domingo, 8 de enero de 2012

España necesita más coches

En la dudosa tarea de tratar de ver la realidad desde sus distintos prismas y tratar de comprender el sentido de algunas poderosas fuerzas que mueven los hilos y tejen las redes que encorsetan nuestra sociedad y que la inmovilizan en la lógica de la movilidad motorizada, ayer planteaba un ejercicio de intentar comprender el sentido del "otro lado" el de la industria del automóvil.

Hoy he sabido que la fabricación de automóviles en nuestro país sigue siendo uno de los motores de nuestra decrépita economía y sigue siendo una de las esperanzas de mantenimiento y recuperación de la misma, aunque sea a corto plazo. En España se fabrican más de 2.000.000 de coches al año, de los cuales tan sólo un 10% son para el mercado interior y el resto se exportan. Terrible balance.


Esto que, dicho así no dice gran cosa, nos coloca como la octava potencia mundial en la poderosísima industria de la automoción, superados sólo por China, Japón, Estados Unidos, Alemania, Corea del Sur, Brasil e India. En España este sector representa casi el 10% de la población activa, factura más del 6 % del PIB y representa casi un 20% de sus exportaciones. ¡Como para meterle mano!

Coches que dependen del tren para subsistir

Más es. El mismo artículo menciona las dificultades logísticas en las que se encuentra el sector en un mundo globalizado y residiendo en una esquina de Europa. Paradójicamente se plantea como una necesidad para tratar de mantener este bastión de nuestra economía el implementar una red de ferrocarril de mercancías poderosa, que nos acerque al resto del continente y que nos permita competir interiormente con Chequia, Eslovaquia o Polonia, ya que el coste logístico representa un 13% del precio, casi lo mismo que el coste de personal (!). Una red ferroviaria cuya implementación precisamente está diferida por el esfuerzo de montar en este país la mayor red de tren de alta velocidad y de autovías del mundo. 

Todo ello, coincidiendo justo con la noticia de que el año ha cerrado con un nivel de ventas de coches semejante al de 1993 y que el petróleo vuelve a lograr máximos históricos, parece poco halagüeño el futuro de una sociedad dependiente de la venta de coches, que ha basado su desarrollo efímero de la última década en la dispersión urbanística y en la especulación a todos los niveles, y que habla de sostenibilidad en términos casi más agonísticos que ilusionantes.

¿Alguien sigue pensando que lo de la movilidad sostenible y lo de la promoción de la bicicleta no son sino globos sonda para mantenernos entretenidos mientras en las cocinas de la economía seguían preparando el mismo menú que nos había dado de comer las últimas décadas?

El gobierno regional de donde yo procedo hace tiempo que nos ha dejado de engañar con paños calientes y lleva unos cuantos años dirigiendo sus mejores esfuerzos a consolidar y mejorar el futuro incierto de un sector que por estos lares además de ser fundamental en la economía se ha erigido como valedor de toda una idiosincrasia que aún empodera más al coche. ¡Como si le hiciera falta!

Llamarme conspiranóico pero creo que pensar que esto se va a poder cambiar por la vía política es ser algo más que un poco iluso.

7 comentarios:

  1. Se pone uno a pensar en los sectores que directa o indirectamente orbitan en torno del automóvil y se queda patidifuso… : )

    - petróleo
    - gasolina
    - logística
    - seguros
    - escuelas de conducción
    - talleres mecánicos, eléctricos, de chapa
    - electrónica y ocio (música, dvd, etc.)
    - diseño, publicidad
    - música, composición
    - constructoras, obra civil, empresas de mantenimiento de carreteras
    - empresas de iluminación, semáforos, señalización
    - sanitarios, hospitales, medicamentos
    - agentes del orden, funcionarios de tráfico
    - periodistas especializados, revistas, webs
    - periódicos generalistas (publicidad de venta, anuncios por palabras)
    - etc. etc.


    Al final, casi medio país está implicado en ese negocio. Para ponerlo patas arriba, para darle la vuelta, me temo que hará falta algo más que políticas… : )

    Saludos,

    ACTIBICI Valencia

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  2. Vaya, creo que me he olvidado de una parte sustancial en todo ese cotarro...:

    - los bancos y las financieras de las propias marcas.

    :)

    ACTIBICI.

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  3. Pero parece que, sobretodo, todavía la gran mayoría de colectivos ciclistas andan perdidos. Otros, sin embargo, hace tiempo que sabemos que reivinidcar más bicis no es el rumbo correcto.

    SAludos

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  4. está claro que los políticos no aprenden y vuelven a cometer los mismos errores que nos ha llevado a la actual crisis. Ahora solo falta enlazar la industria del petroleo y del automóvil con la especulación inmobiliaria.

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  5. Una cosa: ¿en qué trabajamos los que usamos las bicis?¿no estamos también empleados en todas las ramas que ha descrito "anonimo" ahí arriba? ... el embrollo no es fácil.

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  6. Anónimo, es que ni los ciclistas, ni el aumento de su número, son una traba para el crecimiento del transporte motorizado. La bici no es la clave.

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  7. Lamentablemente el peso de la "industria" evita que se le pongan límites al coche en nuestras ciudades.

    Sería interesante comparar la industria del automóvil con la de las armas. Tambien importante y donde España juega su papel en el mercado internacional. El hecho de que aquí se fabriquen no implica que aquí se utilicen. En ambos casos la exportación es la parte del leon.

    Por otra parte parece inmoral la fabricación de alguanas armas/coches por su capacidad destructiva o por su perjuicio global.

    Seguramente son industrias que habría que empezar a reconvertir. Si se dedicaran a las bicicletas algunas estarían volviendo a sus orígenes.

    En cualquier caso la boina cancerígena que envuelve nuestras ciudades no me parece un "precio razonable" del progreso por mas largos que sean los intereses de la industria.

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