martes, 1 de junio de 2010

Miedo ¿inseguridad, peligro... o interés?

En este tema de la ciclabilidad hay una cuestión que siempre se pone en juego para justificar la escasez de ciclistas en nuestras calles: el miedo. Miedo al tráfico, miedo a circular en bicicleta por algo que no sea un circuito protegido, miedo a ser atropellado, miedo a la lluvia, al frío, a mancharse, a sudar... El miedo, ese amigo íntimo tan popular, tan privado y tan público, tan interesado y tan interesante. Miedo a los demás, a la calle, a lo desconocido, a la incertidumbre.

Un miedo que no se basa en el peligro sino en la inseguridad. O mejor dicho en la percepción de inseguridad. Y en esto de la ciclabilidad, la inseguridad de andar en bici con los coches es algo tan irracional como antinatural. No está relacionado con el peligro, es decir, con la conservación de nuestra integridad. No. Es algo más oscuro, más siniestro. Es una visión, un fantasma que no nos deja ver que lo verdaderamente peligroso y mortal es andar en coche o en moto, no andar en bici.

Y mucho menos, andar en bici en el tráfico. Como uno más. Actuando e interactuando, ocupando nuestro espacio, siendo visibles, defendiendo nuestro derecho, nuestra condición. De hecho, está demostrado que la mayoría de los accidentes en los que se ven involucrados ciclistas, sobre todo en espacio urbano, ocurren en pasos peatonales e incorporaciones desde carriles bici o aceras. Prácticamente no hay atropellos de ciclistas por alcance. Es una pena, porque llevamos muchos billones gastados en construir infraestructuras para "separar a las bicicletas del tráfico hasta que éste se pueda calmar" y no nos hemos dado cuenta que la mejor manera de calmar el tráfico es contar con muchos vehículos de velocidad lenta en nuestras calles.



Claro que hace falta más respeto, más comprensión, más empatía... más civismo entre todos automovilistas y ciclistas, ciclistas y peatones, automovilistas y peatones, pero el camino no está en segregar a los más débiles sino en mejorar las condiciones de su integración. Buscar espacios compartidos, hacer ciudades más amables, más humanas, más habitables.

El problema quizá sea que todos nos encontramos seguros con nuestros miedos... y eso es lo que nos hace más "auto-inmovilistas" ¿o no?

1 comentario:

  1. SIEMPRE que escucho hablar de la bici...es en ámbito ur-ba-no.Nunca se habla de la circulacion de bicis en las carreteras,y esto,en España,está FATAL.Cada vez hay más carreteras que pasan a ser autovias,y curiosamente nadie se acuerda de que el tránsito no motorizado tiene derechos.
    La libre circulacion de PERSONAS,vayan en el medio de locomocion que vayan,se vé privada de libertad por vallas y señales de prohiben el acceso a algunas carreteras.El reglamento general de la circulación dice,en alguno de sus artículos,que cuando una carretera está prohibida a las bicis,habrá una señal indicando la ruta alternativa.NUNCA he visto estas señales,y en Zaragoza los policias de trafico me obligaron a retroceder,yendo en bici,80 kms,por no poder pasar por un tramo de 1.5 kms de autovia.Esto conlleva que no se pueda llegar en bici a algunos pueblos de España,siendo la unica solución subirla en un tren de cercanias.¿No es esto vulnerar mis derechos?
    Para entrar a Barcelona,en bici,desde el centro de Cataluña,hay que dar una de vueltas increible,porque todas las carreteras de acceso a la gran ciudad son autovias,y solo estan pensadas para vehiculos a motor.España tiene muchos deberes que hacer todavia...

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