lunes, 13 de diciembre de 2010

La ciclología, una ciencia inexacta

Las premisas:
  • El coche lo es todo y lo tiene todo.
  • El peatón ha recuperado algunos espacios aislados y algunos corredores en la jungla motorizada.
  • La bicicleta y el autobús han quedado discriminados y queremos que recuperen oportunidades.

Ilustración de Maru Sandoval recogida de Rueda Libre

La hipótesis:

Hay que restar espacio al coche para dárselo a los demás


La antítesis:

El espacio es el que es, hay que compartirlo


La síntesis:

Hay que restar oportunidades al coche y dárselas a los demás y esto se hace quitándole espacio, prioridad, derecho de paso, penalizando su uso y mejorando las condiciones de circulación de los demás e incentivando de manera explícita a éstos.


El ensayo ciclológico:

No sabemos cómo hacerlo y simplificamos. Reduccionismo. Hacemos caminos para bicicleta sin restar espacios y oportunidades al coche. Pero no tenemos empacho en condicionar y quitar espacios a los peatones. Y ponemos servicios de préstamo de bicicleta para animar a la gente a probar si todo esto funciona de una manera masiva, sin cuestionar su utilidad real, su precio, sus contraprestaciones, sus compromisos y sus problemas.


El error ciclológico:

Hemos elegido el camino equivocado. Esto no resta coches. Y además perjudica a los peatones, incrementa los accidentes y es carísimo. Y para más inri genera un precedente.


La causa:

Tenemos miedo. Miedo no precisamente del tráfico, que también. Miedo de que el coche pierda preeminencia. Creemos que la industria del automóvil y el uso intensivo y prioritario del mismo son el soporte de la economía, el bienestar y la estabilidad social en la que nos hayamos inmersos. Y por tanto son incuestionables e incondicionables. Pero no nos engañemos es insostenible y, más que eso, resulta invivible.


El efecto:

Replantear la estrategia y enfrentarse al problema con decisión. Es decir, seguir conquistando derechos y oportunidades para los que optan por no utilizar el coche y quieren ciudades más habitables. Y quitarle opciones al coche: opciones de circulación y opciones de aparcamiento.

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo.
    Salvo por la causa: no estpy seguro de que sea la que mencionas.

    Cuando tengas oportunidad dale una leída al libro de Oscar Patsí, hay un texto y una réplica buenísima sobre este tema que tratas en la Ciclología.

    Tú la inventaste?

    Saludos!

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  2. en otras partes ya empiezan a entender que la clave es el espacio que le damos al coche:
    http://www.publico.es/espana/351267/paris-inicia-su-segunda-revolucion-sobre-el-asfalto
    luego, quedan otras tendencias que van en contra de esto, como el seguir desarrollando las ciudades siempre más lejos, pero quizás empieza a ver un cambio de chip.
    Salud!

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  3. Ahí va ni opinión: El coche (privado y utilizado por una persona) está empezando a perder terreno debido al actual contexto de crisis. Los desplazamientos están empezando ya disminuir (sobre todo los vinculados al ocio). La obviedad es que resulta demasiado caro y encima el precio del carburante está subiendo. Lo que no están haciendo las administraciones (exceptuando el car sharing) es crear alternativas a la movilidad anticipandose a un escenario en el que tener un coche no va a ser un privilegio tan universal en nuestras sociedades. Va a haber cambios sustanciales en la movilidad. En fín, supongo que lo que estoy diciendo es que el uso del auto privado va a disminuir por una cuestión méramente económica. Tiempo al tiempo. De mientras trabajemos por tener alternativas al coche.

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