Es quizá la frase más nefasta y más funesta de las que habitualmente se utilizan en nuestras vidas cotidianas. En las últimas semanas me ha tocado navegar en distintos ambientes donde se utiliza y donde se cobra los peores dividendos cuando se mezcla. Especialmente si la mezcla es fiestón, compañía, madrugada y carretera.
Todas estas mañanas he estado circulando en sinuosas y espectaculares carreteras locales y he podido observar algunos dibujos, que son la expresión inequívoca del "Yo controlo" hecha con las cubiertas de un coche en los rincones más insospechados de estas encantadoras rutas.
Y me he echado a temblar sólo de imaginarme cuál debe ser la destreza de estos conductores para conseguir estos trazos imposibles.
Sin embargo, y pese a que en estas fechas hay fiestas por todos lados, donde se promociona el "ponerse hasta las orejas" y se premia la resistencia a los "gaupasalaris" (como se les llama por aquí a los trasnochadores) sobrados, que, bien vistos, no son más que la reproducción más esperpéntica de lo que una sociedad aterradoramente idiotizante está consiguiendo, nadie acaba de darse cuenta de que es la causa que más vidas cuesta entre nuestra juventud en este país. Y el "yo controlo" sigue teniendo espacio y vigencia entre estos "valientes" homicidas.
Por cierto, y hablando de controlar, en estas últimas semanas lo que no he visto ha sido ni un sólo control de alcoholemia en estas preciosas carreteras sembradas de preciosos pueblos en fiestas. Sin embargo, he visto reproducirse estos trazos mortales, rematados por toques en defensas, cunetas y "quitamiedos", con cristalillos decorando arcenes.
Las fiestas, la borrachera y los coches son elementos indisociables. Sin uno de ellos, resulta imposible pretender acceder a los otros. La consecuencia: una ruleta rusa. Hagan juego estúpidos.
El colmo del "Yo controlo" (por desgracia siempre hay un colmo para todo): que el conductor del servicio público de autobuses montado para evitar precisamente que muchas personas utilicen el coche para asistir a fiestas de los pueblos dé positivo en un control de alcoholemia. Demencial.
Creo que tienes toda la razón,me ha gustado artculo y comparto tu opinión.
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