martes, 6 de septiembre de 2011

Hazte ladrón y no pidas perdón

El otro día me preguntaba alguien cómo se podía hacer con una bicicleta en mi ciudad para andarla todos los días. La respuesta me salió mecánica:

- La puedes comprar, puedes usar las bicis públicas o si no la puedes robar. 

Mi interlocutor se quedó un tanto sorprendido, pero reaccionó:

- O te la puede dejar alguien.

La cosa no pasó de ahí... pero a los días me volvió la cuestión. Y es que parece mentira que, con los tiempos que corren, con lo listos que somos todos y con lo avanzados que nos creemos que estamos, todavía la gente resulte tan inocente en esto de las bicicletas y crea que hay algo por descubrir, más allá del mundo conocido, para acceder al universo del pedaleo.


Creo que merece la pena analizar las alternativas:

Opción A - Bici privada

Es la fórmula histórica de la propiedad: si quieres algo que tiene un valor, tendrás que comprarlo... a menos que seas "valiente" y te decidas por la opción C. La bici en propiedad tiene algunas ventajas y toda una serie de incovenientes. Por un lado, una bici comprada es indiscutiblemente tuya, aunque deberás conservar toda una serie de pruebas (factura, número de serie y fotografía) para demostrarlo en caso de que algún C... te la sustraiga y tu quieras reclamársela por la vía legal. Puedes disponer de ella cuando te de la gana, basta con que la tengas a mano. Esa bici te va a permitir ir de tu casa a donde quieras, pero te va a obligar a mantenerla, asegurarla para que no te la roben y disponer de espacio seguro para guardarla... y todo eso te va costar un ojo de la cara.

Opción B - Bici pública

Todos esos inconvenientes puedes ahorrártelos disponiendo de una bicicleta pública (si tu ciudad es una de esas que cuenta con este servicio), ya que es el ayuntamiento el que se encarga de todo. No debes preocuparte de guardarla, de mantenerla ni de que te la vayan a robar. Tú sólo la usas y punto. Ahora, eso sí, desde y hasta los puntos que te facilite tu ayuntamiento. ¿Que en tu barrio no hay ninguna? No te cuesta nada desplazarte al barrio de al lado. ¿Que tampoco hay ninguna base en los lugares a los que frecuentas ir? No importa, una caminata después de pedalear te irá muy bien para activarte un poco más. ¿Qué la bici que habías elegido no está entera? Pues coges la de al lado. ¿Que no hay ninguna? Pues esperas un ratito. O un rato más largo. Es lo que tiene lo público. ¿Que cuando vas a aparcar están todas las plazas ocupadas? Pues buscas otro aparcamiento. ¿Que te deja aún más lejos de tu destino? ¡Es que lo queréis todo!

Opción C - Bici robada

Si tantos inconvenientes ves en todo, lo mejor es que te decidas y robes una, o la pidas prestada que queda mucho más elegante. Es fácil. Con una simple cizalla o una tenaza fuerte tienes toda una gama de bicicletas a tu disposición en tu ciudad. Empieza por aquellas que han sido candadas con un simple cable. Verás qué fácil es. En apenas unos segundos tendrás una bici para ti. Sin cuidado. Si te aburres de ella, la abandonas o la tiras al río. Si te gusta, te la "tuneas" un poco y listo. No te preocupes porque te vayan a pillar. Siempre puedes decir que se la compraste a un amigo o que te la regaló un familiar. No falla decir que la viste abandonada en alguna parte y la adoptaste. El dueño o dueña lo va a tener muy difícil para demostrarlo, así que tú partes con la presunción de inocencia. También puedes robar una bici pública o tomarla prestada indefinidamente. Basta con que no sea una de las de tu ciudad. A nadie le sorprenderá y vas a resultar mucho más exclusivo.

La elección

Como puede verse la opción A es la más cara y la más complicada. Te obliga a desembolsar pasta, a responsabilizarte de su mantenimiento, de su seguridad y de su guarderío. Es casi como tener un hijo o una mascota. Aunque ya se sabe cómo es el amor y cuántas tonterías se hacen por él.

La opción B es mucho más relajada y además mucho más moderna, amén de económica. Y te pondrá más en forma porque, además de montar en bici, te pegarás tus buenas andadas.

Pero creo que la más conveniente es la opción C. Para empezar demuestra que eres valiente y decidido, que cuando te propones algo no hay quien te pare. Además, si te equivocas en tu elección, siempre puedes "cambiarla" por otra... o por algo. Como mucho, si eres un poco torpe y te sorprenden con las manos en la masa, te denunciarán, pero no te va a pasar nada. Te lo aseguro. Además estarás contribuyendo a reactivar la economía local del sector, ya que, gracias a gente como tú, muchos infelices se van a tener que comprar bici nueva y la venta de candados se disparará.

Así pues, si estás decidido, ya sabes. Gracias por todo y un saludo a tu madre, que es una santa.

9 comentarios:

  1. Ironico post...

    Pero me sigo quedando con la A...

    Un saludo.

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  2. Algunos se merecen que se la roben porque se gastan 500 euros en la bici y 3 en el antirrobo.

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  3. Valencia en Bici os invita al estreno de este pequeño vídeo:

    Circulando en bici con seguridad

    http://youtu.be/6Am4juIeCiE

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  4. Se te acaban las ideas Eneko. No hace falta que escribas con tanta frecuencia si no tienes nada interesante que decir. Te seguiremos leyendo siempre. Ánimo!

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  5. Gracias por el consejo "Anónimo" pero mucha gente (mucha en concreto en este caso) no está de acuerdo contigo. Lo siento. Un saludo.

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  6. Te sigo desde hace algún tiempo y en general, y en lo importante suelo compartir tu manera de enfocar los asuntos relacinados con la bici y la movilidad. Pero, coincido con el anómimo de 6 sept, en que este artículo más que la ironía, parece que sobrevuela cierta dosis de resentimiento. No me termino de creer que realmente estés recomendando robar bicis, no te pega :-), y sin embargo es lo que trasciende.
    No me considero quien para trazarte tu linea editorial, solo quería sumarme a la crítica y decir que ya somos dos los que pensamos que lo podías haber hecho mejor. En otras ocasiones he escrito para expresarte mi admiración y he colgado en mi muro más de una decena de tus post.
    Mucho ánimo y te seguiré con interés

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  7. Creo que hay otra alternativa que mejora las dos primeras y dificulta la tercera: bici aparcada con cierta garantia de que la volveras a encontrar donde la dejaste y ademas íntegra.

    Hay que dar con un aparcabicis barato, eficaz y proliferable, o sea facil de instalar y que no incordie como mobiliario urbano.

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  8. Robar es facil, por eso se roba y por eso mismo se vuelve a robar. Al ladron lo pescan por reiteracion. Tanto va el cantaro a la fuente...
    Es posible que los trasteos con herramientas en el cierre de un aparcabicis publico no pase tan "desapercibido".

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