miércoles, 30 de marzo de 2011

Seguridad + Economía = Autonomía

No es una fórmula exacta. Son los ingredientes que aporta el conocimiento de la mecánica de la bicicleta. Eso y entretenimiento, diversión. Aprender los fundamentos mecánicos de una bicicleta debería ser obligatorio en la enseñanza primaria, como debería ser obligatorio aprender una educación vial que recogiera las distintas perspectivas de los distintos modos de movilidad y no sólo de los automóviles.


Niña investigando su bici (Probikewrench)

La bicicleta es un artilugio prodigiosamente simple, increíblemente sencillo, afortunadamente abordable por cualquiera. Una bicicleta tiene unas dimensiones que la hacen perfectamente manejable para cualquier persona que no esté incapacitada a partir de una temprana edad.

Es lo que tiene, que es antrópica, razonablemente humana. Con una tecnología elemental, basada en los principios más básicos de la física: la palanca, el, el rozamiento, la inercia o las fuerzas centrífuga y centrípeta, por mencionar algunos. Basta con media docena de herramientas para poner a punto los elementos fundamentales de la misma: ruedas, frenos y cambios.

Esta semana tenemos un taller de mecánica básica y la que viene una batería de talleres demostrativos en un instituto de nuestro entorno. La verdad es que resulta una experiencia gratificante enseñar mecánica. Es de esas cosas que son enriquecedoras tanto para el que aprende como para el que enseña. Porque se transmite utilidad, pero utilidad de la práctica, no esos sucedáneos de la utilidad que nos hemos acostumbrado a aceptar sólo porque los recibimos a cambio de un precio. La utilidad de la mecánica es directa, inmediata, personal y comprobable.

Saber mantenerse la bicicleta es barato, nos aporta seguridad y nos hace, en definitiva, más independientes. Así de fácil, así de asequible. La mecánica básica se aprende en tres escasas horas.
  • Soltar las ruedas, arreglar un pinchazo o cambiar una cubierta.
  • Ajustar lo frenos, sustituir unas zapatas.
  • Ajustar los cambios.
  • Limpiar y engrasar.
  • Saber reconocer las holguras y desajustes más comunes.
Hacerse con estas habilidades es fundamental para ganar autonomía, ahorrar visitas tontas al taller y además alargar la vida de los componentes. Pero lo mejor es que saber mantener la bicicleta ajustada y lubricada no sólo garantiza el buen funcionamiento de los elementos claves de nuestro vehículo y con ello mejora nuestra seguridad, sino que eso nos transmite una confianza añadida al conducirla.

2 comentarios:

  1. Esta ecuación la aplicamos diariamente, más de acuerdo no podemos estar.

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  2. La reflexion final es la importante. Un buen mantenimiento repercute en una vida mayor y en una mayor seguridad puesto que mecanicamente todo funciona correctamente.

    Se ven unas bicis destartaladas por ahi, sin frenos, con ruedas en ocho... que dan miedito.

    ¿Fue aqui donde leí que el mantenimiento de la bici debería ser el reflejo la higiene personal?


    Comentario pureta de fisica: la fuerza centrífuga es una fuerza ficticia, no existe. Tiene sentido para explicar el movimiento de los cuerpos en sistemas inerciales. Si viajamos en un coche y tomamos una curva, nos vemos expulsados hacia el exterior de la curva. Esto se debe a la inercia que tenemos (tenedemos a mantener nuestra trayectoria por el hecho de tener masa) y podemos sustituir el efecto de la inercia por una fuerza ficticia, la centrifuga. Cuando por el rozamiento con el asiento o apoyándonos en la puerta la carrocería del coche nos transmite una fuerza centrípeta giramos con el coche. Porque la fuerza centrípeta es la fuerza que apunta hacia el eje de giro y es la que cambia nuestra trayectoria.

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