domingo, 29 de abril de 2012

Espacios públicos para el Buen Vivir

Hoy me permito el lujo de transcribir literalmente una nota que Diego Hurtado Vázquez de la Asociación de Peatones de Quito, publicó en Facebook el sábado, 28 de abril de 2012 a la(s) 3:30. Simplemente magistral.

De acuerdo a como esté configurado el espacio público, la ciudad podrá tener características diferentes que la definan.  Por ejemplo,  si el espacio público está poniendo énfasis en la circulación motorizada, olvidando o relegando otras necesidades sociales y  colectivas, tendremos como resultado una ciudad motorizada y carente,  con todas las consecuencias que de ello se deriva, tal es el caso de la mayoría de las ciudades modernas.

El potencial de hacer cambios en nuestra forma de vida está en gran parte en como podamos cambiar el espacio público para lograr el sueño de la ciudad que queremos. De ciudades insostenibles, hacia ciudades sostenibles; de ciudades inhóspitas hacia ciudades hospitalarias; de ciudades agresivas, violentas e inseguras, hacia ciudades amigables y seguras; de ciudades contaminadas, ruidosas, productoras de desechos,  hacia ciudades saludables, respetuosas del ambiente  y limpias; de ciudades grises a ciudades verdes; de ciudades disociadoras, a ciudades integradoras e incluyentes; de ciudades sin identidad a ciudades   educadoras y que nos marquen un sentido de pertenencia.

Depende en gran forma de cuan rico sea nuestro espacio público para satisfacer las necesidades sociales y de convivencia, para tener una sociedad satisfecha, productiva, feliz, para lograr el Buen Vivir.


Criterios para el diseño de espacios públicos para el Buen Vivir.
  • Preservar el ambiente.  En  el diseño,  adaptación y construcción de los espacios públicos,  debemos evitar perjudicar el ambiente y preservar  las condiciones ambientales del medio. “La estructura del espacio público en el sistema orográfico de la ciudad, constituye la base que garantizará la preservación de las áreas de gran significación ambiental, la conservación de áreas de interés ecológico y la recuperación de las áreas degradadas por la acción del hombre. El sistema orográfico é hídrico, debe mantenerse como un sistema coherente, continuo é integral a todos los demás sistemas urbanos de la ciudad, y como tal la visualidad y la relación física deben ser los principios primarios en las intervenciones de su espacio público”.
  • Participación ciudadana. Un espacio público  debe ser un lugar con el cual una comunidad se sienta plenamente identificada. La participación ciudadana es fundamental para la apropiación positiva de los espacios públicos. Nadie mejor que los propios habitantes de los barrios, para saber cómo quieren su entorno, que falencias tiene y como se pueden mejorar. Todos tenemos nuestros sueños de ciudad, si nos dejan participar podremos hacer realidad esos sueños.
  • Complementariedad entre la arquitectura y el urbanismo. Debe existir una complementariedad entre la arquitectura y el urbanismo, la forma tradicional de planificar ha  desligado estos dos elementos  teniendo como resultado las ciudades actuales. Se planifica las edificaciones (la arquitectura) con sus funciones definidas, como elementos aislados y los ingenieros de tránsito, transporte y vías diseñan los espacios públicos (la urbanización), con énfasis en la circulación vehicular. El diseño urbano viene a ser la herramienta que complementa la arquitectura con el urbanismo. El espacio privado con el espacio público. El espacio construido con el paisaje existente.  De ahí la importancia de aplicar criterios de diseño urbano sostenible en la consecución de ciudades humanas. Por lo tanto cualquier proyecto arquitectónico, debe considerar las relaciones y efectos que el proyecto tienen con el espacio circundante. Paisaje,  imagen urbana,  tráfico, accesibilidad, relación con las actividades y con el espacio público.
  • Fortalecimiento de las comunidades. Debemos configurar el espacio público para que fortalezca la comunidad. Estos deben ser considerados como una extensión del hogar, en donde se posibilite la realización de todo tipo de actividades comunitarias, reforzando con esto la integración barrial. Actualmente los creamos para facilitar los flujos y no los encuentros. Por lo tanto debemos diseñar espacios que inviten al encuentro ciudadano, a quedarse, a conocerse, al juego y el contacto social,  se facilite la creación de nexos entre vecinos y se recupere la vida de barrio.   
  • Dominio  de las personas sobre el espacio público.  El espacio público debe estar configurado  para que predomine   la presencia de las personas sobre la de las máquinas, se facilite el encuentro ciudadano, la seguridad,   la circulación de los peatones, el descanso y la observación pausada.
  •  Accesibilidad para todos. Los espacios públicos deben ser diseñados para que todos los ciudadanos puedan acceder a los mismos, priorizando la accesibilidad peatonal y en medios no motorizados, poniendo énfasis en personas con capacidades diferentes, niños pequeños, madres con bebés  y o adultos mayores,  evitar las barreras arquitectónicas, cruces muy largos en vías, cerramientos o pasos peatonales con grada
  • Movilidad de personas.  Por el espacio público podemos circular y movilizarnos por la ciudad. Por lo mismo este debe facilitar la circulación y la movilidad de personas. En el diseño, adaptación y construcción del espacio público, se debe considerar en primer lugar a los peatones, en segundo lugar a los modos no motorizados, en tercer lugar el transporte masivo y colectivo, y por último el transporte motorizado privado.
  • Redes de espacios públicos continuos. Es necesario que existan circuitos continuos y seguros, por donde trasladarnos a pie o en bicicleta por varios barrios, libre del dominio del automóvil, por espacios arborizados, iluminados y con buenos pavimentos, que unan espacios de interés y centros de actividades. Las aceras y senderos peatonales deben estar diseñados para que los vecinos se sientan cómodos, seguros y sientan placer en la caminata, de tal manera que la prefieran para desplazarse. 
  • Recuperar la calle. La calle es el referente mayor del espacio público. Si hacemos un recuento de la historia de la calle, veremos la importancia que esta tenía como sitio de reuniones y encuentros.  Actualmente el concepto de circulación se impone, perdiendo totalmente la función de la calle y ganando terreno la función de vía. Solo devolviendo a la calle su función tradicional de sitio en donde se desarrollaba la vida comunitaria podremos lograr una ciudad más humana. 
  • Espacios que generen actividades. Para lograrlo, es importante que la relación entre espacio privado y espacio público sea muy fuerte y de esta manera se puedan generar muchas actividades. Para conseguir esto, los lotes deberán tener una relación directa con el espacio público, de tal manera de integrar la actividad que se realiza al interior, con la actividad del espacio público. Un espacio exterior, patio, plaza o calle,  se enriquece y cobra vida, cuando, los espacios interiores colindantes, se relacionan directamente, mediante puertas, ventanas, portales, gradas exteriores, balcones, terrazas, portales y demás elementos que marcan una conexión entre la vida al interior, con la vida al exterior. Para ello es necesario crear fachadas vivas hacia la calle, por lo que puede ser recomendable  la utilización de las plantas bajas con predominio comercial, incluyendo oficinas y talleres y en  las plantas altas viviendas. Además hay que tomar en cuenta que la calle no es un objeto plano, sino un volumen compuesto por las fachadas de las edificaciones y la calle en sí. 
  • Pequeños espacios para grandes encuentros. Evitar los espacios vacíos concentrados  y distribuirlos a la escala de las manzanas al interior de los barrios. En espacios distribuidos en toda la urbanización es más fácil la apropiación por parte de los vecinos y facilita su  mantenimiento. Distribuyendo equitativamente los  espacios públicos en todas las manzanas, podemos crear un sistema de plazas y calles que conformen redes de espacios públicos. Más que crear grandes espacios, debemos pensar en crear pequeños espacios pero que permitan grandes encuentros.
  • Espacios exteriores positivos. Disponer del espacio urbano para que sea claramente configurado, creando usos definidos, y que funcionen como elementos de relación de las personas, que faciliten el descanso y los encuentros. Por lo tanto es importante que se creen, plazas, plazoletas, salones urbanos y que tengan mobiliario, iluminación y arborización.  
  • La recuperación de la plaza. La plaza fue el elemento estructurador de la ciudad colonial, eso lo podemos ver en las Leyes de Indias en donde se recomendaba ubicar la plaza central con los poderes civil y religioso y a partir de ella realizar el trazado de las calles y manzanas. Eran los espacios simbólicos de la comunidad, los espacios de referencia en donde confluían los ciudadanos y en donde se sentían identificados espacialmente los vecinos de  los diferentes barrios. Eran los espacios de encuentro de los ciudadanos. Esto se ha perdido por completo en nuestras ciudades por lo que se hace necesario el volver a crear estos espacios a la escala del barrio.
Diego Hurtado V.
Asociación de Peatones de Quito

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