martes, 20 de septiembre de 2011

Que gane la bici

Ayer se celebró, del verbo celebrar con luz y taquígrafos, la carrera de modos de transporte dentro de los actos de la Semana de la Movilidad de la ciudad en la que vivo y, cómo no, ganó otra vez la bici. Como siempre. No he visto ninguna carrera de estas donde gane el coche. Ni una sola. Tampoco la moto, que es mucho más competitiva. El bus siempre queda el penúltimo y el desgraciado peatón siempre hace el ridículo. Así debe ser y así es. Tiene que ganar el que conviene. Si no, no funciona. Imagínate que en plena ceremonia de ilusión sostenible y de confraternización colectiva, el Alcalde encabezando la comitiva, va y aparece el automovilista el primero. Sería un fracaso absoluto y un ridículo espantoso.


Así que hicieron lo que hay que hacer para que las cosas salgan como uno quiere a priori, que no es otra cosa que amañar la competición. Se puede hacer muy descaradamente o de una manera más discreta. Aquí se optó por la primera, para que no quede lugar a dudas sobre la voluntad de éxito y la intencionalidad del acto. Y así se eligió un recorrido imposible para el coche e inaccesible para el transporte público, lo suficientemente largo para que el peatón no tuviera opciones y con unos contendientes desequilibrados a favor de la bici. De hecho, la ciclista, que además era la única chica (mírate tú qué bien) era doña Ana Casares, una triatleta de élite que iba pertrechada de contrarreloj al más puro estilo Induráin, vamos, como va cualquiera que ande en bici habitualmente en esta ciudad. El resto de contendientes estaban seleccionados por su capacidad de superar situaciones de ridículo: un árbitro de fútbol (Undiano Mallenco), un visionario mediático (Txumari Alfaro) y un equipo de fútbol sala (Xota). De chiste.

En fin, aún habrá gente que se congratulará del espectáculo y vitoreará el resultado con un ¿ves? emocionado. Y ya está. Todo seguirá como estaba y todos tan felices comiendo perdices. Conseguido.

Que el coche sigue sin perder

Mientras tanto, Comisiones Obreras, el único sindicato que ha asumido el tema de la movilidad como una tarea propia entre sus misiones, nos muestra los datos reales referentes a la movilidad obligada en esta parte del mundo, que arrojan unos datos que, lejos de ser reveladores, ponen las cosas en su sitio: un 60% de los trabajadores se desplazan en coche a sus lugares de empleo. Luego, en su exposición de propuestas, ignoran, como no podía ser de otra manera, a la bicicleta dentro de las alternativas. Bastante denigrados están por lo visto los trabajadores como para proponerles además ir en bici.

Así que queda un trabajo realmente impresionante por hacer como para andar con este tipo de festejos para calmar conciencias inconscientes. Yo para hacer una pantomima en condiciones haría lo que hicieron en Sao Paulo y montaría un buen video. Puestos a dejar las cosas como estaban, no nos quedemos con las ganas.

1 comentario:

  1. Vaya con el vídeo de Sao Paulo, un ciclista de noche en medio del tráfico y sin ningún tipo de iluminación. ¿Era para dar ejemplo?

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