jueves, 14 de abril de 2011

Viajar en bici

Hace más de 30 años, hice mi primer viaje por etapas en bicicleta. No tenía 14 años y mis padres tuvieron la alocada y brillante idea de llevarnos a hacer el Camino de Santiago en bicicleta. Entonces, cuando nadie lo hacía. Tampoco los peregrinos a pie. Fue un gran descubrimiento: la traslación... en bicicleta. Creo que es uno de los mejores descubrimientos de mi vida.



Darme cuenta de que con una simple bicicleta podía recorrer todo un mapa sin perderme un detalle de la ruta, parando cuando quisiera, relacionándome, sintiendo el paisaje, el aire, el calor y el frío, los aromas y los simples olores. Fue emocionante. Desde entonces he procurado viajar en bicicleta todos los años al menos una vez. Solo o acompañado. No puedo mantener mi débil cordura sin ello.

Como cualquiera que se lo haya propuesto, yo también he cometido mis torpezas y mis equivocaciones, me he obsesionado con algunas tonterías y he olvidado aspectos esenciales. Sólo haciéndolo he podido darme cuenta de cuáles son los principios básicos que me han ayudado a disfrutar cada vez más de mis salidas.

Ha llegado el buen tiempo, se aproximan las vacaciones, y si no, se fuerzan. Es tiempo de recordarlos.

Mis 10 mandamientos del buen cicloturista

  • Prueba a andar algo en bici antes de lanzarte con ella a descubrir mundo.
  • Elige el destino. Muchas veces los preparativos son tan emocionantes como el propio viaje.
  • Hazte con unos buenos mapas, te pueden ayudar a aclarar tus incertidumbres proponiéndote alternativas.
  • Pon tu bicicleta a punto. Es tu vehículo.
  • Aprende a reparar las averías básicas. Ganarás en seguridad y autonomía.
  • Minimiza el equipaje. El peso es el peor enemigo del ciclista y es el que más puede endurecer el recorrido. Siempre sobran cosas. Siempre.
  • Mejor las carreteras poco transitadas y las pistas buenas. La tranquilidad no tiene precio cuando se circula en bici.
  • Déjate aconsejar por los lugareños, son los que mejor conocen su territorio. Ahora bien, ten en cuenta también que ellos, en la mayoría de los casos, no se desplazan en bici. En cualquier caso, utilízalo para relacionarte. Es precioso.
  • Improvisa. A veces lo más interesante es algo que no habías planificado. Los descubrimientos no se pueden prever, surgen. Déjate llevar por una intuición, por un sentimiento, por una sospecha, por un pálpito. 
  • Mira, no compares. El que va por el mundo comparando se pierde la esencia de lo que ve. Hay que mirar, hay que aprender a mirar... para descubrir.

Y cuando vuelvas… cuéntalo. No hay nada más grato de compartir los recuerdos que has sido capaz de filtrar después de un viaje.

A mi me ha servido y me sirve.

2 comentarios:

  1. Casi seguro que este verano podré experimentar por mi mismo este decálogo.

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  2. Es genial. Ya he viajado en bici: un poco menos de 300 km en montaña en tres días. (fue en el Gran-Atlas de mi país, Marruecos).
    Espero repetirlo algún día.
    Los consejos que pusiste son preciosos. Gracias.
    Lahoucine

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