martes, 11 de septiembre de 2012

Comida + Bebida + Rock&Roll = ¿Velódromo?

Pues sí. Radfahrhalle es el nombre del local en la bonita localidad de Biberach an der Riss en el estado sureño alemán de Baden-Württemberg que reúne esta propuesta que, otra vez más, vuelve a conjuntar bicicletas, hostelería y buen ambiente.


Una actividad absolutamente normal, un establecimiento con encanto en un cruce de caminos cualquiera, de los tantos que hay por el mundo. Pero este con ese ingrediente especial: el ciclista.

El Radfahrhalle no es una catedral de la esencia ciclista de esta pequeña ciudad alemana, no recoge el sentir de las dos ruedas, la cultura de la bicicleta, el frikismo del rollo fixie escenificando el ciclismo de pista... no. El Radfahrhalle se llama "velódromo" porque, en ese preciso lugar, el siglo pasado había una pista de carreras de bicicletas oval. Nada más.


El motivo es más que suficiente para identificar el sitio y, con unas cuantas fotos, darle un toque. La verdad es que no es lo mismo mirar una carta encabezada por Eddy Merckx o comerse una ensalada, una pizza o un schnitzel con una buena cerveza en un sitio que, además de acogedor, está atendido por una gente muy amable y utiliza de excusa la bicicleta antigua para hacer la decoración.

Claro que, con estos ingredientes y estando en una de las salidas naturales de la población, el local recoge también a muchos ciclistas que, de salida, de llegada o de pasada. Otra iniciativa a sumar a unas cuantas que conjuntan bicis y hostelería. 



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