miércoles, 18 de mayo de 2011

Tonto el que lo lea

Vivimos unos tiempos en los que lo que está escrito ha pasado de estar depreciado a no valer para nada. Sólo valen las leyes y sólo si hay vigilancia sobre su cumplimiento. El resto es papel mojado. Vale más una opinión, una declaración o un comentario que todo lo demás. Vivimos unos tiempos en los que tergiversar es, más que una práctica cotidiana, algo asumido por toda la población. Nadie cree nada.


Donde dije digo, digo Diego

El tema se agudiza espectacularmente en tiempos preelectorales, donde el ejercicio consiste en escribir las promesas y contarlas como si se pudieran hacer realidad, simplemente por el hecho de alcanzar el poder. Resultan mucho más descabelladas cuanto menor es la probabilidad de llegar a la ansiada poltrona. Pero lo más grave de toda esta pantomima política es que no se la cree nadie y todo el mundo, empezando por supuesto por los propios políticos, sabe que un programa electoral no va más allá de un cuento más o menos bien contado y que sólo sirve para conseguir votos. Para gobernar y para ejercer la oposición ya están los chanchullos y la dialéctica.

Estudios, planes, programas y pactos

No me voy a dedicar a desgranar cada una de las promesas que se recogen en los panfletos electorales de las distintas formaciones políticas que se presentan en el territorio donde vivo, no. Sólo quiero hacer referencia, ahora que parece que hay una cierta incertidumbre respecto a quién y cómo puede gobernar aquí, a algunos de los documentos que, siendo realmente prometedores, han resultado ser papel mojado.

Empezando por el Pacto de Movilidad Sostenible de Pamplona, en el que se recogían una serie de mandatos que han sido totalmente ignorados, tales como: que el peatón gozará de la mayor protección y prioridad a la hora de reconfigurar la circulación y el tránsito en la ciudad, que los espacios que se habiliten para la circulación ciclista siempre se harán a costa de reducir espacios de circulación de vehículos motorizados, que el objetivo debe ser disminuir el uso del automóvil privado y otras lindezas del estilo. Promesas.

Fruto de dicho Pacto se redactó el Plan de Ciclabilidad que perseguía: crear una red ciclable funcional, segura, que se implantara de una manera progresiva y potenciara la intermodalidad. Todo esto es interpretable. Pero lo que no es interpretable son los criterios dimensionales y constructivos que propone. A saber:
  • Banda unidireccional: 1,5 metros (1,0 excepcionalmente y debidamente justificado)
  • Banda bidireccional: 2,5 metros (2,0 excepcionalmente y debidamente justificado)
  • Sobreanchos cuesta arriba: +0,5 metros
  • Separación banda aparcamiento: 0,8 metros (0,5 excepcionalmente)
Para las intersecciones:
  • Deben ser advertidas con la suficiente antelación para que los ciclistas tomen las precauciones convenientes en relación a su marcha.
  • Deben permitir que peatones, ciclistas y automovilistas se perciban unos a otros con suficiente tiempo para la prevención y espacio para la reacción.
  • Deben ser claramente legibles para facilitar las maniobras y evitar titubeos y decisiones erróneas.
  • Deben minimizar los tiempos de espera y los recorridos ciclistas.
Para aparcamientos:
  • Se propondrá la modificación del PGOU para obligar a que en las obras de nueva planta y en las reformas se obligue a una dotación mínima de una plaza de aparcamiento de bicicleta por vivienda.
  • Los equipamientos y servicios públicos, así como todos los espacios abiertos del centro de la ciudad, deberán tener sus estacionamientos para bicicletas.
  • Se procurará buscar operaciones inmobiliarias en el centro con aparcamientos subterráneos.
Y muchas más. Ahora bien, esto ya no son promesas. Estamos hablando de un Plan Municipal de obligado seguimiento, que hay que dotar anualmente y que hay que ejecutar de acuerdo a unos plazos preestablecidos.

Luego están esos planes conveniente no aprobados que se han quedado en diagnósticos de una situación y de unas propuestas de actuación para mejorar la accesibilidad y la movilidad sostenible tales como el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de la Comarca de Pamplona y el Plan Director de la Bicicleta de Navarra, de los que todo el mundo sigue hablando e incluso han recibido dotaciones presupuestarias pero que no han llegado a ver la luz.


Yo soy tonto y leo muchos de estos documentos, porque soy de los que creo que sólo lo que está escrito merece la pena ser tenido en cuenta para ser reclamado en caso de incumplimiento, ya que las palabras se las lleva el viento. Pero empiezo a creer que ya ni siquiera lo que está escrito y aprobado, aunque sea exigible, es de obligatorio cumplimiento y ejecución. Si no a ver quién me explica por qué no se ejecuta.

Luego habrá alguno que se sorprenderá de que haya gente que reclama "democracia real"... esto es insostenible.

3 comentarios:

  1. Los criterios tomados para las vías ciclistas citadas, son los criterios establecidos en los manuales para el diseño de carriles-bici. Es decir, debido a su ancho no dota de seguridad al ciclista, salvo que circule a menos de 5 ó 10 Km/h:
    http://www.youtube.com/watch?v=NEainj_l7to

    Por lo tanto, el carril-bici no mejora la circulación ciclista, sino que canjea el derecho a circular en la calzada por el encajonamiento en una vía de peores condiciones que estrangula la circulación ciclista destruyendo su atractivo y pontencial como medio de transporte eficaz.

    He aquí nuestra propuesta de criterios de calidad para las vías ciclistas en la ciudad:
    http://biciescuelagranada.blogspot.com/2008/12/criterios-de-calidad-para-una-via.html

    Muchas gracias

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  2. Yo también soy tonto...(no eres "afortunadamente" el único). Saludos desde Sevilla.

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  3. La escuela de arquitectura de mi universidad no cumple con la normativa de accesibilidad. Tiene cojones que un edificio que han remodelado (manteniendo la estructura rehicieron todas las particiones internas del edificio para reconfigurar el espacio) hace menos de 10 años se pase por el forro todo el tema de rampas, accesos, dimensiones de los aseos, plan de evacuacion de emergencia... etc. El dia que haya un incendio hay que cargarse al compañero a las espaldas y salir por patas.

    Podriamos poner miles de ejemplos de normativas que se incumplen y no pasa nada.

    Lo que hay que hacer es denunciar, ¿no?

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