Cuando se ven a peatones y ciclistas discrepando y discutiendo por el espacio, parecen más dos cabritillos topando, ignorantes de que el verdadero enemigo no es su oponente, hasta que aparece el lobo y entonces corren a esconderse balando como ovejitas que son.
Pidiendo carriles, permiso para circular por espacios peatonales y otros refugios, ¿no estaremos haciendo rediles y estaremos facilitando que los lobos campen a sus anchas a nuestro alrededor por todo el resto de la ciudad?
Ignoro si la estrategia de defender al peligroso contra el inofensivo responde a la amenaza que se cierne sobre el coche, que lo está haciendo un vehículo en vías de extinción y exige la necesidad de preservarlo a cualquier precio y a costa de provocar perjuicio, malestar e incomodidades al resto de formas de desplazarse que gozan de buena salud y tienen el futuro garantizado.
Si no ¿qué otra cosa puede hacernos parecer tan estúpidos de no darnos cuenta dónde está el problema y cuál es la solución?
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Creo que la batalla al coche se va a librar calle a calle, como cuando se toma una ciudad por tierra. Pero hay calles y calles: en algunas (las calles pequeñas, tranquilas, de un solo carril, ciclo-calles, semipeatonalizadas, peatonalizadas, etc.), los ciclistas y los viandantes podremos enfrentarnos al ejército motorizado a pecho descubierto. En otras calles (grandes vías, etc.) será necesario atrincherarse un poco. Esta batalla, o guerra, será atípica, porque me temo que la victoria ciclista-peatonal nunca será total: creo que vamos a tener coche para rato en las ciudades… Primero, porque a mucha gente le gusta conducir, sí. Segundo, porque a mucha gente le gusta tener coche. Tercero, porque mucha gente cree que le gusta conducir. Cuarto, porque el uso de otros medios de transporte exige diversos niveles de esfuerzo personal, físico, social, etc. que mucha gente, al parecer, no está dispuesta a asumir. Quinto, porque los fabricantes y vendedores de coches se las van a apañar para que mucha gente, todavía, y durante muchos años, siga “necesitando” tener y usar un coche, etc. etc. etc.
ResponderEliminarIncluso con una cantidad elevada de coches circulando y de coches aparcados ocupando inmisericordes el espacio público común, otro tipo de ciudad (más humanizada, menos contaminada, menos ruidosa, menos arriesgada, menos apresurada, menos congestionada, etc.) es posible. O al menos es nuestra obligación (hablo de los ciudadanos ciclistas) creer que es posible. Por la cuenta que nos trae, entre otras cosas… :)
Actibici Valencia
Tienes toda la razón Actibici. De todas formas, me conformo con que nos demos cuenta de que seguimos alimentando al lobo y que así va a ser más difícil todavía.
EliminarUn saludo.
Concuerdo con el análisis, pero siento que es aún mas claro y vulnerable para el uso de la bicicleta cuando se legisla por "proteger" al ciclista. Casco obligatorio, Reflectantes, campañas mostrando los "peligros" de pedalear... y así, en definitiva, comunicar que en auto es "mas seguro".
ResponderEliminarLa infraestructura ciclista no es en si, como concepto, nefasta o mala. Lo es cuando se emplaza en espacios residuales o derechamente en aceras, producto que no se quiere ni se atreven a tocar un pelo de espacio destinado al automóvil.
El otro lado, Ciclismo vehicular? Muchas veces impracticable en ciudades altamente congestionadas, porque el exceso de autos no deja espacio para maniobrar, así de simple.
Entonces, cual es el punto de partida, independiente del tipo de solución vial que se quiera dar para fomentar el uso de la bici? Limitar el uso del auto y recuperar espacio vial. La discusión es sobre eso, espacio, no diseño ni tipo de infraestructura (discusión que por cierto habrá que tener cuando haya espacio.)
No estoy seguro de que fomento del uso de la bici tenga que ver solo con el espacio disponible o espacio arrebatado al coche. Por ejemplo, en Valencia la policía le retiró la bici a un tipo que la había dejado candada a una señal de tráfico. El tío está en paro desde hace algunos años y no recibe prestaciones. Su bici era su único vehículo disponible para buscar curre. ¿Qué mensaje envía el ayuntamiento, a través de su policía, a la gente?: “Os estamos vigilando”. No es, desde luego, el mensaje más amable que una administración puede enviar a la ciudadanía; no es una forma de incentivar el uso de la bici.
ResponderEliminarActibici Val.
Nos salimos del tema Actibici, aunque estoy de acuerdo en que amedrentar a las ovejas es en parte garantizar el sustento del lobo, creo que interpretar este suceso como algo intencionado es sacar las cosas demasiado de quicio. No nos quedemos con la anécdota, por favor.
EliminarDe acuerdo, es un off topic como una catedral, jejeje… (pero, oye, ¿no crees que si la poli se lleva la bici de nuestro convecino valenciano es porque se sabe facultada para aplicar la ordenanza municipal de tráfico a rajatabla, sin miramientos? Una buena política pro-bici debería ser tolerante, sobre todo cuando las propias ordenanzas contemplan ser tolerantes con aquellos ciclistas que aparcan en mobiliario público cuando no hay aparcabicis próximos).
ResponderEliminarDe todas formas, ese off topic me interesaba para ilustrar la idea de que, para que se extienda en uso de la bici privada, no solo es fundamental ganarle terreno al coche, sino contar con políticas públicas favorables e incluso un poco tolerantes con el vehículo más débil. La cuestión “espacial” es relevante pero no la única relevante.
Por otro lado:
“Pidiendo carriles, permiso para circular por espacios peatonales y otros refugios, ¿no estaremos haciendo rediles y estaremos facilitando que los lobos campen a sus anchas a nuestro alrededor por todo el resto de la ciudad?”
Sin duda es así. Y en la medida de lo posible, deben evitarse esa clase de guetos (y mucho más si se trata de las infames aceras-bici). Pero puede verse de otro modo: en las actuales circunstancias de tráfico motorizado (al menos en ciudades como Valencia) no parece probable que muchos ciclistas novatos vayan a lanzarse directamente a la calzada a compartir espacio con coches, motos y buses. Al menos no mientras no se calme mucho el tráfico de esta ciudad, cosa que no parece probable a corto plazo. Los carriles para ciclistas, los espacios compartidos ciclista/peatón y los demás refugios ciclistas podrían servir como espacios de aprendizaje para novatos. Una vez adquirida una mínima destreza con la bici, las posibilidades de lanzarse a la calzada aumentarían. Por otro lado, tampoco estaría mal una existencia permanente de refugios para ciclistas muy jóvenes (niños), abueletes, etc., o simplemente personas que solo querrían pasear sin tener que torear coches.
Y una última idea: me sigue llamando la atención la cantidad de coches privados que siguen circulando por esta ciudad, a pesar de las subidas récord de los precios de los combustibles. ¿Qué tiene que pasar para que se note una reducción sustancial del uso del coche? ¿Para que se aligeren de una forma evidente las calles de Valencia (y de las principales ciudades del país, supongo)? Algo me dice que el coche está demasiado enraizado en nuestros hábitos de movilidad (gracias, entre otros, a la machacante publicidad, supongo) como para que una “simple subida imparable y récord de los precios de la gasolina” vaya a desanimar a la gente a usarlo. Dices que se trata de “un vehículo en vías de extinción“: aunque espero que así sea, no estoy nada seguro de eso. El coche (todos lo sabemos) es mucho más que solo un medio de transporte. Quizá sea exagerado decir que es una forma de vida, pero sin duda hay demasiada gente que no entendería su vida sin un coche.
Actibici
Todavía me acuerdo de hace siete años, cuando empezó mi vida como ciclista urbano en Madrid. Al principio me imponía respeto ir de la calle Goya a Génova pasando por Colón en bici, y me solía bajar de la bici para hacer ese tramo como peatón por los semáforos peatonales. Hasta que con la costumbre dejó de preocuparme. Me empezó a parecer natural circular en bici por cualquier sitio urbano (salvo la M30 y similares, claro).
ResponderEliminarAl fin y al cabo es cuestión de práctica. Pero si uno no se anima, nunca aprenderá.