domingo, 1 de mayo de 2011

Pies para qué os quiero

No es una pregunta, es un propósito. Se me han juntado dos artículos: uno habla de cómo las zonas peatonales mejoran la economía local y el otro de los problemas que se nos avecinan con el incremento de la obesidad. Está claro que cada vez andamos menos. Cada vez tenemos más excusas para no hacerlo: la prisa, la pereza, la incomodidad, la distancia, el miedo, todo vale para justificarnos. El caso es que cada vez somos más vagos, más sedentarios, más pasivos. Y así nos va. Nos gusta estar sentados para todo. Para comer, para conducir, para que nos lleven, para trabajar, para estudiar, para tomar algo, para conversar... y eso tiene un precio.

Nuestro organismo se va debilitando y nuestra voluntad mucho más rápidamente. Vemos cómo degeneramos en pocos años, meses diría yo. Y lo vemos como un camino inexorable. Nos amparamos en los demás, en la mayoría, como lo hacemos para justificar cualquiera de nuestros vicios. Y nos lo creemos. Es mejor así.


El problema es que esto ya va siendo mal de muchos y más allá de lo que divulga el refrán, esto se está empezando a convertir en una pandemia que afecta al medio mundo presuntamente desarrollado. Diabetes, obesidad mórbida, enfermedades respiratorias, cardiovasculares, apatía, estrés, depresión son sólo algunas de las afecciones que se derivan de ello.

No quiero entrar en cómo atajar estas inercias porque de todos es bien sabido que con tan sólo media hora diaria de actividad física ligera o moderada es suficiente para mantener un estado de salud física y mental aceptable. Lo más preocupante es que, si la mayoría de la gente conoce cuál es el remedio ¿por qué no lo practica?

Está claro que formamos parte de un sistema que vive gracias a anular la voluntad de la gente y éste es sólo un síntoma más de ello.

Hay gente que lejos de consolarse con el estado al que ha llegado, trata de buscar alicientes para mejorar su situación. Ayer leía la traducción de una Guía para ciclistas gordos, que me pareció interesante. En él se hablaba de abandonar la autocompasión, de recuperar la dignidad, de superar traumas y complejos, de divertirse... realmente incentivador.

De acuerdo pero no

Y sin embargo, algo nos dice que estos impulsos que tratan de movilizar a la gente anónima no van más allá de buenos propósitos. Hablar de hábitos de vida saludables es como hablar de movilidad sostenible, de consumo responsable o de eficiencia energética. Milongas. Todos de acuerdo en decir que sí y nadie dispuesto a mover un sólo dedo en una dirección distinta a la de ayer.

Nos curamos en salud, pero no cuidamos nuestra salud. Nos importa más el qué dirán, pasar inadvertidos, vivir acomodados y sufrir las consecuencias, que salirnos del tiesto y llamar la atención con un cambio de actitud. Esto funciona mejor así. Se nos enseña a ser espectadores no protagonistas. Aunque de lo que se esté hablando es de nuestra propia vida, que es una película en la que somos algo más que meros figurantes.

Sólo cuando esto empieza a costar un montón de millones a la Sanidad es cuando se encienden las alertas y las autoridades mueven ficha. Tarde y de una manera siempre demasiado institucional, demasiado paternalista, demasiado conveniente, pero otra vez poco atractiva, poco incentivadora, triste y gris. Programas tan "estupendos" como el Life Cycle de la Agencia Ejecutiva para la Salud y los Consumidores europea no sólo pasan inadvertidos, sino que no proponen nada realmente arrebatador.



Es así de lamentable. Nos gastamos millones en deteriorarnos y luego nos gastamos otros tantos en decir lo que había que haber hecho para no llegar a donde nos encontramos o para volver a donde no queremos estar. Así pues, mientras la salud no sea un objeto de consumo, esto no habrá quien lo cambie, a menos que la tan denostada crisis nos ayude a ser más austeros, más activos y más sociales. Entre tanto seguirá prevaleciendo el "andar con pies de plomo" o el "poner pies en polvorosa".

2 comentarios:

  1. Está muy bien tu blog, ya me apunté. Si quieres agregar el mio, esta es la dirección, tal vez te guste...

    http://7islasenbici.blogspot.com

    Hasta pronto, Miguel A. Megias

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  2. Muy interesante, gracias Eneko por luchar por lo que deberia ser normal.

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