jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Qué está pasando en Zaragoza?

¿Por qué la capital maña es la ciudad que más incidentes con ciclistas involucrados genera? ¿Es sólo porque hay un interés mediático en airearlos aunque sean simples encontronazos sin mayor gravedad? ¿O es porque hay un estado de opinión generalizado contra la ciclabilización que se ha consumado en esa ciudad? ¿O es simplemente que allí hay más accidentes e incidentes ciclistas que en ninguna otra ciudad?

Lo que está claro es que prácticamente todos los días se registran sucesos y artículos de opinión en los que los ciclistas son desgraciadamente protagonistas. No parece que sea más grave que en otras ciudades de su alrededor o que en cualquier ciudad que ha tratado de meter ciclistas con calzador y multiplicarlos con el efecto bicicleta pública. Eso y que Zaragoza es una ciudad plana, que todo ayuda. También ayuda que en esta ciudad se hayan hecho las cosas mal o medio mal en la implementación de vías ciclistas.

Pero son sin duda dos los elementos que ayudan a hacer de altavoz de la denuncia de esta situación y los dos provienen de la sociedad civil: la decana Pedalea, asociación de defensa de los derechos de los usuarios de la bici en esta ciudad, y la joven Acera Peatonal, una asociación de marcado carácter reivindicativo cuyo único objetivo visible es recuperar el espacio peatonal usurpado por los ciclistas. De hecho, es realmente sintomático que se haya constituido una entidad con un fin tan específico.

Se trata de una situación incómoda, como lo es que los ciclistas campen a sus anchas por los lugares equivocados o exponiéndose tontamente a riesgos importantes, pero no es más que la punta de un iceberg mucho más profundo: el fracaso prematuro de la ciclabilización acelerada.

Zaragoza no es más que un buen ejemplo de que no basta con construir carriles bici segregados, poner bicicletas públicas, haber calmado el tráfico o haber apoyado algunas iniciativas vendiendo movilidad sostenible para conseguir que la bicicleta sea cómoda, segura o conveniente.


Zaragoza, como otras muchas ciudades, no ha puesto el acento en la reducción del tráfico motorizado y, así, es imposible dar la alternativa a los nuevos valores de la locomoción. Tranvía o peatonalizaciones no son más que espectáculos, si se sigue pudiendo acceder al centro en coche y aparcarlo, aunque sea pagando.

Seguiremos atentos a la crónica.

4 comentarios:

  1. El tranvía, las peatonalizaciones, los carriles bici y todo lo demás no son espectáculos. En concreto el tranvía ha fracturado la ciudad para los coches, que ya no utilizan el centro (Independencia-Coso-Murallas) para atravesar la ciudad. En el centro se ha reducido mucho el tráfico. Y lo demás son también buenos pasos adelante, incluidos los carriles bici que ya sé que no te gustan mucho, pero que han recuperado mucho espacio al coche y han animado a mucha gente a usar la bici en la ciudad.
    Comparto contigo que no es suficiente y que hay que sacar a las bicis de las aceras, pero precisamente esta ciudad es la que está más preparada para empezar a hacerlo porque el colectivo ciclista de referencia, Pedalea, lo tiene entre sus objetivos desde hace tiempo.
    Y también estoy de acuerdo en que el horizonte no debe ser la pelea entre peatones y bicis, sino la de éstos dos contra el coche. Por eso te pido que respetes lo que intentamos hacer en esta ciudad, que no es ni mucho menos un mal ejemplo, creo.

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  2. Queda claro en la redacción del artículo que el escribiente desconoce la realidad zaragozana.
    En primer lugar, si bien es cierto que existe conflicto en algunas aceras de la ciudad, no es menos cierto que este debate ha alcanzado una magnitud muy superior a su realidad, principalmente, porque le interesa a los sectores más retrógrados de la sociedad zaragozana. No hay más que ver cual es el medio de comunicación que más eco se hace de la problemática: el más retrogrado de los medios de comunicación del territorio aragonés.
    Otra realidad desconocida y afirmada como verdad desde la ignorancia es decir que no se han puesto límites al tráfico motorizado. No sólo el tranvía ha contribuido a eliminar carriles (y por lo tanto coches) en el centro (y más allá) de la ciudad, si no que gran parte de los carriles bici segregados se realizan en lo que antes eran carriles para coches o espacios para aparcar los coches, contribuyendo, sin duda alguna, a limitar el acceso del coche privado.
    Otra cosa es como se han llevado a cabo técnicamente los viales, qué exista un plan global y que se lleve a cabo, ó que nos gusta más o menos como se hacen las cosas. Pero afirmar lo que se dice en el artículo es faltar a la verdad ó, como mínimo, desconocer la realidad.

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  3. Pues yo apoyo a Eneko en lo que dice se han hecho cosas bien, pero tambien muchas mal, hay que sacar las bicis de las aceras, pacificar el trafico y continuar con la apuesta valiente de la 2 linea del tranvia que restringa todavia mas el veh privado del centro de la ciudad

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    GRACIAS

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