domingo, 7 de noviembre de 2010

Bicicletas robadas

Ultimamente se está incrementando de una manera preocupante el número de robos de bicicletas. Empieza a ser un problema grave del que no se habla más que de una manera aislada, a modo de comentario. Y sin embargo tiene mucha más transcendencia de la que se le da.

No es sólo un problema que atente contra la propiedad privada, que lo es. Va más allá. El robo de bicicletas es una de las causas que más desincentiva el uso de la bicicleta entre aquellos que ya venían usándola. Se dice que 1 de cada 4 personas a las que les han robado la bicicleta renuncia a ella como medio de transporte. Este es el verdadero problema. Este y una de sus consecuencias: que ante la probabilidad creciente de robo, la gente tiende a utilizar bicicletas cada vez más baratas. Más baratas y con ello más inseguras y más incómodas.

Terrible. El robo no sólo disuade, sino que además fomenta el uso de bicicletas chatarra.


¿Dónde está el problema?
  • Haciendo un análisis superficial, algunos se atreven a responsabilizar a los propios ciclistas de la negligencia en las medidas antirrobo que utilizan. Vale. Un candado de alta seguridad ofrece una mayor protección, pero nunca será garantía ante una acción decidida de ladrones especializados.
  • Siempre hay quien va más allá y echa la culpa a los propietarios por dejar en la calle bicicletas vistosas que atraen la atención de los cacos.
  • Hay otros que simplemente reclaman mayor cantidad de aparcabicis, como si la estructura garantizara la seguridad.
  • Los más despiertos culpan de la existencia de ladrones al mercado de segunda mano.
  • Algunos se quejan de que a la policía no le preocupa el tema.
No está claro que ninguno de estos elementos sea realmente determinante a la hora de explicar por qué se producen cada vez más robos de bicicletas. ¿Será la crisis, la inmigración, la droga? Los tópicos tampoco resuelven el problema.

No se trata tampoco aquí de abrir una investigación al respecto. Sin embargo, sí merece la pena profundizar en las soluciones posibles.

¿Cómo se puede evitar?

  • Buenos candados, buenos aparcabicis, mayor conciencia y acción policial, intervención sobre el mercado de segunda mano... todo eso está muy bien.
  • Las bicicletas públicas (que también se roban de manera masiva) trasladan el problema de la propiedad a los ayuntamientos, pero no acaban de aportar soluciones de utilidad real comparables a las bicicletas privadas. Además de que sus costes sean astronómicos y su envejecimiento demostrará que son inviables.
  • Está el marcaje de bicicletas y su registro para su posterior seguimiento interactivo entre los diferentes cuerpos de policía. Toda una operación de ciencia ficción que, además, no disuade del robo sino que simplemente ofrece una posibilidad de rastrear su búsqueda una vez que éste se ha producido. No sirve.
¿Por qué a nadie se le ocurre que quizá la solución esté en dotar a las ciudades de buenos aparcamientos cerrados y vigilados? ¿Porque sería muy caro? ¿Porque los ciclistas no los demandan? ¿Porque es demasiado para las bicicletas?

Creo que ya va siendo hora de que se empiece a tratar a la bicicleta como lo que es: un medio de transporte óptimo para la ciudad. Óptimo y, por tanto, deseable. Y hay que hacerlo con todas sus consecuencias y con todos los medios. Con dignidad, con ambición y con determinación.

Se está invirtiendo mucho dinero en hacer "carriles bici" por cualquier parte y de cualquier manera porque la población encuestada responde que la calzada es peligrosa. Y sin embargo no se presta la más mínima atención a la seguridad ante el robo. Ese no es problema del gobierno.

Ahora bien, cuando se encuesta a personas concretas en centros de actividad concretos sobre su intencionalidad a la hora de proponerse utilizar la bicicleta como medio de locomoción en su movilidad obligada, observamos que el aparcamiento es la mayor traba que observan para decidirse. Por encima de los itinerarios seguros y por encima de las dificultades orográficas y climatológicas. Y es aquí donde hay que prestar atención. Porque la bicicleta puede sustituir viajes diarios de coche. Y es aquí donde la bicicleta pública no sirve por la concentración de viajes y su pendularidad (entradas y salidas masivas). Y es precisamente aquí donde no se está haciendo el más mínimo esfuerzo.

Así pues, menos "carriles bici" porque sí, menos "circuitos recreacionales" para ciclistas urbanitas, menos operaciones de merchandising con "bicis públicas", menos "aparcabicis" sembrados de manera aleatoria (y muchas veces decorativa) en la ciudad y tratemos de buscar soluciones para las personas que quieren utilizar la bicicleta de manera diaria para sus viajes cotidianos.

2 comentarios:

  1. No seria mejor poner un parking de bicis en los parkings de coches, una plaza de coche entran por lo menos 15 bicicletas.Si lo hay de motos por que no de bicis yo pagaria por que lo vigilaran

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  2. Lamento la superficialidad de este artículo en algún tema concreto. El Registro y Marcaje de bicicletas no tan sólo es efectivo a la hora de disuadir del robo y venta ilegal, también lo es en la recuperación. ¿qué tal si preguntas la opinión del 20% de Sevillanos que han recuperado su bicicleta gracias al Registro y Marcaje?
    O los usuarios de Barcelona, Vitoria-Gasteiz, Donosti, Murcia...

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