domingo, 9 de octubre de 2011

¿Debe un ciclista ceder a otro en un paso de cebra?

No es broma. Es un caso real. Demasiado real y cada vez más frecuente, desgraciadamente, en un mundo que cada vez es más surrealista y cobra tintes más grotescos y penosos. Es, además, uno de los debates más enconados entre esos que insisten en circular por aceras, cuenten con "facilidad ciclista" o no. Frenazos, bocinazos, aspavientos, palabras gruesas y la consabida llamada al Derecho, así, con mayúsculas, están a la orden del día en los pasos de cebra de las ciudades en las que, como la mía, cada vez más ciclistas han invadido las aceras o circulan por unos caminos imposibles a los que llaman "carril bici" con la Ordenanza de Tráfico en la mano.


Ya he insistido más de una vez en la singularidad de Pamplona y Comarca, que va mucho más allá de los Sanfermines y que alcanza cotas internacionales también en su originalidad a la hora de hacer la "cosa ciclista" que aquí llaman ciclabilidad. Además de haber conseguido el inestimable logro de apartar a las bicis de la calzada en calles donde no hacía falta y dejarlas desvalidas en otras donde merecería la pena darle un trato diferenciado, el Ayuntamiento de la capital navarra, vitoreado por algunos inconscientes que dicen defender intereses ciclistas, ha ingeniado toda una serie de recursos para dar carta de naturaleza a este despropósito y justificar lo injustificable.

Así ha aprobado, sin demasiada oposición también hay que decirlo, una Ordenanza de Tráfico que da rienda suelta a la improvisación y acaba regulando aquello tan simpático de que "los ciclistas pueden cruzar el paso de cebra montados en la bici tras pararse" (que hoy recoge el diario de más tirada aquí) entre otras muchas joyas de tintes surrealistas. Todo un dechado de creatividad, en la ciudad en la que a los ciclistas se les ha permitido circular por las aceras que el consistorio ha pergeñado para tal fin con el simple gesto de pintar una raya discontínua y en la que la prioridad es peatonal y la velocidad máxima de circulación ciclista no puede sobrepasar los 10 kilómetros por hora, que nadie está seguro cómo se miden, ni si se miden, ni si se pueden medir. Y eso es sólo una pieza de todo un muestrario. Y no sólo en Pamplona, que en otras partes cuecen habas con mucho más caldo. Por ejemplo, Sevilla o Vitoria-Gasteiz.


Lo que pasa es que, de puro descabellado ya que es todo, nos estamos acostumbrando a discutir sobre cosas laterales como ésta con tal vehemencia y acaloramiento, como es propio de estas latitudes, que acabamos olvidando que con un poco de comprensión, de empatía, de querer compartir, de querer convivir no harían falta tantas normas, tantas argucias, artilugios y artificios para circular, para discurrir, con respeto y con agilidad.

Pero nos gusta lo complicado, y acorazarnos de derechos para rivalizar en situaciones auténticamente ridículas en vez de simplificar, utilizar el sentido común y ceder cada uno un poco para ganar todos mucho. No sé si es una cuestión genética, cultural, social, política o una ensalada de todo ello pero aquí el que es cívico es todavía un pardillo al que toda una cohorte de espabilados le toman ventaja. Y así se nos va la vida, discutiendo por chorradas y olvidándonos de lo esencial que es vivir mejor.

Lo peor de todo es que, con el mero hecho de que sea discutible estamos dando carta de naturaleza a un disparate tal como que cualquier persona acuda a un paso de peatones (desde una acera obviamente) montada ya en su bicicleta y esto, que para nada es natural, al único que otra vez beneficia es al estatus del coche que se queda por pura asimilación con la hegemonía de la calzada.


Yo seguiré circulando por la calzada y  yo no os voy a ceder el paso cuando usurpéis un paso de peatones, aunque vengáis de un carril bici, porque sigo creyendo que circular por la acera puede tener una lógica, pero querer hacerlo con derechos es injustificable y además agravia de una manera determinante a los peatones. Espero que entendáis que lo hago por defender vuestros derechos irrenunciables en la calle, más que por intimidaros como hacéis vosotros con los peatones.

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¿No sería más fácil hacer simplemente esto? 
¿O representaría una humillación para muchos ciclistas?


4 comentarios:

  1. Pides empatía y comprensión pero el tono de tu post no denota mucha. Yo seguiré yendo por las SUFICIENTES aceras de PAMPLONA y parándome en el paso de peatones "montado" hasta que me cedan. Allá cada cual con las aficiones a deportes de riesgo, como ir por la calzada en bici por estos lares.
    Y si, cuando pasa un ciclista pos la calzada yo le cedo, sin problema ni humillación

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  2. Eneko, te estás convirtiendo en el Mahoma del ciclismo en la ciudad. Tú tienes la verdad, oh profeta.

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  3. Ja ja ja ja... Bienvenido al "Talibanismo" por decreto carril-parroquial y excumunion de la Santa Iglesia Carrilbicólica, Eneko.

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  4. Hola colegas...sobre todo sosiego y tranquilidad ciclista. Lo que se trata es de buscar convivencia y si nos vamos a los extremos malo. Creo que en vias pacíficas con el 30 km/h. quizás el carril bici sobre, pero en arterías principales rápidas sin espacio en calzada para bici y SUFICIENTE para bici-acera, con prioridad siempre al peatón podría ser una lógica solución.
    Pero no busquemos enfrentamientos innecesarios entre los que defendemos la bici.
    Estamos en Cartagena www.bicue.blogspot.com

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