lunes, 28 de octubre de 2013

Bienvenidos al lado oscuro

El cambio de hora al horario de invierno representa el fin de la ilusión del verano infinito y la certeza de la llegada del melancólico otoño en un tránsito inexorable hacia el frío y oscuro invierno. Solo que lo hace sin tanta poesía, de repente y por una convención que nadie acaba de entender para qué demonios se hizo y por qué demonios se mantiene.

El caso es que ahora nos apagan la luz una hora antes, aunque también nos la enciendan esa hora antes por la mañana, lo que debería compensar las cosas, aunque no lo hace. La certeza de la incursión en la estación de las tinieblas y la tristeza de ver recortado ese rato a la tarde para disfrutar de la calle, sobre todo entre los menores, no se compensa con algo más de luz en el madrugón.

Nos obligan a ocultarnos antes, porque la noche no invita a esparcirse sino a recogerse, y nos hacen obligadamente más hogareños, de hecho nos confinan en nuestras casas como si fuéramos escandinavos, teutones o eslavos. Pero no lo somos. Y sufrimos por ello. Aunque nos hayamos hecho a puro fuertes. Porque esto no es algo que se pueda decidir, los horarios están, en su mayoría, preestablecidos, son innegociables.


A partir de ayer, a partir de hoy, a partir de mañana, el retorno a casa a la tarde va a ser a oscuras y eso, además de resultar más siniestro, por lúgubre, se convierte en algo más peligroso, sobre todo entre los ciclistas, porque tenemos que hacernos ver doblemente: una por habitualmente invisibles incluso con luz y otra por la pura falta de luz.

Así pues, hay que volver a recordar otra vez la imprescindible seguridad que aportan las luces y los elementos reflectantes y la necesidad de redoblar nuestra prudencia y nuestra prevención al circular, haciéndonos ver, señalizando, ocupando posiciones que no dejen lugar a la duda de nuestra trayectoria, de nuestras intenciones, de nuestras maniobras.

Porque todavía hay demasiada gente con pocas luces o sin luces, bienvenidos al lado oscuro si vais iluminados.

1 comentario:

  1. Kaixo Eneko!

    Joer... es desesperante ver a los chavales (y no tan chavales) circular por Gasteiz sin luces y por las aceras... no es una lucha perdida... realmente cuando se les dice algo (sin agresividad) son bastante accesibles y comprensibles.

    Gasteizko Bizikleteroak ha pensado en dar un regalito de 5€ a todos aquellos que se "vengan de 30s" los últimos viernes de cada mes... El bono SÓLO se puede gastar en luces. Imagino que pronto se anunciará en la web. A ver si así conseguimos que esto se solucione :D

    Un abrazo y al aire!

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