miércoles, 7 de agosto de 2013

La estupidez del ciclista peatonal

Llevamos unos cuantos años, demasiados, presenciando la invasión sistemática de las aceras por parte de ciclistas que, aduciendo miedo al tráfico motorizado, han decidido ignorar la ley y ocupar los espacios reservados para los peatones para circular en bicicleta.

Desde siempre los ciclistas se han valido de las aceras como escapatorias o atajos, para evitar puntos especialmente conflictivos o itinerarios con circunvalaciones exageradas. Hasta ahora esto se hacía con la conciencia de que se estaba trasgrediendo la ley y molestando a las personas que ocupaban esos espacios con pleno derecho, pero de un tiempo a esta parte la cosa ha cobrado un cariz distinto.

Si hasta hace unos años al ciclista trasgresor se le pillaba en renuncio, éste se disculpaba y asumía su infracción de la mejor manera posible (aunque siempre haya habido excepciones deshonrosas) pero nunca osaba contestar o ponerse chulo, porque sabía que estaba fuera de lugar y eso quedaba, como mucho, reservado para las disputas en la calzada.

Mal de muchos...

Lo que pasa ahora es que ha habido un incremento tan importante de ciclistas noveles, alentados por campañas y con la connivencia de las autoridades, que las aceras han pasado de ser un refugio excepcional a convertirse en el lugar habitual de circulación para muchos. Es comprensible el interés de muchas personas en no compartir el lugar natural de circulación de estos vehículos que es la calzada, porque, por un lado, protege a todos esos que han elegido la plataforma equivocada para circular y, por otro, porque preserva la calzada de manera más exclusiva para los automóviles. La decisión de implementar muchas de las vías ciclistas en aceras no ha hecho más que empeorar el panorama.

Ciclista "corriendo" en el encierro de Estella de ayer (ver noticia)

Pero el colmo de esta situación lo representa la actitud prepotente que, de manera creciente, muchos “ciclistas peatonales” exhiben para con sus vecinos. Descaro, intimidación, chulería y hasta enfrentamiento directo, no son señales de otra cosa que de la estupidez que rodea todo este proceso de promoción de la bicicleta en el que estamos envueltos y que de alguna manera les asiste en su sinrazón, policías municipales incluidas obviando el cumplimiento de la ley.

No sé cuánto más vamos a ser capaces de soportar y consentir esta situación de irresponsabilidad colectiva y de falta de respeto, pero cuanto más tiempo pase, más grave se hará y más difícil de recomponer.

6 comentarios:

  1. Efectivamente esto es el relfejo de una realidad que se tiene que solucionar con la participación de todos los que nos sentimos agredidos y sin ninguna protección frente a los ciclistas que circulan por las aceras de los peatones. Es una auténtica vergüenza y a la que se le prestará la atención debida cuando a algún familiar (padre, madre, hijo, etc...) de alguno de "esos" a los que les está interesando y "beneficiando" este proceso de promoción de la biciclita sufra en su piel una de estas agresiones.

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    1. La gente que usa la bicicleta puede bajarse, también es peatón a pie (no un ser diferenciado) :)
      Los coches no respetan a los ciclistas, lospeatones no respetan a los ciclistas; los ciclistas tienen que optar por:
      a)poner en peligro su vida y ocasionar algún accidente de tráfico
      b) que algún viandante les diga "oiga es mi sitio para andar y ocupo los 3 metros de alzada haciendo eses, que es mi derecho"
      en fin, cabemos todos y el carril bici es una opción a estudiar (que no es cara, es pintar de verde) no me creo que todos los ciclistas circulen como asesinos atropellando madres indefensas y niños con piruetas

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  2. De verdad que alucino con la sensibilidad que demuestras Daniel.
    Entiendo que en ciertos puntos de las ciudades sea peligroso para los ciclistas ir por la calzada. Pero la realidad es que las bicicletas campan por sus anchas en todo los sitios. Da igual que la acera mida poco mas de un metro o que esté saturada. Da igual que haya carril bici o calzada pacificada, siempre hay excusa para saltarse a la torera las normas. Tampoco me sirve el que 'la bici hace menos daño', eso no da derecho a hacer lo que venga en gana.
    Los peatones piden el mismo respeto que las bicis a los coches y el que haya conductores que los ponen en peligro no puede servir para justificar que sobre una bici se tenga derecho a todo.

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  3. Totalmente de acuerdo en que el lugar de la bici es la calzada. Pero no considero que la situación actual sea para echarse las manos a la cabeza.
    Yo tengo un niño pequeño y voy por aceras anchas, muy estrechas y por calles peatonales y no siento el miedo que comentas. Me da MUCHO mas miedo ver comovan los coches ppor la calle huertas... por poner un ejemplo.
    Creo que ir por la acera no es cómodo con la bici y confío en que los ciclistas poco a poco irán pasando a la calzada. Y una gran medida para facilitar este proceso es la pacificación del tráfico.

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    1. Solo aclarar que cuando digo que voy por las aceras con el... me refiero a que voy andando como peatón!

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  4. La explosión de los sistemas de bicicleta urbana ha hecho que muchas personas se lancen a utilizar la bicicleta. Eso está muy bien, pero efectivamente creo necesario también una explosión de escuelas de ir en bicicleta. Porque coger la bicicleta en la ciudad no es como cuando éramos chicos, pasa de ser un elemento de juego a ser un transporte y debemos saber cómo conducir y cómo ser más fuertes en la calzada, teniendo en cuenta que somos el elemento más débil. Efectivamente los carriles bici sobre la acera hacen mucho más difícil la convivencia entre peatón y ciclista que antes era ocasional y que ahora hace que se enfrenten continuamente por un espacio que solo debería ser del peatón. La bicicleta siempre debería ir por la calzada y se tendrían que poner medidas para protegerlas de alguna manera y facilitar su uso. Sí, yo uso en contadas veces la acera, pero nunca les doy timbrazos a los peatones ni paso a velocidades superiores que el paso de un viandante. Uno debe ser respetuoso y saber que la acera es el reino de los peatones y que cuando conducimos por ella los estamos invadiendo. Pues eso, que todos necesitamos aprender y no estaría de más que tanto entidades públicas como privadas se lanzarán al ruedo y organizasen clases de conducción vial y así capacitar a nuestros ciclistas con la confianza necesaria para que bajen a la calzada y se hagan visibles.
    Muchas gracias por tu texto Eneko.

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