Difícil cuestión. Seguro que se te ocurren un montón de respuestas: menos emisiones, menos ruido, mejora en la salud, en la economía, menos peligro, más amabilidad... Ahora bien, un 3% parece muy poco cuando intentamos demostrar todos estos beneficios. ¿Por qué no un 10% o un 20 mejor?
Pues no, la respuesta no es ninguna de esas. Con un 3% de gente que cambiara del coche a otro modo de desplazarse ¡El tráfico fluiría un 15% más ágil! Sí, sí. Así de sencillo. O, dicho de otra manera, la gente llegaría un 15% antes en coche a sus destinos. Terrible, real.
Este video del e-magazine Good lo explica en un minuto.
Me hace recordar mucho a esta viñeta que recoge el sentimiento más compartido entre los automovilistas congestionados: la culpa la tienen los demás.
Si estos idiotas cogieran el bus, yo ya podría estar en casa |
Muy similar es esta otra, pero con un contenido radicalmente distinto, mucho más irreal y utópico.
La propuesta de hoy: dejémonos de milongas y misionerismo y centrémonos en lo práctico. No queremos que dejes tu coche, querido automovilista, sólo queremos que entiendas que, cada vez que uno de nosotros decide no hacer un viaje en coche el principal beneficiado eres tú, otra vez. Así de sencillo.
¿Que esto producirá un efecto llamada hacia el coche al conseguir mayor fluidez en los tránsitos? Por supuesto. ¿Y que eso producirá a su vez una inmediata congestión de las vías porque nuevos usuarios se darán cuenta de que la opción coche vuelve a ser conveniente? Ya ¿Que todo esto no servirá para nada? ¿Cómo que no? Habrá más gente que haya probado la bicicleta y que no se va a poder desenganchar.
muy buena tu pagina y blog lo aplaudo ya que es una solucion necesaria e inmediata.
ResponderEliminarNo hay mentalidad más práctica que la yanqui, sobre todo cuando se trata de salvar el "negocio". Terrible, sí.
ResponderEliminarLlevas razón, la adicción a la bicicleta existe, de eso no hay duda. Yo mismo era automovilista, hasta que me enganché. Ahora tengo mi coche aparcado criando telarañas, con la batería muerta. Ya sé ya sé, debería deshacerme de él cuanto antes y no amontonar más chatarra, y menos en la ciudad.
Pero me temo que no basta con confiar en que la gente se enganche irremediablemente, porque el coche sigue siendo "the king of the road", o así se sienten quienes lo utilizan, dentro y fuera de la ciudad. Habrá que seguir peleando por cambiar esa mentalidad, y eso es menos sencillo que confiar en una solución eminentemente práctica, o que una crisis o la propia inercia de los acontecimientos nos hagan caer del burro.
Anónimo amigo: cíñete al tema, por favor.
ResponderEliminarQueda abierta la recomendación sobre ceñirse al tema a algo (el comentario del anónimo) que ha sido borrado, por lo tanto en el contexto del blog se rompe la continuidad para el que siga los comentarios al post. No sabrán a qué se refiere. Me parece bien que se haya borrado, entiende que sea por un "no venir a cuento", si bien para quien lo escribió el cuento da para mucho y su pretensión no era otra que loar a la bicicleta como medio no sólo de transporte, algo cercano a ese enganche con el que finalizabas tu artículo y del que habla también Alberto Castro. Pena también por no hablar de los matices, y la sospecha de que ciertas expresiones no hayan sido interpretadas como uno las sentía. Escribir sobre sensaciones tiene ese hándicap, de ahí su difícil transmisión. De todas formas, mil gracias por el blog, que llega y llena a mucha gente. Ciao
EliminarAquí otro que dejó el coche por la bici para todos sus desplazamientos individuales, hace casi un año (incluyendo el diario al trabajo). Y enganchado perdido que he acabado.
ResponderEliminarAnónimo, tío, hazte un blog y si eso lo enlazas. Qué desubicados andan algunos...
Salud y pedales!!
Eneko, el anónimo tiene una locuacidad descomunal. No sé si recomendarte "censurar" mensajes ya que eres el administrador, o pedírte que dejes expresarse a alguien que tiene tanto que decir. En todo caso, sí te voy a pedir que sigas en tu empeño de cicloculturizarnos, que unos días estarás más acertado que otros, pero quién no. Ánimo, gracias y hasta el siguiente post. Saludillos desde Reus.
ResponderEliminarQué bueno. Me has leído el pensamiento, Eneko. Mientras leía el último párrafo de tu post (que tiene un enfoque muy interesante) ya tenía preparado el mismo argumento que tú para concluirlo. Yo suelo decir: "el coche es aditivo, la bicicleta enamora"
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