martes, 23 de abril de 2013

Son los coches, estúpidos

Estamos enfrascados en tratar de dilucidar cuáles son los preceptos que debería recoger una nueva formulación de la circulación que cumpla el doble objetivo de proteger a los más débiles sin que ello suponga un detrimento de la actividad de los mismos. O lo que es lo mismo, cómo conseguir que cada vez menos ciclistas y peatones sean víctimas de atropellos sin reducir el número de gente que camina o anda en bici.

Así le hemos ido dando la vuelta a todo lo concerniente a los requisitos y las condiciones para que la circulación ciclista sea segura, porque la peatonal parece que lo sea. Reducción de la velocidad, reconocimiento del derecho del ciclista a ocupar el carril que le convenga, permiso para que las bicicletas circulen en contradirección o por espacios peatonales, conveniencia o necesidad de que los ciclistas aporten una formación básica o se provean de su propia protección... y sin embargo nadie habla de los verdaderos causantes de la gravedad de las colisiones que no son otros que los coches.


Querida Directora General de Tráfico, querido Ministro del Interior, queridos representantes del mundo de la bicicleta y queridos portavoces de los peatones dejad de taparos los ojos con estupideces del tamaño del casco o de disputas por el derecho a circular por las aceras: el problema son los coches.

Son los coches en circulación los que ponen en peligro a las personas en las calles de nuestras ciudades. Como en las carreteras. Simplemente con disuadir del uso del coche se combatiría de tal manera la sangría que provoca su circulación que no haría falta pensar en otras medidas complementarias. Con menos coches en circulación habría menor probabilidad de sufrir las consecuencias inevitables de su uso: los accidentes.

Lo que pasa es que esta Dirección General de Tráfico, como este Ministerio, como en general todos los responsables políticos y tecnicos que nos rodean no se pueden permitir ni siquiera sopesar la posibilidad de disuadir del uso del coche porque se juegan demasiado y no quieren reconocerlo.

Porque bastaría con perseguir el cumplimiento de las velocidades, el escrupuloso respeto de los pasos peatonales, de las distancias de seguridad y hacerlo con castigos ejemplares, a la vez que se articularan medidas para hacer que los coches sólo se utilizaran por causa mayor. Con eso, con menos coches en la calzada, el resto de actores de la circulación verían que todo sería más fácil.

El casco o la circulación por aceras o por aceras bici no resuelven el problema, al contrario, lo agravan, porque el primero disuade del uso de la bici y la segunda multiplica la probabilidad de sufrir accidentes graves en los pasos de calzada.

4 comentarios:

  1. Enhora buena por vuestra editorial.
    Al menos alli en España Uds, pueden debatir estos asuntos y hacerse oir y/o ver...
    Aqui el la Argentina, no solo nos falta el civismo y la urbanidad que teis vosotros, sino que ademas, el Estado legisla como mejor le conviene, sin pensar en los ciudadanos, solo en la perpetuidad politica, basta ver las noticias internacionales respecto de nuestro pais para saberlo.
    Nuestros deseos de que mantengan la misma linea que el resto de Europa, y un fuerte abrazo desde Buenos Aires... Venga!
    Ciclismo Urbano.

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  2. Enhora buena por vuestra editorial.
    Al menos alli en España Uds, pueden debatir estos asuntos y hacerse oir y/o ver...
    Aqui el la Argentina, no solo nos falta el civismo y la urbanidad que teis vosotros, sino que ademas, el Estado legisla como mejor le conviene, sin pensar en los ciudadanos, solo en la perpetuidad politica, basta ver las noticias internacionales respecto de nuestro pais para saberlo.
    Nuestros deseos de que mantengan la misma linea que el resto de Europa, y un fuerte abrazo desde Buenos Aires... Venga!
    Ciclismo Urbano.

    http://www.facebook.com/pages/Ciclismo-Urbano/372575109422193

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  3. si son tontos los coches que cuando llueve corren mas jje

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  4. A ver si se dan cuenta desde los poderes públicos y obligan a los responsables políticos a desplazarse en bicicleta.

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