jueves, 29 de diciembre de 2016

Decidido, me hago cicloextremista

Ya estoy aburrido de pensar que no hay opción óptima sino optimista. Ya me he cansado de recordar que lo peor es enemigo de lo bueno y de que no hay una solución para todos los casos. Ya no puedo seguir cuestionando cualquier máxima, venga de donde venga. Paso de seguir haciendo de abogado del diablo ciclista o de incendiario incrédulo de la fórmula mágica de la promoción de la bici. Basta ya de medias tintas. Me agota aguantar el fuego cruzado y pasar por responsable del "fuego amigo" en ambos. Desisto.

Así que voy a seguir la recomendación de algunos de mis detractores más fervientes y me voy a hacer un extremista de la bicicleta, como ellos. Creo que voy a vivir mejor. Lo que no sé es a qué secta apuntarme. Aunque me parece que va a dar lo mismo.

Está por un lado el carrilbicismo, grupo que evangeliza en la verdad de la infraestructura segregada y exclusiva para las bicicletas, da igual cuál y de qué calidad sea. Piensan que sólo la infraestructura lo más mallada posible garantiza el incremento exponencial de usuarios ciclistas y la percepción de seguridad de los mismos en su circulación. Su eslogan "Carril bici ya". Su argumento: el miedo. Su excusa: si no, invadiremos las aceras. Demoledor. Sencillo. Dogmático.


En el lado opuesto está el calzadismo, minoría que catequiza en la utilización inexcusable de la calzada, compartiendo su circulación con el resto del tráfico rodado, sean las condiciones que sean. Les gusta grabar en video sus experiencias y confía en la educación individualizada por grupos de catequistas iniciados con manuales de distintos autores. Les encanta ejemplificar con testimonios de redención. Son más una secta que una religión, pero la simplicidad de su ideario les hace ser atractivos. "No vamos a esperar a nada para andar en bici" es su máxima.

Como buenas sectas, aunque trabajen con la misma población, se consideran enemigos acérrimos y se fortalecen enfrentándose a sus adversarios. Ambos grupos actúan en coros de correligionarios y confían en la repetición de sus credos hasta la extenuación como única vía para evangelizar y lograr adeptos. Ambos grupos son monolíticos e incorruptibles. Se conocen pocos casos de disidencias y son especialmente execrables para el grupo originario.



Me va a costar decidirme, pero, cuando lo haga, prometo deciros en qué bando me he alineado y por qué.

8 comentarios:

  1. ¿y por qué hay que hacerse de una u otra secta?. no sabía yo que sé es blanco o negro, pero vamos, que yo estoy feliz circulando por la calzada y utilizando los carriles bici cuando tengo ocasión. Entiendo el miedo a ir por la calzada en muchos casos, y también entiendo que la acera es de los peatones (aunque en la antigua ordenada municipal se permitía circular a los ciclistas al paso del peatón, pero no se cumplía, una pena). Bueno, lo cierto es que según voy escribiendo voy entendiendo menos.
    Mejor te recuerdo una película que creo que vimos juntos, "Mo better blues", pero su fabulosa traducción en este país" "Haz lo que debas"

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  2. Te has olvidado de describir una faceta que tenemos los calzadistas y que nos diferencia sustancialmente de los carrilbicistas. Entre los calzadistas estamos los que decimos alto y claro que el fomento de la bicicleta no es el camino https://ciudadciclista.wordpress.com/2014/02/10/la-bicicleta-no-es-el-camino/ En el carrilbicismo, en cambio, el camino es el carril bici y la bicicleta. No me defraudes ahora. ¿También crees que el camino pasa inexcusablemente por el fomento de la bici? Entonces estás alineado en el biciclismo una visión muy corta de miras.

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    1. (*)biciclismo

      Quise decir alineado en el cicloextremismo, sin duda.

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    2. ¿Del Frente Popular de Judea?

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  3. Yo quiero pensar que es una crisis de crecimiento, una etapa por la cual hay que pasar para tener un nuevo modelo de ciudad. Otros ya pasaron por ahí.
    https://mobile.twitter.com/enbicipormadrid/status/815255500979896320

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  4. La situación aquí es clara: el modelo de carriles bici segregados y conectados está perfectamente contrastado: los números garantizan que es el modelo que permite el crecimiento real en el uso de la bicicleta.

    Por supuesto, NO todas las vías deben contar con un carril bici, y ahí entraría el discurso de ir por calzada: en vías específicas de doble sentido o de un sentido, donde la velocidad máxima (real) es de 30 km/h, obviamente no tiene sentido que existan carriles bici.

    Como véis, no hay guerra, ambos casos son correctos según el caso y la situación!

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  5. Por cierto, pasaos por nuestro blog: https://sicarrilbicimadrid.home.blog/

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