domingo, 12 de febrero de 2012

¿Bicis al tren?

Corre estos días por la web esta foto, como si fuera algo no sólo posible sino deseable.


Viajar con una bici en el tren es el sueño de muchos cicloturistas. Se llevan muchos años reclamando espacios en los trenes para transportar nuestras bicicletas sin grandes logros pero con la eterna promesa de que, al menos en los trenes de media distancia y en los de cercanías, las bicicletas tendrán un espacio, eso sí, limitado y siempre que no molesten.

Pero, ¿es realmente viable el asunto de la multimodalidad tren-bici o bus-bici o tranvía-bici? A todos nos gustaría creer que sí, que lo de meter bicis en los trenes debería ser algo así como un derecho en una sociedad que defienda la movilidad verde pero no nos damos cuenta de que la cosa no es tan sencilla. Hay varios elementos que hacen esta pretensión realmente inconveniente:
  1. La capacidad de los trenes.- Tratar de que todos los trenes cuenten con un vagón para bicicletas es una aberración. Para empezar, porque aquí, fuera de algunos grupos cicloexcursionistas, nadie piensa en el tren como en un medio para llegar al inicio de una ruta ciclista.
  2. La cantidad y frecuencia de usuarios.- Saliendo de las grandes ciudades que cuentan con servicios de cercanías mínimamente competentes, el ferrocarril se ha convertido en un medio de transporte sólo utilizado en largas distancias, por lo que no atiende la movilidad diaria. Esto hace que el uso por aquellas personas que quieran transportarse con su bici se reduzca otra vez a cicloexcursionistas de tiempo libre.
  3. La política ferroviaria.- Vivimos en un país que, en lo que respecta a trenes, ha ido progresivamente desmantelando servicios locales y regionales para construir redes de alta velocidad, favoreciendo la prepotencia del transporte motorizado en carretera, también en el ámbito del transporte colectivo de personas, mediante la implementación también de vías de alta capacidad y alta velocidad para automóviles (autovías y autopistas). Invertir esta tendencia va a costar unas décadas, si es que se logra.
La ignorancia de la intermodalidad

Aquí nos seguimos llenando la boca con palabras que no sabemos realmente o interesadamente lo que significan. La intermodalidad en el transporte se refiere a la sucesión de distintos modos de transporte para la realización de un viaje completo. Para que nos entendamos: un tramo en bici, un tramo en tren, otro tramo a pie... que es lo que se hace en los países a donde queremos mirar pero donde seguimos viendo sólo lo que nos interesa.


En esos países (y me refiero fundamentalmente a Holanda, Dinamarca o Alemania) pese a que la mayoría de los trenes regionales cuentan con espacios para transportar bicicletas, sólo una minoría se desplaza con su bici a cuestas y una inmensa mayoría utilizan la bicicleta sólo en sus trayectos terminales, es decir, en el trayecto de origen desde su casa hasta la estación o en el de destino, desde la estación hasta su lugar de actividad. No es raro que haya gente que cuente con dos bicicletas para ello: una en su lugar de residencia y otra en su destino habitual. Para ello cuentan con grandes aparcamientos para bicicletas situados en las inmediaciones o en las propias estaciones, muchas veces implementados por las propias compañías ferroviarias. También suele haber aparcamientos seguros, bien sea mediante taquillas para bicis o, en ciudades más grandes, aparcamientos cubiertos y vigilados que además suelen contar con taller de mantenimiento inmediato.

Obviar esto y seguir reclamando el "derecho" a meter la bici en el tren, es una pretensión que denota el alejamiento de la realidad de muchos colectivos ciclistas.

Siempre nos quedarán las bicis plegables

Hay un tipo de bicicletas que sí permiten ser transportadas tanto en trenes como en autobuses, tranvías, metro, taxi o coche particular y que prestan un verdadero servicio de multimodalidad a todo aquel que se lo proponga: la bicicleta plegable.


Incluso en estos países donde las bicicletas están permitidas en los trenes, al final la gente elige esta bicicleta, que se ajusta mejor a ese uso, evitando incomodidades, apreturas y demás inconvenientes de las horas punta. Incluso en Amsterdam, la ciudad de las ruedas grandes.

Visto lo visto, ¿no habría que empeñarse más en que haya facilidades de aparcamiento y aparcamiento seguro en las estaciones tanto de trenes como de buses en vez seguir tratando de meter más bicis en los trenes?

9 comentarios:

  1. Eneko, creo que esta vez te equivocas en tu disección de la realidad, al menos en lo que respecta a los trenes de cercanías y media distancia. Yo te hablaré de la que tengo más cerca, que es la que me importa más, sin dejar de mirar a Holandeses, Daneses y sus primos. No sé en Pamplona, seguramente allí el tren no sea más que un vehículo para ir de excursión, de larga distancia, o para hacer turismo urbano, por qué no. Aquí en Murcia, la línea de cercanías Águilas-Murcia-Alicante tiene una de las mayores afluencia de viajeros y tráfico de trenes de toda España, y la principal razón es que la gente de las localidades de esta regíon y de la región vecina, utilizan en tren principalmente para ir a trabajar y a estudiar. Tenemos tres universidades distintas, repartidas en varias sedes o campus, entre Murcia, Orihuela, Elche y Alicante (eso sin contar la de Cartagena que, curiosamente, solo hay una línea de media distancia, con un horario de lo más irregular). La afluencia de estudiantes es bestial, pero también de gente que se desplaza por trabajo de los pueblos a las capitales, y para ello existe una línea regular con trenes cada hora. Yo mismo he utilizado el tren muchas veces para meter mi bici, bajarla en Murcia o en Orihuela o donde fuese, y desplazarme a la universidad y al trabajo (sí, eso se llama intermodalidad, ¿o la sucesión debe seguir necesariamente el orden bici, tren, pie, sin que se repita ninguna?, yo sigo en bici y al final también voy a pie), y te puedo asegurar que hay mucha gente, pero mucha que mete sus bicis en el tren por los mismos motivos, así que decir que la mayoría coge en tren para hacer excursiones cicloturísticas o para larga distancia no me parece muy exacto, al menos no en esta zona del mapa. Y aunque el ideal de estación sea una llena de aparcamientos seguros y de bicicletas para un segundo desplazamiento, o que todos tengamos una bici plegable (a la que, de momento, no todos podemos acceder por una cuestión de economía, y no de economía de espacio precisamente), para plegarnos sí, al espacio prediseñado desde hace mucho, ¿y si simplemente quiero ir con mi bici clásica y no una plegable?, ¿nos apuntamos a churras o a merinas necesariamente porque no hay más hueco que ese?. A pesar de este ideal digo, deseable sí, exigible también, se pueden tener ambas cosas, no veo ninguna aberración ni inconveniente en sumar uno o dos eslabones más (dejemos uno) al la línea del cercanías, creo que no es mucho pedir, es fácil, rápido y económico, y te puedo asegurar de que se llenarían, y no de excursionistas precisamente. Y estás en lo cierto, seguramente esa es la mejor solución, tener aparcamientos seguros en las estaciones que permitan dejar tu bici o coger otra en la siguiente estación. Pero mientras tanto yo seguiré subiendo mi bici al tren, entre vagones, en los pocos espacios habilitados o allá donde me dejen, hasta que haya un vagón al menos, bien para grupos de cicloturistas o bien para aquellos que van y vuelven del trabajo y de sus clases. Así que creo que puedo pedir esto con toda tranquilidad, a pesar de no ser la única solución, ni la definitiva

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    1. ‎Murcia En Bici, me parece un comentario interesante el tuyo, pero creo que adolece del argumento de la "minoría oportunista". Estamos hablando de promover estilos de movilidad sostenibles y universales. Pensar que con más espacio se resuelve el problema colectivo es cometer un error de bulto fenomenal. Pensar además que una persona, por el mero hecho de llevar consigo una bicicleta merece el triple de espacio que los demás es un agravio comparativo.

      Ahora bien si, por lo que cuentas ahí el tren es de uso masivo, entonces vuelve a ser más conveniente pensar si es más útil poner más vagones o habilitar aparcamientos o un servicio tren+bici, como hacen en Holanda con las OV-Fiets o en Sevilla con el Bus+Bici.

      De todas formas, enhorabuena por ser unos de los pocos privilegiados que aún cuentan con un servicio ferroviario digno.

      Un saludo.

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    2. Ahora contestaré como Juan Antonio y no en nombre de Murcia en bici(al menos en el blog debería contestar en mi nombre). Ya nos conocimos por Murcia (comitiva de tarde, recepción, paseo "amable" y carrilero, cena con pulpo y larga conversación) , y de estos temas tu sabes mucho más que yo, de eso no hay duda.

      Nuestros trenes no es que sean el súmmum del transporte ferroviario, son muy mejorables, pero al menos funcionan más y mejor que en otros lugares. No he dicho en ningún momento que aumentar espacio en los trenes sea la solución al problema de la movilidad, que es muchísimo más complejo, ni siquiera el de la intermodalidad, aunque esto siga siendo intermodalidad, por más que en otros paises tengan la costumbre, la suerte o la inteligencia de hacerlo en un orden distinto, con bici a lomos o sin ella. Mis intenciones eran más modestas, hablaba de algo más inmediato y rápido. Una posibilidad más, tanto para cicloturistas como para todo aquel que pueda disponer de ese espacio.

      Tal vez simplifico las cosas, ¿es excluvista u opotunista querer una vagón más que añadir al convoy?, exigir un poco más de espacio (en realidad sólo pido el necesario, o simplemente poder compartirlo con garantías, pero como bien dices, seguramente sea preferible que ese lugar esté reservado antes en la ciudad y en las estaciones, y no en los trenes), no creo vaya a atajar el problema de raiz, de acuerdo, pero tampoco creo que haya que negar esta posibilidad, porque además, aquí el tren no es cosa de minorías, y ese vagón no iría tan vacío como el de la foto, que por otro lado es enorme en comparación con un cercanías nuestro o un regional. Y sigo pensando que en los trenes, en todos, hay capacidad y facilidad suficiente para incluir un espacio más, ni extraordinario, ni exclusivo frente al resto de viajeros, que ya disponen del necesario (sí, una tercera parte,o la mitad). Y por supuesto, mejor habilitar aparcamientos seguros, o incluir un servicio tren+bici, pero por qué no también disponer del espacio necesario en el tren, dentro de las posibilidades(y hay muchas y variadas).

      Siento no tener la solución al problema de la movilidad, pero ni por asomo era mi intención. Ese tipo de respuestas te las dejo a tí Eneko, que tienes más y mejores. Siguen existiendo un montón de ideas confusas o erróneas en estos temas que necesitan aclararse, también un montón de tópicos, de discursos gastados y sin sentido que es necesario cambiar, de eso no hay duda. Pero a todos nos mueve lo mismo y estamos en ello, con mayor o menor acierto.

      Saludos

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  2. Eneko: disponer de espacio suficiente para el transporte de un número aceptable de bicicletas en los trenes no es una aberración de ninguna de las maneras. Quizás lo que es una aberración es afirmar rotundamente lo contrario. En muchas ocasiones en una cuestión de torpeza y falta de estrategía en los gestores e ingenieros ferroviarios.

    Siendo España una potencia turística de primer orden, esta situación se debería haber promovido inteligentemente por parte de las administraciones. El cicloturismo de alforjas es una asignatura pendiente en este país.

    Hoy por hoy muchas Vías Verdes y zonas de alto valor ambiental, turístico, cultural del interior, etc,,, se verían reforzadas por la promoción de esta modalidad tan antigua como interesante, incluso desde la importante perspectiva económica.


    Conozco muy bien las configuracioens de una gran parte de los ferrocarriles españoles y todos, absolutamente todos, pueden alojar un espacio para un determinado número de bicicletas. En muchas ocasiones basta con retirar un o dos filas de asientos (cuatro plazas) para colocar 10 bicicletas perfectamente. Incluso están los espacios modulares o convertibles.

    Otra cosa distinta es que se quiera hacer o no se quiera...o sencillamente no se entienda.

    No puede decirse categoricamente que nadie (excepto cuatro excursionistas en bici) tiene interés en algo que sencillamente no existe. Por tanto, el primer argumento no es valido ni aceptable. Hace poquísimos años no existían contenedores de vídrio, plástico, etc y no por ello dejaron de instalarse. Lo que queremos decir es que con una política favorable y activa para esta forma de transporte, las ventajas aflorarían de manera natural.

    Y respecto al término o palabra "intermodalidad", también decirte que es perfectamente válido para refererirse a la bicicleta dentro de el tren. De hecho desde el momento que una persona utiliza el "modo" bicicleta para llegar a la estación y tomar un "modo tren" subiendo la bicicleta abordo, ya está realizando un desplazamiento intermodal, que no es otra cosa que la combinación o conmutación de distintas formas de transporte independientemente de si estas acompañan o no al viajero. De la misma manera que el peatón realiza el transbordo intermodal sin dejar los zapatos en la estación, es ciclista hace lo mismo llevando la bici consigo. Es intermodalidad, no ignoracia.

    Respecto a las plegables nadie duda su funcionalidad para metros, tranvías...pero no es procendente defenderlas como la única opción posible.

    Siento mi vehemencia con este asunto, pero es una lucha que me apasiona.

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  3. Yo entiendo lo que quiere decir Eneko. Creo hay formas más eficientes de intermodalidad que meter la bici en el tren todos los días. Deberían promoverse mediddas como los aparcamientos vigilados en estaciones de tren. Eso tampoco quita que haya un mínimo de espacio habilitado para las bicicletas por si la ocasión lo requiere. Yo vivo en Viena que es más bicicletera que España pero nada que ver con Holanda y Dinamarca. Os pongo el ejemplo de Austria creo que puede ilustrar y porque me parece un enfoque mínimamente correcto.

    - En el autobús no se puede meter la bici.
    - En el tranvía tampoco.
    - En el metro a unas determinadas horas y pagando un billete reducido para la bici
    - En el tren está permitido en todos los trenes de cercanías y regionales hasta completar aforo. En las entradas hay espacio para dos bicicletas y tienes que comprarle un billete a la bici. Sólo los trenes con atractividad turística tienen compartimento o espacio específico para bicicletas. Los trenes de larga distancia no permiten dejar la bici en las entradas. Tienen un vagón específico para grandes bultos y hay que reservar. Los últimos trenes intercity no tienen ese vagón y por tanto no permiten llevar bici, así que están siendo una de las principales luchas de los grupos de defensa de la bici.

    Por cierto, que aunque los trenes de cercanías y regionales admitan bicis en las entradas estas no se llenan de bicis. Como dice Eneko, al final, es más inteligente no cargar todo el rato con la bici a cuestas. Eso sí, me parece bien que se posibilite el transporte de bicicleta para el cicloturismo. No es movilidad diaria, pero con las medidas adecuadas puede animar a la gente a coger la bicicleta más tarde en la ciudad. En Austria el turismo rural en bicicleta está muy desarrollado y es un motor económico nada despreciable.

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  4. A mi modo de ver, el uso cotidiano de bici+tren y el turismo practicado con esos medios tienen un potencial enorme, por estas razones, entre otras:

    • en las ciudades ya no cabe un coche más. De hecho, sobran muchos coches.
    • cada vez más gente vivirá en las ciudades.
    • en nuestro país cada vez habrá más personas mayores jubiladas con una capacidad de hacer “vida activa”.
    • dadas las “gloriosas” perspectivas económicas, para mucha gente no habrá otra opción de hacer turismo que esa: una bici y unos trenes.

    Saludetes.

    Actibici Valencia

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  5. Comento el caso de Madrid: 8 líneas de cercanías. Completa libertad horaria para subir bicis al tren (2 por vagón), algunos trenes incluso con espacio para ello. Frecuencias de 3 minutos en hora punta y trenes de 10 vagones que ocupan todo el andén, por supuesto completamente llenos de gente.

    En un año hemos pasado de ver 1 ó 2 bicis por tren a ver 8, muchas de ellas plegables, y creciendo. ¿Cómo exigir en estas condiciones que los trenes han de disponer de más espacio para bicis?

    En el caso de Madrid, se junta el problema del aparcamiento a la distancia y a un tercero: las barreras urbanas que obligan a rodeos de kilómetros yendo en bici, pero que se pueden atravesar en tren. No creo que el problema aquí sea de falta de facilidades por parte de Renfe.

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  6. Mas leo, mas me doy cuenta que vivo en una letrina llamada argentina.¡ porqué miercoles mis abuelos no se quedaron alla ¡ yo lamentablemente tengo que seguir en esta cloaca sudamericana.

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