jueves, 2 de diciembre de 2010

A veces veo fantasmas... montando en bicicleta

Me pasa a menudo. Pero mucho más cuando falla la luz. Al amanecer, al anochecer, de noche. Me pasa también en días de lluvia. Veo sombras. Pasan sin hacer ruido, como un soplido, fugaces, inesperados. Y siento un escalofrío cada vez que me parece ver pasar una de estas criaturas. Porque es más una ilusión. Hay ocasiones en las que ve vuelvo de repente porque creo haber visto uno de estos espectros.


Vagan por las aceras y saltan a las calzadas de repente, sin avisar. Oscuros, siniestros. Son como murciélagos, difíciles de seguir con la mirada, imposible de predecir sus trayectorias. Cuando menos te lo esperas ¡shas! uno te pasa rozando la nariz.

Me han dicho que muchos mueren atropellados. No me extraña.

2 comentarios:

  1. Luces a pilas, dinamos, chalecos reflectantes, pegatinas reflectantes... no cuesta tanto!!!!!

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  2. Supongo que en el fondo los murciélagos no tienen ese sentido de ser ciclista - más bien se sienten como peatones mecanizados. Por eso se van por las aceras y no se dejan ver.

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