Llevamos años defendiendo que la bicicleta es un vehículo cuyo espacio natural es la calzada y que cualquier intento de sobreprotegerlo en circuitos especiales denominados vulgarmente "carriles bici" es una forma de segregarla. Pese a eso nos hemos encargado de diferenciar distintos tipos de "vías para ciclistas" para advertir los distintos grados de marginación respecto de su espacio natural. ¡Qué empeño! Aceras bici, sendas bici, arcenes bici, carriles bici... hay manuales muy interesantes al respecto desde hace casi 20 años.
Sin embargo, el poder de la reiteración apoyado en la potencia de los medios de comunicación y en un presunto subconsciente colectivo pueden tergiversarlo todo. Si a esto le sumamos el poder que sigue demostrando la cultura del miedo y de la motorización y le añadimos el atrevimiento que acompaña a la ignorancia, podremos llegar a entender los principios básicos del reduccionismo imperante:
- La única forma de circular en bici en la ciudad es por un carril bici.
- El único carril bici seguro es el que se construye fuera de la calzada.
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