Artículo extraído del blog en bici por madrid y escrito por Villarramblas
Antes de pensar que me he vuelto loco, les ruego lean mis motivos y verán que esta decisión es cabal. Sé que algunos me pondrán a parir, porque sólo leerán el titular (un saludo a mis amigos de meneame.net). En todo caso, no espero que nadie comparta esta decisión. Lo escribo una vez para no tener que contarlo cien.
Hay dos maneras de no romperse la crisma: una es llevar un buen casco si hacemos algo peligroso, la otra es evitar el peligro. Ambas son respetables, yo he elegido la segunda cuando uso mi bici para desplazarme. Sé que muchos de ustedes piensan que eso no es posible, que la bici es demasiado insegura como para poder elegir no tener riesgos. Lo cierto es que sí podemos elegir, pero todavía poca gente lo sabe.
Llevo tres años colaborando como redactor en este blog en el que miles de lectores entran y cuentan sus propuestas, consejos y problemas. También cuentan sus accidentes, y eso es una información valiosísima de primera mano que no conoceremos jamás por los atestados policiales, que no se hacen públicos. Los accidentes ciclistas siguen pautas predecibles, aquí y en todo el mundo (donde sí se publican estudios sobre los atestados) y se pueden evitar con sencillos consejos. Incluso en esas caídas tontas que siempre pueden pasar tenemos capacidad para minimizar los daños y no sólo los de la cabeza, sino los de todo el cuerpo. Basta con ir suficientemente despacio y tener espacio a nuestro alrededor para poder esquivar imprevistos o poderse caer en un suelo libre de obstáculos, sin mayores consecuencias que alguna contusión.
Sé que hay ciclistas que les gusta correr, ir por terrenos accidentados, usar vías ciclistas demasiado estrechas, o incluso saltarse semáforos. En esos casos, el golpe es probable y me parece totalmente cabal llevar un casco para amortiguar el impacto si sucede en la cabeza. Pero déjenme elegir no participar en esas actividades de riesgo. Las calles de mi ciudad no tienen ramas ni farolas en medio de la calzada contra las que abrirse la cabeza, y jamás circulo cerca de un bordillo por ese motivo.
Antes de pensar que me he vuelto loco, les ruego lean mis motivos y verán que esta decisión es cabal. Sé que algunos me pondrán a parir, porque sólo leerán el titular (un saludo a mis amigos de meneame.net). En todo caso, no espero que nadie comparta esta decisión. Lo escribo una vez para no tener que contarlo cien.
Hay dos maneras de no romperse la crisma: una es llevar un buen casco si hacemos algo peligroso, la otra es evitar el peligro. Ambas son respetables, yo he elegido la segunda cuando uso mi bici para desplazarme. Sé que muchos de ustedes piensan que eso no es posible, que la bici es demasiado insegura como para poder elegir no tener riesgos. Lo cierto es que sí podemos elegir, pero todavía poca gente lo sabe.
Llevo tres años colaborando como redactor en este blog en el que miles de lectores entran y cuentan sus propuestas, consejos y problemas. También cuentan sus accidentes, y eso es una información valiosísima de primera mano que no conoceremos jamás por los atestados policiales, que no se hacen públicos. Los accidentes ciclistas siguen pautas predecibles, aquí y en todo el mundo (donde sí se publican estudios sobre los atestados) y se pueden evitar con sencillos consejos. Incluso en esas caídas tontas que siempre pueden pasar tenemos capacidad para minimizar los daños y no sólo los de la cabeza, sino los de todo el cuerpo. Basta con ir suficientemente despacio y tener espacio a nuestro alrededor para poder esquivar imprevistos o poderse caer en un suelo libre de obstáculos, sin mayores consecuencias que alguna contusión.
Sé que hay ciclistas que les gusta correr, ir por terrenos accidentados, usar vías ciclistas demasiado estrechas, o incluso saltarse semáforos. En esos casos, el golpe es probable y me parece totalmente cabal llevar un casco para amortiguar el impacto si sucede en la cabeza. Pero déjenme elegir no participar en esas actividades de riesgo. Las calles de mi ciudad no tienen ramas ni farolas en medio de la calzada contra las que abrirse la cabeza, y jamás circulo cerca de un bordillo por ese motivo.
¿Y los otros vehículos? pensaran ustedes. Porque uno puede ser cuidadoso con su bici, pero no puede controlar los coches que hay a su alrededor y que causan bastantes más accidentes a los ciclistas que las caídas propias. Afortunadamente, la gran mayoría de conductores no quiere problemas y procuran no chocar conmigo si les ayudo. Basta con ser predecible y visible, algo que se consigue respetando las normas básicas de circulación, usar luces de noche y situándose en el centro del carril en la calzada, aunque a alguno de ustedes le choque. Aunque crean que los accidentes los causan conductores desaprensivos o ciclistas locos, les sorprenderá saber que casi siempre se trata de coches que circulan correctamente y de ciclistas que creen hacer lo correcto pero no siguen estas dos reglas, a veces por desinformación, y a veces por obligaciones que las normas de tráfico imponen a los ciclistas contra toda lógica y contradiciendo las normas básicas, como circular en el ángulo ciego de un camión que va a girar.
Sí, lo sé. No me olvido de ese pequeño grupo de descerebrados al volante ante los que es imposible defenderse, ni siquiera cuando caminamos por un paso de cebra, y de los que leemos en prensa cada pocos días en la sección de Sucesos. ¿Puede ayudarme un casco en situaciones así de extremas? Sí, sin duda. Al igual que le puede ayudar a usted si es el peatón que tiene la desgracia de cruzarse en el camino de la violencia vial. Porque esos casos ya no son accidentes. Igual que una agresión sexual no es un accidente, ni lo es un disparo a bocajarro. Es violencia consciente contra el prójimo.
Y lo terrible es que estamos siendo cómplices de esta violencia cuando miramos hacia otro lado, o lo que es peor, cuando al enterarnos de noticias así, las despachamos con un frívolo "es que la víctima debería de haber llevado casco", sólo porque la víctima iba en bici. Me parece una degeneración moral extrema que se culpabilice a la víctima que no se acoraza frente a su agresor. Es algo que no tengo que explicar si se trata de un ciudadano atropellado, y me sonroja tener que hacerlo cuando ese ciudadano ha decidido subirse a una bicicleta.
No señores, quiero poder pasear por mi ciudad sin tener que defenderme de otros ciudadanos. Y rechazo firmemente cualquier ley que me considere un delincuente por ello.
Sé que la gente de mi alrededor me preguntará el porqué. Y me advertirán del peligro que supone desobedecer esa ley. No, amigos míos: el peligro es el mismo con ley y sin ella. Lo único que me juego es el dinero de una multa, y acepto pagar por mi desobediencia civil. La alternativa sería tragar con un reglamento que responsabiliza a la víctima de la conducción irresponsable de otros, y no quiero ser cómplice de esa barbaridad.
Cada vez hay más gente que se está dando cuenta del gran error que supondría tener una ley así, aunque hay quien todavía la defiende como modelo de comportamiento para los más jóvenes. Si usted piensa que mi desobediencia puede ser un mal ejemplo ante futuras generaciones, le pregunto: ¿Es ese el futuro que quiere para la ciudad en la que vive? ¿Quiere enseñar a sus hijos que estamos construyendo una sociedad donde no será posible usar una bici sin miedo a los demás?
Les propongo caminar hacia otro escenario: una ciudad en el que todos, incluso los niños, podamos usar la bici sin tener que defendernos de nuestros vecinos. Ese es el objetivo que debemos tener presente: hacer de la ciudad un lugar suficientemente civilizado para que el casco no sea necesario.
Y por supuesto, el día que me apunte a una ruta por los montes donde las piedras y las caídas son frecuentes, no tengan duda que llevaré casco. Mi decisión de no usarlo en ciudad no está reñida con el sentido común.
Gracias por expresar de forma tan clara lo que pienso desde hace mucho tiempo sin tener la facultad de expresarlo tan bien.
ResponderEliminarEspero que este articulo lo lea mucha gente y sirva para poner un poco de sentido comun.
Lastima que hable tan poco del posicionamiento correcto en el centro del carril. Cosa que podria estar prohibida en un futuro proximo.
La semana que viene entramos a saco desde EnbiciporMadrid con el tema de posicionamiento y el Reglamento.
EliminarYo me lo pondré cuando sea obligatorio, aunque nunca lo he usado en ciudad y no creo en él, no me apetece entrar en conflicto. Moverme en bici es una experiencia muy agradable que mi cuerpo me pide a diario y paso de tensiones.
ResponderEliminarMás difícil me parece que me obliguen a apartarme al borde del carril cuando no lo veo claro para mi seguridad. Supongo que volveremos a la época en que algunos conductores se sentían con derecho a que nos quitáramos del medio y nos pitaban simplemente por circular.
Para quien usa la bici como transporte diario, llevar el casco en la mano todo el día es un verdadero fastidio. O tener que usarlo cuando hace calor. Lo peor es que te da una sensación de seguridad falsa que inconscientemente te hace tomar más riesgos, no solo al ciclista sino al tipo que va manejando, te ve con casco y se preocupa menos por la seguridad el ciclista. Hay encuestas que confirman esto.
ResponderEliminarLa solución es ir despacio, siempre consciente de la propia fragilidad, de lo fácil que es hacerse mierda yendo en bici. Tenerle paciencia a los peatones y sobre todo conductores que no terminan de respetar al ciclista. Para mí es una lucha diaria recordarme esto, ir consciente, paciente, sin tomar riesgos, casi siempre despacio.
Mi caso y el problema es por algo que comentas tu en tus explicaciones yo tuve hace 27 años un accidente de moto y no llevaba casco ( lo quite segun dijo mi ex hacia 1km al pararme en un semaforo por el calor ) y un peaton me atropeyo ami ya que cruzo por una calle con doble sentido pero con rallas en el suelo de prohibido el paso aun haciendo esto como vivimos desde hace años en esta MIERDOCRACIA perdi el juicio aun siendo mi unica culpa circular por donde me obligaban las leyes .que se va ha hacer esto es la mierda de......
ResponderEliminarMuy bien expresado y estoy completamente de acuerdo con tus apreciaciones, pero algo puedo aportar que hay que diferenciar entre ciclista urbano y ciclista de carretera o ruta o montaña, es el ciclista urbano el que no debe llevar casco ya que como tu indicas razones existen otras mas y es que entregamos la ciudad a los brutales conductores de autos que no respetan y somos nosotros los que sedemos nuestro espacio, mañana deberíamos debatir que los peatones usen casco ya que tampoco respetan al peatón. No sedamos nuestros espacios los ciclistas urbanos somos mas y deberán entregar espacios seguros para movilizarnos por las ciudades
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