicleta en la calzada y promoverlo, de alguna manera, en la acera (a falta de otra infraestructura "específica"). Un miedo irracional, una percepción orientada, interesada, alimentada por muchas personas.

Mencionan los defensores de la segregación ciclista que, para tratar de incorporar a ese ejército potencial de miedosos hay que justificar la circulación por las aceras y, cuando los peatones aluden al miedo que les producen las bicicletas en dichos espacios, entonces tachan ese miedo de irracional, de injustificado, de insensato y de interesado. Porque es una percepción. Porque es victimista.


A los hechos me remito. Las víctimas ciclistas en mi ciudad, desgraciadamente, se cuentan entre las usuarias de las aceras y carriles bici. No quiero con ello argumentar que todas las infraestructuras sean peligrosas, pero la mayoría de ellas lo son. Porque ninguno de los accidentes que se han producido en mi ciudad de los 140 y pico que se produjeron el año pasado en los que se vieron involucrados ciclistas fueron por alcance, sino que se produjeron en intersecciones, en incorporaciones desde una plataforma peatonal o por invasión de la trayectoria. Ninguno de ellos se hubiera producido si los ciclistas hubieran sido educados a circular ocupando el espacio suficiente, vigilando la linea de control o, en el peor de los casos, evitando zonas conflictivas y eligiendo itinerarios alternativos.

Con sentido común

De todas maneras, esta es la evolución natural de los acontecimientos. Después de haber intentado desnaturalizar la circulación ciclista, encajonándola en circuitos muchas veces imposibles, se ha recurrido al sentido común que devuelve a los vehículos a su espacio y trata que éste sea compartible en buenas condiciones por los mismos.


Enhorabuena pues para un Ayuntamiento que ha sabido corregir el rumbo incluso contra las voces de algunos que siguen anclados en la "red de vías ciclistas", en vez de en "la ciclabilidad de la red viaria". Nada que no haya anunciado la DGT y que no haya asumido, aunque sea tarde, ConBici y algunos otros que se aferraban al carril bici como única salvación ciclista. Nada que no se haya consumado en medio de una crisis feroz que ha condenado todos los presupuestos astronómicos para hacer cualquier cosa con tal de que fuera para beneficio de la construcción. Lo importante es el resultado, lo importante es que se ha recobrado el sentido común. Porque algo nos decía que nos estábamos equivocando cuando, persiguiendo la movilidad sostenible, los mayores damnificados eran los peatones.

Esto es sólo el principio

Ahora tocará hacer cumplir esta norma, castigar a los infractores y, además, revisar los puntos negros de esta ciudad, que los seguirá teniendo, sobre todo en las cuestas, las rondas, las grandes rotondas y algunas de las avenidas centrales que siguen funcionando como verdaderas autopistas urbanas.

Y luego, o a la vez, le tocará el turno a los aparcamientos seguros, cubiertos y vigilados. Pero cada cosa en su momento. Tiempo al tiempo.

4 comentarios:

  1. Esta noticia es muy buena y las aportaciones de Eneko son muy interesantes. Si no existiera, habría que inventarlo.

    Pero déjeme que ponga un par de peros, no a la base, ya que estoy de acuerdo en que el sitio de la bici no es junto a los peatones, en que no podemos llenar la ciudad de vías exclusivas y en que la mejor solución es hacer que compartan la calzada con los otros vehículos en condiciones adecuadas.

    Pero sí al enfoque.

    Los miedos no son imaginarios y es legítimo tenerlos, mucho más si no controlas el medio y los que así se sienten merecen respeto y no ataques.

    Compartir la vía con los coches entraña riesgos y no pocos. Hay que hacer un gran trabajo para reducir estos riesgos. Yo los asumo, pero no debo esperar que todos lo hagan porque sí. Todavía estamos muy lejos de que los coches respeten a las bicis y, aunque hemos mejorado, hay que hacer fuerza en este aspecto. Van unidos a los miedos.

    Las carreteras no están pensadas para las bicis y hay mucho puntos en los que esto provoca riesgos extra o desplazamiento inútiles. Como tú ya dices, hay que mejorar también las carreteras desde otro punto de vista y será necesario hacer cambios. Seguro que hay algunas zonas en las que un carril bici será la mejor solución.

    Por suerte o por desgracia, normalmente estas soluciones van encadenadas. Las autoridades pamplonesas no se habrían atrevido a tomar esta decisión en otro momento y el aumento de ciclistas les ha hecho ver que su anterior decisión tenía que ser revisada.

    Se puede decir todo lo que dices pero de otra manera. Pensando que todos ciclistas son personas de la misma categoría que los demás. Yo veo el ciclismo como una forma más de respeto.

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  2. Yo creo que el camino, para el futuro, son las calles 30, y como dice Eneko, "la ciclabilidad de la red viaria".

    Pero soy ciclista urbano desde hace dos años, y lo que molesta , y a veces me hace sentir miedo, son los gases de los tubos de escape a bocajarro. Sin mascarilla, ni filtro antipolen por medio.

    El miedo a rodar entre coches, se cura con horas de vuelo y formación.

    Aunque en esta solución de las calles 30 solo veo un nubarron: como hacer cumplir en la práctica ese límite de 30 para los vehiculos a motor.
    Un radar ???
    Un dispositivo limitador como los F1 en boxes ??
    Badenes ??
    Estrechamiento de la calzada ??

    Señores, estamos en el pais de "ahora que no miran......me salto la norma", y donde no funciona la buena voluntad.

    Y estamos hablando de personas, pero a bordo de una máquina que a muchos nos transforma y altera. Especialmente en ciudad.

    Creo que hace falta promocion para los que vamos con motor.

    - no por poner el coche a 40 -50 en ciudad, se llega antes
    - el ciclista de delante, no lo puedo rebasar, si no puedo adelantarlo a mas de 1,5 m
    - la actitud de ese señor que pedales, nos beneficia a mi y a el

    Y la coherencia, creo que invitaria a desmantelar los carriles bici de las zonas 30, si existiesen antes

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  3. En otros países hay zonas incluso de tránsito más lento.
    La idea es buena pero si nadie fiscaliza...

    Porque también son 50km/h en teoría y muchos coches y motos se lo pasan por el arco del triunfo.

    De todas formas, mejora lo existente así que bienvenido sea.

    Salud y pedal

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  4. no es incompatible la creación de carriles bici, con la existencia de zonas 30, porque la bicicleta no solo es un vehículo de transporte activo, es un medio ideal de actividad física en tiempo libre, y crear una red de rutas de ocio activo, es beneficioso para la salud e invita a la sociedad, en grupo, solo o en familia a salir a pasear y disfrutar de la naturaleza de forma saludable. La creación de carriles bici son una alternativa al sedentarismo, y no todo el mundo está dispuestos a arriegar su vida entre coches y humos.

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