jueves, 15 de marzo de 2012

Nadie está libre de pecado

Nadie, y el que dice que lo está miente. La bicicleta invita a pecar. Hoy me ha conmovido la lectura de un artículo en el blog de "El de la bici", en el que se recoge el testimonio de una persona que se ha incorporado a la movilidad ciclista urbana. Narra con sencillez y sinceridad las circunstancias que ha ido encontrando en su devenir ciclista. Simplemente genial y ejemplar. Y no precisamente por sus prácticas, sino por su estilo. Sin chulería, sin arrogancia, con dignidad, sin apocamiento, sin complejos, con naturalidad va enumerando sus "bicisitudes". Y me ha dado que pensar.

Aquí nos encontramos deliberando o casi delirando sobre lo bueno y lo malo, sobre lo inconveniente y lo necesario, sobre los castos y los pecadores y, mientras tanto, la vida sigue sucediendo en la calle, donde cada uno se busca la vida como puede de acuerdo con sus posibilidades y sus circunstancias. En bici. Y me he mirado al espejo y me he dicho ¿y tú?¿acaso tú eres impecable?¿o es que tú no cometes faltas, no te permites tus licencias, no tienes tus debilidades?


Claro que sí. Todos hacemos de las nuestras en bici. Yo también, por supuesto. Yo también utilizo las aceras para circular y hago contrasentidos, yo también me salto semáforos y no cedo el paso. A veces. Y tengo mis enganchones con los demás. Faltaría más. Yo también ando en bici y eso conlleva en algunos casos hacer este tipo de jugadas. Somos humanos, somos débiles.

Ahora  bien, la diferencia no está en hacerlo o no, sino en cómo y por qué se hacen. La actitud es la clave del asunto. Saberse infractor en muchas ocasiones te obliga a ser especialmente cortés y te hace estar mucho más dispuesto a pedir disculpas, a dar una explicación, a pedir permiso y a reconocer la falta. El problema es la arrogancia. Y su hermana mayor: la prepotencia. Si todos pusiéramos un poco de nuestra parte para entendernos esto funcionaría mucho mejor. Mucho mejor.

Creo que merece la pena mirarse de vez en cuando al espejo y preguntarse ¿haces todo lo posible por entenderte con los demás? Nos iría mucho mejor a todos y harían falta menos normas absurdas para regularnos.

2 comentarios:

  1. ok Eneko, estoy contigo en cuanto a la actitud y tranquilo que todos somos humanos y nos equivocamos.
    www.bicue.blogspot.com

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  2. Me ha encantado el artículo enlazado. Muy bueno.

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