sábado, 25 de agosto de 2012

Besando el suelo

De vez en cuando ocurre. Es lo que tiene el equilibrio, que a veces se pierde. Ayer tocó desmontar de la bici involuntariamente y besar el suelo no precisamente con la boca. Un buen sopapo. Un buen susto. Las bicicletas tienen eso, que de vez en cuando te caes. Por un despiste, por una sorpresa, por un accidente, por una mala maniobra o por el maldito exceso de confianza.

El caso es que te caes y eso te hace pensar: en la vulnerabilidad, en el riesgo no percibido, en la mala suerte o en la inconsciencia. Pero piensas. Más si te haces daño. Más si vas solo. Más si no te lo esperabas. Porque hay veces que lo ves venir, pero otras te coge de improviso. Y ahí es donde se suelen producir los males mayores.

Foto de Nationaal Archief

Ayer fue una de esas, en un sitio poco comprometido, no transitado, sin cobertura. No me hice nada grave, la bici tampoco. Pero me preocupé y me lamenté, todo al mismo tiempo. Porque no había sido capaz de verla. 35 años andando en todo tipo de bicis, por todo tipo de terrenos no son suficientes. Está claro que hay que extremar precauciones y hay que conducir con los seis sentidos, el de la intuición incluído, y eso no te va a salvar de encontrarte con el suelo de vez en cuando.

¿Casco? Sí, claro. Pero, pese a ser una caída sorpresiva, no toqué con la cabeza el suelo. Cuando te caes, rara vez te pasa. Es por eso que los detractores, valorando el cálculo de probabilidades, aducen que sería más efectivo poner casco a los pasajeros de los coches o a los peatones que a los ciclistas. Pero esa es otra batalla.

Aún dolorido y relamiéndome las heridas miro la previsión meteorólogica para mañana. Al que anda le pasa... y yo voy a seguir andando.

4 comentarios:

  1. Muchos animos Eneko, y, como dices mañana a seguir andando.

    A cuidarse
    Javier Arias González

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  2. A cuidarse!
    Actibici Valencia

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  3. ¡Ánimo! Que te mejores del susto y del golpe.

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  4. el tema del casco... yo nunca llevaba casco en ciudad. En un principio lo llevé pero me parecia farragoso, me hacia sudar y cuando bajaba de la bici tenia que llevarlo de un lado para otro. Dejé de llevarlo, no me parecia una proteccion necesaria, tal vez la intuicion, como bien dices, los sentidos en alerta, son las mejores protecciones en ciudad. Un dia, con un grupo de amigos tuvimos un susto, uno de ellos cayó en una pista con bastante pendiente y muchas piedras en punta que salian del suelo, el amigo llevaba casco y tras el impacto quedó hecho un cristo. Poco tiempo después con los mismos amigos otro susto, esta vez por autovia, caida en pelotón y casco partido. En ambos casos las bicis que usabamos no eran las mismas que yo uso por ciudad, tenian pedales automaticos y esos te evitan muchas veces parar el golpe con la pierna o el pie o liberarte de la bici antes de que esta te lleve al suelo, de todas maneras desde ese dia llevo casco or ciudad también, por lo que pueda pasar. Es una opción personal, por supuesto, y en contra de lo que opinan ciertos ministros sobre temas que desconocen, considero que el numero de muertes se reduce educando y respetando limites de velocidad, distancias, separaciones y codigos de circulación por parte de nosotros y de ellos (de momento solo me consta un caso de muerte causada por usuario de bicicleta en este pais). Yo, por si acaso, lo vuelvo a llevar.

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