Por un lado el Diario de Burgos recoge este titular:
"Movilidad limita la velocidad en las vías ciclistas a 20 km/h y a 10 en aceras bici"
Leyendo el subtítulo ("Las sanciones previstas por incumplir la nueva ordenanza municipal que hoy va a Pleno oscilan entre los 100 y los 500 euros") descubrimos de qué se trata. Una nueva ordenanza.
Es la lógica aplastante de este nuevo modelo de promoción ciclista imperante:
- Paso 1: Construir vías ciclistas, es decir separadas del tráfico, mayoritariamente a nivel de los espacios peatonales, muchas veces restándoles superficie a éstos, siempre condicionando su tránsito. A veces este paso se mejora con la fórmula de pintar una línea discontinua en muchas aceras realmente inverosímiles.
- Paso 2: Colocar un buen montón de estructuras metálicas sujetas al suelo para atar las bicicletas. De diseños variados, generalmente poco afortunados, muchas veces localizados en emplazamientos sin sentido, siempre sin cubrir, siempre sin vigilancia.
- Paso 3: Dotarse de una nueva normativa que sea capaz de interpretar el nuevo orden establecido. Normalmente recogiendo restricciones de circulación y aparcamiento para bicicletas y las sanciones correspondientes a su transgresión.
Una mala vía ciclista por sí sola es capaz de hacer una labor devastadora a la hora de desacreditar y desincentivar el uso de la bicicleta como medio de transporte. Un itinerario tortuoso, que ralentiza la marcha del ciclista, que le hace perder prioridad, que le hace ceder el paso y detenerse en cada intersección y que le pone en competencia con los peatones, sin continuidad, sin seguridad... son suficientes inconvenientes para considerar la bicicleta como un vehículo poco competitivo en dicho trayecto. Si a esto le sumamos limitaciones de velocidad hasta ¡10 kms/hora! el tránsito se convierte en una procesión. Dos principios de utilidad de la bicicleta eliminados: "el trayecto más corto" y "la libertad de elección del itinerario".
¿Suficiente? Pues parece que no. Para mejorar el resultado, se colocan aparcabicis en distintos lugares (no necesariamente los más demandados ni los más seguros) y se hace su uso obligatorio. Esto acaba con el tercer principio de utilidad de la bicicleta: "el viaje de puerta a puerta".
No contentos con ello y para afianzar este sistema que condena al ciclista a peregrinar por donde le dejen y en las condiciones que le dejen en la ciudad, hay que dotarlo de todo un aparato normativo que sea suficientemente punitivo para disuadirle de la tentación de transgredir la ley. Devastador.
Por si esta alienación del ciclista no fuera suficiente, en caso de duda, se recomienda aplicar medidas ejemplificadoras. Y aquí es donde entra la segunda noticia. Nos la trae el Diario de Sevilla y el titular es el siguiente:
"Condenado un ciclista a pagar 4.100 euros por atropellar a un peatón en la acera de Eduardo Dato"
Interesándome por el caso leo:
"El Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla ha condenado a un individuo, identificado como F.J.R., a indemnizar en la cantidad de 4.159,03 euros a una mujer, J.M.B., a la que atropelló cuando circulaba en bicicleta por el carril-bici ubicado en la acera de la avenida Eduardo Dato de la capital hispalense."
Sin comentarios.
Si con esto no es suficiente, siempre se puede desacreditar explicitamente a los que andan en bicicleta por la ciudad. Ayer (si ayer) leía en El Periódico de Cataluña este titular:
Assumpció Vilà: "Como ciudadana me molesta el incivismo de muchos ciclistas"
Se trata de una entrevista a:
"Assumpció Vilà es la defensora de los barceloneses desde el pasado mes de mayo, cuando fue elegida por consenso de todos los grupos municipales en sustitución de Pilar Malla. Su designación estuvo avalada por su independencia política y su trayectoria profesional de muchos años dedicada al asociacionismo y voluntariado."
No es cualquiera. Y es realmente significativo resaltar ese titular, como es significativa su contestación a la pregunta:
-¿Como ciudadana, qué es lo que más le molesta?
-Sin duda, el incivismo de muchos ciclistas. La bicicleta es una propuesta que está muy bien para las ciudades y estoy completamente de acuerdo, pero es intolerable el uso que hacen muchos ciclistas, interfiriendo a los peatones. Antes no me fijaba tanto, pero no es solo por las quejas que nos llegan, también por los comentarios que escucho de mucha gente. Han de aprender a convivir con el peatón, quizá falta todavía más información por parte del ayuntamiento y más multas.
Inmejorable.
A cuadros. No, si al final van a conseguir que me mueva en tanque, que lo aparco donde quiera, y a ver quién tiene narices de pitarme por ir por la carretera o gritarme cuando voy por carriles-bici en aceras...
ResponderEliminarLa noticia de Diario de Sevilla es de febrero. Me parece bien la multa porque el peatón estaba cruzando un paso de peatones. Debe multarse el atropello igual que si lo hubiera hecho un coche. Casi todo el importe es para la indemnización por los daños graves sufridos por el peatón, la multa es solo 150 euros.
ResponderEliminar¿Una buena vía ciclista? En los manuales para el diseño de vías cclistas se detalla qué es un carril-bici y qué es una acera-bici. Ambas tienen unas características bien claras. De estas se deduce que son infraestructuras perjudiciales para el uso de la bicicleta como un medio de transporte competitivo. Lo que relatas en esta entrada no es más que las consecuencias de hacer estas infraestructuras bien hechas (según los manuales para su diseño, no estoy hablando de las auténticas barbaridades que todos conocemos). Por lo tanto, si muchos colectivos ciclistas siguen reivinidcando una red de estas infraestructuras pues recogerán todos estos males que acabaremos sufriendo todos los ciclistas.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarhe tomado tu foto para un artículo sobre la campaña de multas a ciclistas en Valencia, y he puesto un link a la fuente (este artículo).
http://perroflauteando.wordpress.com/2011/11/30/policias-y-bicicletas-en-valencia-prevencion-o-recaudacion