lunes, 27 de octubre de 2014

Con bicis y a lo loco

Así. A lo bestia. Así es como circulan muchos a bordo de sus bicis. Sin cuidado, sin miedo, sin mirar. Jugándosela así porque sí, a lo loco. Sin cabeza.

La penúltima, el atropello de un ciclista a un autobús urbano, en la Zaragoza de los cicleatones. ¿¡Cómo hay que ir para estrellarse contra el lateral de un autobús urbano transitando por una acera!?

¿Quién asiste a estos bienaventurados? 

¿En qué endiablada cabeza cabe cruzar un paso de peatones, de bicis o simplemente saltar a la calzada sin mirar y sin asegurarte de que te han visto? Pues parece que en más cabezas de la cuenta. Y, la verdad, no se sabe bien a quién se encomienda esta gente porque su ángel protector no está haciendo la labor.

La pandilla de descerebrados a pedales crece y crece sin cesar, y con ella los siniestros en los que se ven involucrados bicicletas que, con toda la razón, ya ha dejado de preocupar a nuestras autoridades, a los medios de comunicación de masas y al público congregado y ha empezado a indignarles porque se está consolidando como uno de los problemas de seguridad vial más acuciantes de nuestras ciudades. Y, lo que es peor, está enervando a los propios promotores de la bicicleta que ven, indefensos, como las estadísticas les empiezan a quitar la razón cuando defienden este vehículo como más seguro.


¿Cómo vamos a resolver este problema?

Es la pregunta del millón en la alocada carrera de la promoción de la bicicleta que se ha vivido en nuestro país desde hace más de una década y que sigue su momento inercial en estos tiempos de sequía presupuestaria y dieta económica.

Parece que las posiciones son irreconciliables: o se deja a los ciclistas circular por las aceras y se hace cursos minoritarios para educarles a cómo hacerlo, o se les obliga a abandonarlas a base de persecución y multas y se les abandona en un tráfico que se ve como poco apropiado en muchas vías.

La vía intermedia no se comprende porque genera también enfrentamiento entre las distintas facciones bicicleteras. Esa vía intermedia que abogaría por tranquilizar el tráfico informando de la presencia de ciclistas en la mayoría de las calles y que necesitaría segregar a los ciclistas en las grandes avenidas y en las cuestas parece que no cuenta ni con la unanimidad de los propios ciclistas.

Parece que tiene que ser todo o nada o, más que eso, todo a una carta o nada de nada. Así los ciclistas que abogan por la integración de la bicicleta en el tráfico como un vehículo más son incapaces de tolerar ningún tipo de segregación y lo dejan todo en manos de la educación vial voluntarista y, frente a ellos, los segregacionistas sólo son capaces de aceptar la circulación por carriles bici como único garante de su seguridad y, si no, aceptan de buen grado la invasión de las aceras. Así integristas y segregacionistas, todos se presentan absolutistas y, como tales, cerrados al diálogo y poseedores de la verdad absoluta e incuestionable.

Y luego nos quedan nuestros políticos, temerosos de importunar al tráfico motorizado, que prefieren no mover ficha que equivocarse.

Las cosas deben cambiar.

7 comentarios:

  1. Y no te olvides de aquellos que, como tu haces, insisten en que los ciclistas son mayormente unos irresponsables y que por tanto suelen ser los responsables al ser atropellados... y que les deben imponer un carnet obligatorio, seguro, casco y demás ridiculeces.

    Si pides seriedad y moderación deberías empezar por ti mismo.

    Aparte de eso, también te daré mi opinión sobre ese supuesto "problema acuciante de seguridad vial": hay cafres en bici como los hay en todo tipo de vehículo y sin el (peatones) La diferencia es que las bicis son algo "nuevo" y todos se fijan... has visto alguna vez a los repartidores en moto por el centro de Madrid? A los peatones en la calle mayor a la altura de Sol? A las furgonetas de reparto por todas las zonas semi-peatonales? A los corredores de carreras por las avenidas de Madrid?

    Te recomiendo un articulo muy bueno de enbicipormadrid donde hablan sobre por que las bicis no cumplen con ciertas reglas.

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  2. Gracias Anónimo por tu comentario, pero creo que no acabas de comprender en qué realidad te mueves.

    Una cosa es que los ciclistas deban relativizar algunas normas de un tráfico pensado para los vehículos motorizados y otra cosa es no querer ver cómo mucha gente se juega el tipo a bordo de sus bicis, además con la palmadita en la espalda que gente como tú les dais simplemente porque montan en una bici.

    El problema es que la gente sigue siendo atropellada y lo peor es que muchas de las presuntas víctimas ni siquiera se lo esperan. Eso es lo que debería preocuparnos y no las ganas de enzarzarnos en discusiones estériles y personalistas.

    El "y tú más" que arguyes tampoco justifica la menor. Lo siento pero no.

    Te recomiendo también este artículo al hilo del de Enbicipormadrid: http://bicicletasciudadesviajes.blogspot.com.es/2011/02/la-teoria-de-la-relatividad-se-gesto-en.html

    Un saludo.

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  3. Eneko, en mi opinión no aciertas en describir la postura de los integradores.

    En primer lugar, porque no lo dejamos todo en manos de la educación vial voluntarista, sino en una auténtica promoción del uso de la bici cuyo pilar fundamental sea la autonomía del ciclista (algo que no se ha hecho en ningún lugar de este país).

    Y, en segundo lugar, porque sí somo capaces de tolerar algún tipo de segregación. Lo que no vamos a aceptar es que dicha segregación se realice sin tener en consideración los parámetros básicos de una conducción segura de la bicicleta, así como aquella que no facilite salir de ella e integrarse en el resto del tráfico en cualquier momento y siguiendo su lógica. Es decir, no hay ningún impedimento a una vía ciclista urbana segregada (junto al resto de la calzada) que sea de un solo sentido, sin separación física del resto de carriles convencionales, de un ancho como un carril de tráfico convencional y de uso compartido varios metros antes de una intersección.

    Saludos

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    1. De hecho, yo personalmente, no tengo problema con la segregación, aunque esté mal hecha, si:

      1. No estoy obligado a usarla.
      2. No pone en peligro al que decide no usarla.

      Ya está, si alguien quiere circular encajonado y corriendo riesgos innecesarios, bien, está en su derecho. Pero también estamos los demás en nuestro derecho a los puntos 1 y 2.

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    2. Pues vaya contradicción la tuya "superkaos". Primero te declaras "buen samaritano" con los bienaventurados dejándoles ir por los carriles que no les ponen en peligro y luego les tachas de ganado inconsciente de los riesgos innecesarios que corre.

      Revisa tus postulados que no se sostienen.

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  4. Jo, Eneko. ¿De las líneas de superkaos has llegado a la conclusión de que les llama ganado inconsciente? ¿Has leído lo que está escrito, tienes otro texto alternativo o lo del ganado estaba en tu subconsciente? Deberías controlar esa tendencia a la manipulación y ese punto de vista prepotente.

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    1. No sé, pero dime tú Anónimo que significa entonces eso de: "Ya está, si alguien quiere circular encajonado y corriendo riesgos innecesarios, bien, está en su derecho."

      A veces los que sólo sois capaces de leer lo que queréis leer ignoráis lo que realmente está escrito.

      Gracias por lo de prepotente, jo.

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