martes, 26 de abril de 2011

El director va a trabajar en bici

Hoy me he encontrado este reportaje a doble página en el periódico de más tirada de mi región, el Diario de Navarra. Bajo ese título trata de presentar una visión positiva de la bicicleta en la ciudad, más allá de las disputas sobre el carril bici y el miedo al tráfico. Creo que es un ejemplo que pretende ir incluso más allá de los meros testimonios para dar una imagen de la bicicleta práctica, funcional, moderna y utilitaria. Lo transcribo íntegramente porque creo que merece la pena leerse y porque es más agradable hacerlo con la maquetación del blog que en la versión plana del periódico.

El director va a trabajar en bici

Todos los días desde Mendebaldea hasta el Paseo de Sarasate. Y con corbata. José Antonio Marcén es director de Ordenación del Territorio y Urbanismo del Gobierno de Navarra. Tiene 49 años y sólo hace cinco que comenzó a utilizar este vehículo, al que ya no renuncia.

José Antonio Marcén (foto Eduardo Buxens)
"Antes iba en villavesa (bus urbano), la número 4, que en las horas punta era estresante e incómoda. Y, si se te pasaba, había que esperar. Con la bicicleta el tiempo es similar o inferior, unos quince minutos. Llego al trabajo activo pero sin estrés. Y el trayecto de vuelta es relajante. Cada vez más personas la utilizan, ves gente de todas las edades y condiciones. Es la imagen de una ciudad civilizada. Y, además, es saludable, te ayuda a mantenerte en forma", explica.

Por el cargo que ocupa, Marcén necesita "cierta compostura" en el vestir. En verano guarda un par de corbatas y una chaqueta de punto en el despacho "y así hago el trayecto más ligero". No obstante, el resto del año pedalea con su americana y una gabardina puestas. "Hay quien piensa que se acaba sofocado o sudoroso. Pero no es así. Al revés, creo que en los trayectos cortos, de unos veinte minutos, es más fatigoso ir andando. Yo llego en perfectas condiciones de revista".

En ocasiones, cuando se aproxima al trabajo, se tropieza con los coches oficiales de lunas oscuras. "Sabes que dentro van consejeros. A veces me da apuro pensar si les parecerá apropiado que me desplace en bicicleta. Pero nunca me han transmitido un comentario crítico. Más bien lo contrario".

Con tacones y faldas

Teresa Nagore Ferrer tiene 43 años, vive en Pamplona y es secretaria general de la Cámara de Comercio. Quería estar más tiempo con sus hijos al mediodía. Hace tres años probó con la bici y ya no se ha apeado de ella.

Teresa Nagore (foto Eduardo Buxens)

Tampoco lo ha hecho su compañera Begoña Mina Orue, de 44 años. Las dos coinciden en las ventajas: "No sufrimos atascos, ni nos angustiamos buscando un sitio donde aparcar. No se pasa más frío en invierno ni más calor en verano, ya que con el viento vas más fresca. Y se puede ir con lo que se quiera: tacones, faldas, vestidos o pantalones".

En los últimos diez años el número de personas que utilizan este vehículo para desplazarse por la ciudad se ha incrementado. Y mucho. Lo dice Eneko Astigarraga, miembro de Ciudadanos Ciclistas de la Comarca de Pamplona. "Se han incorporado muchas mujeres, personas de entre 30 y 50 años. Se ha visto que esto no es algo exclusivo de estudiantes o hippis".

Astigarraga considera que es una actividad segura, aunque "muchos carriles bici se han realizado sin dejarse aconsejar por usuarios y expertos". Y va a a serlo aún más: la Dirección General de Tráfico parece decidida a dar prioridad a los ciclistas en su nueva normativa. Un ejemplo: ahora deben circular en el extremo del carril derecho, lo que facilita que impacten contra la puerta de un vehículo estacionado que repentinamente se abre. En breve podrán hacerlo por el centro. "Es positivo porque, al ocupar más espacio, los vehículos deben tenerte en cuenta si te adelantan, lo que evita accidentes".

Eneko Astigarraga (foto Oskar Montero)
Los automovilistas respetan cada vez más a los ciclistas, según Astigarraga. "En su inmensa mayoría conducen de manera suave y respetuosa con nosotros. Sin pasarte rozando ni pegándote bocinazos. Pero todavía hay algunos que creen que si hay un carril bici no podemos circular por la carretera. Y no es cierto. Si lo hacemos es porque así nos sentimos más seguros".

Astigarraga es el encargado de Oraintxe, una empresa de reparto de mensajería en bicicleta, y sostiene que el tamaño de Pamplona la convierte en un lugar idóneo para desplazarse en este vehículo. "Cualquier distancia es abarcable, incluso desde la comarca. Y aunque hay cuestas, si se suben tranquilamente, no suponen ninguna barrera". Quien se decide a usarla acaba haciéndolo a pesar del calor, el frío o algo de lluvia: "Hay ciudades europeas con peores condiciones meteorológicas y está implantada desde hace mucho tiempo". Los usuarios insisten en sus ventajas: es bueno para la salud, produce sensación de bienestar y permite calcular los tiempos de llegada con exactitud. "La ciudad debería reconocer a quien se desplaza a pie o en bici, ya que está haciendo un lugar menos contaminado y más habitable".

Ni obesidad ni infartos

La bicicleta es salud. José Antonio Marcén, director de Ordenación del Territorio y Urbanismo, dice que el único ejercicio que practica son los dos viajes -a veces cuatro- de veinte minutos que realiza diariamente al trabajo. Esteban Gorostiaga, especialista en medicina del deporte, dice que, si esto se hace de forma regular, los beneficios son múltiples. El corazón funciona mejor y hay menos riesgo de sufrir un infarto o de tener la tensión arterial alta. La persona se aleja de la obesidad y de la diabetes. Tiene un efecto preventivo con algunos cánceres, como el de colon o pecho. Y se está más protegido frente al estrés o la depresión. Si ya se padece alguno de estos males, seguir empleando la bici ayuda a que no se agrave la enfermedad o se produzca un nuevo infarto.

Esteban Gorostiaga (foto Unai Beroiz)
Al pedalear también se reduce el colesterol malo. Y es importante, ya que éste va taponando las venas y arterias por las que circula la sangre y, si las ocluye en el corazón, la persona se infarta.

Además es un ejercicio menos agresivo para las rodillas que hacer footing, pues el 70% del peso del cuerpo se apoya sobre el sillín y no sobre el suelo, de manera que éstas no se sobrecargan. "Y la recuperación es más rápida: al no golpear contra el asfalto hay menos microlesiones o inflamaciones que andando o corriendo".

Las ventajas del ciclismo urbano continúan. Un estudio realizado en Navarra que tuvo trascendencia internacional demostró que quien utiliza la bicicleta mejora la potencia en sus piernas más que caminando o haciendo footing. El pedaleo también hace que la zona lumbar se fortalezca: reduce los dolores en las vértebras y previene la aparición de hernias discales.

También es una herramienta contra la obesidad: se gastan calorías y se queman grasas. Gorostiaga recomienda un ritmo cómodo -"hacer el mismo esfuerzo que cuando se anda por la calle"- y utilizar la bici el mayor tiempo posible, el máximo de días por semana. "Para no ganar peso hay que caminar o pedalear durante al menos una hora y alternar el ciclismo con los paseos o el ir a correr. Si sólo se practica el primero, el riesgo de osteoporosis -debilitamiento de los huesos- es mayor".

Mejor una bici urbana

Cada vez más personas, y de todas las edades, deciden probar este vehículo. ¿Cuál comprar? "La gente ha pensado que las de carretera o las de monte servían para la ciudad -dice Eneko Astigarraga-. Y aunque es cierto que puedes desplazarte con ellas, lo recomendable es hacerse con una buena bici urbana. El mantenimiento posterior es sencillo: basta con engrasarla y revisar ruedas, frenos y cambios".

Las ruedas deben ser robustas, pensadas para el pavimento. Así se evitan los pinchazos. Hay que colocar guardabarros -placas que evitan que la rueda salpique agua a la ropa- y parrilla, cesta o alforjas para transportar elementos. Resultan de suma importancia las luces de seguridad, delante y detrás: advierten a los conductores de la presencia del ciclista. Y en ciertas zonas o por la noche, un chaleco reflectante. Cuánto más visible, más seguro.

Para transportar cuanto necesita Begoña Mina optó por las alforjas. Las describe como "un bolso de mujer elevado a la enésima potencia: llevo guantes, una capa y un gorro para el agua, un trapo... y la bolsa de la compra, que la hago de camino a casa cuando salgo de trabajar". También le sirven para guardar los periódicos que todas las mañanas compra en el trayecto a la Cámara de Comercio.


Begoña Mina (foto Eduardo Buxens)

Los expertos recomiendan para la ciudad la bicicleta urbana. Las plegables también son una buena opción, ya que se pueden guardar en casa o combinar traslados, lo que es cada vez más frecuente: se llega a un aparcamiento en coche, se saca del maletero y se acude al trabajo pedaleando. Es igualmente posible en las villavesas donde las plegables -y sólo este modelo- están también permitidas. Además, existen las eléctricas: se enchufan para recargar una pequeña batería que ayuda a dar la pedalada en determinados momentos.

Los precios de todos estos tipos son muy variables, aunque en opinión de Astigarraga "se puede tener una buena bici a partir de 300 euros, ya que por debajo de este precio es difícil que cumpla todos los requisitos. Entre 300 y 800 euros es una cantidad de referencia". En Pamplona se ven algunas que cuestan más de 4.000 euros. "Pero tenemos el problema de los robos. No hay suficiente seguridad en los aparcamientos de la ciudad". En cualquier caso, y aunque la recuperación es dificultosa, se recomienda tener apuntado el número de serie, conservar la factura, realizarle una fotografía e, incluso, asegurarla.

Infografía de Diario de Navarra

El médico Esteban Gorostiaga explica que al comprar una bicicleta hay que tener en cuenta diversos aspectos para más tarde no sufrir molestias: altura de la barra, del sillín, la alineación... Por ello recomienda adquirirla en un "establecimiento donde nos puedan asesorar". Los errores más frecuentes entre quienes empiezan suelen ser tener el sillín demasiado bajo y apoyar los talones en los pedales en lugar de la parte delantera del pie. Es preferible utilizar una marcha que permita pedalear 80 veces por minuto, aunque la tendencia del debutante es hacerlo tan solo 60.

La bicicleta es un medio en auge en Navarra. Y su uso se seguirá incrementando. Quienes la utilizan cuidan su salud y hacen una ciudad más habitable. Automovilistas, ciclistas y peatones conviven de forma calmada. Casi siempre. Personas que jamás se imaginaron subidos en una se mueven diariamente a golpe de pedal. El vehículo que ayer utilizaba el activista antinuclear hoy lo emplea el director para ir a trabajar.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu blog.
    Adjunto link: corto de animación: "Contaminemos" (Let's Pollute).
    http://blogs.canalplus.es/eltamanonoimporta/2011/02/especial-oscar-animaci%C3%B3n.html

    Empieza en el minuto 56:50 del video.
    Espero que os guste.

    Ciaoo.

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  2. Me encanto, quiero una bici urbana para transportarme.

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