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miércoles, 29 de febrero de 2012

Fashion bici

Cada vez son más las señales que nos indican que esto de la bicicleta está cobrando unos tintes que van más allá de las tendencias y de las modas, para convertirse en un referente, en un símbolo y, como tal, en un lugar común, en un recurso fácil y evidente, pero que le hace tener un impacto y una divulgación inusitadas. Siempre la bicicleta se había utilizado como reclamo fácil del rollo saludable, jovial y limpio. Hoy la cosa ha dado un salto cualitativo y se ha convertido en argumento comercial y publicitario de las mayores potencias mediáticas mundiales. Un ejemplo, esa marca de moda textil que se enorgullece de hacer las campañas más llamativas y más controvertidas del planeta, que se ha servido de la bicicleta para su último lanzamiento comercial para esta primavera. Y lo ha hecho así:


¿Vulgar? ¿Manido? ¿Facilón? ¿Tonto? ¿Qué más da? Lo reseñable no es la campaña en sí misma, que puede adolecer de los pecados propios de la moda, sino el motivo. Utilizar el poder de atracción de la bicicleta para mostrar un producto. Utilizar la actitud activa de los ciclistas para enseñar un modelo. Identificar a la bicicleta como lo más de lo más y lo último de lo último. Ese es el tema. Nadie es capaz de creerse que esta gente guapa vaya a andar en bici, de hecho el anuncio es una mera pose estática, con esos sillines tan bajos, tan sentados, tan apoyados. La bici se utiliza como soporte nada más, pero es más que suficiente para que resulte provocativo.

El hecho de utilizar bicicletas blancas para escenificar la imagen publicitaria no hace sino incrementar el "efecto bicicleta" ya que, además de representar a los maniquíes en una postura extraña a priori ya que las bicicletas se mimetizan con el blanco habitual de estudio fotográfico, se aprovechan con o sin intención (aunque conociendo la compañía seguro que es una decisión intencionada) para utilizar el icono del tributo a las víctimas ciclistas en accidentes de tráfico para incrementar la vitalidad de las perchas elegidas, haciendo más llamativos los vistosos colores de sus prendas. Perfecto, rutilante, efectista y efectivo. No se podía esperar menos de unos de los maestros de la publicidad sensacionalista.

No es nada descabellado, anteriormente otra conocidísima marca había utilizado un sucedáneo de bicicleta blanca para vender su producto, mercantilizando el símbolo de manera desvergonzada en la pura calle para vender ropa interior masculina (en este caso).


No son los primeros ni serán los últimos en utilizar bicis en sus mensajes comerciales. Esperamos con avidez la siguiente propuesta.

1 comentario:

  1. De acuerdo, a fin de que se provoque un efecto contagio, pues no importa como, pero que se muestren cada vez más bicicletas.

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