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martes, 31 de enero de 2012

Conducción inteligente

Existe una creencia infundada de que la conducción de una bicicleta en la calzada, sin más, entraña una peligrosidad extrema. No se puede generalizar, nunca se puede generalizar, pero, en la mayoría de los casos y en vías puramente urbanas, la cosa no reviste tanta gravedad.

Se podría hacer todo un tratado al respecto. De hecho, ya se han hecho muchos y buenos, en los que se habla de anticipación, visibilidad, control de la zona de riesgo, posicionamiento, contacto visual, dignidad, ocupación de un espacio suficiente, interacción con otros conductores y peatones, señalización de las maniobras y muchas más cosas. Para eso se organizan también muchas biciescuelas a lo largo y ancho del planeta.

Yo, en mi última faceta de tenaz persecutor de ciclistas urbanos, he preferido proponer un ejemplo gráfico. Un video de apenas 2 minutos y medio es suficiente para hacerse una idea. Las imágenes (como todas en mis capturas) son reales, la conductora es anónima y no sabía que estaba siendo grabada. La secuencia está tomada en las calles del Eixample de Barcelona a media tarde. No es perfecto, nada es perfecto, pero es sin duda ilustrativo.



inteligencia

(Del lat. intelligentĭa).
1. f. Capacidad de entender o comprender.
2. f. Capacidad de resolver problemas.
3. f. Conocimiento, comprensión, acto de entender.
4. f. Sentido en que se puede tomar una sentencia, un dicho o una expresión.
5. f. Habilidad, destreza y experiencia.

4 comentarios:

  1. Felicidades por la idea de filmar a gente en bici. Me parece muy ilustrativa.

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  2. Ocurre un hecho curioso en esto de definir aspectos relacionados con las actitudes de los que andamos en bicicleta, y es la falta de consciencia a la hora de demostrar nuestro mucho o poco civismo a la hora de trasladarnos de un punto a otro de la ciudad. Hacemos gestos rápidos en nuestro maniobrar, como pareciendo inmunes al trasiego de acechanzas que nos rodean en forma de coches que salen de una intersección, de semáforos que nos "sorprenden" por su inesperada rapidez en su cambio de disco. Existe, para el habitual sorteador de obstáculos, una especie de tratado consabido de superación de tretas, de un asimilado jugar con fuego y salir indemnes por una pericia adquirida con el tiempo, por la experiencia. Resultaría paradógico ponerse a pensar lo bien que lo está haciendo uno mientras señaliza su posterior desvío, o mientras fijas miradas en los iris de los ojos del conductor al que te vas a anticipar, o accedes con un potencial cuidado a un carril bici (poseedor de un micromundo, acotado constantemente por árboles para darle un aspecto más... ¿natural? al carril selvático). Los aspectos que definen nuestros movimientos, puestos en fuego del descanso del guerrero, tras estudiar y analizar, tras definir y convenir nuestros actos como ciclistas en vías urbanas, toman sentido y aplican una especie de nueva ciencia cuando cerramos la puerta de nuestro domicilio, en el salón del pensamiento de nuestra casa. Dormitada la adrenalina puesta al servicio de la jauría exterior, uno se asoma a estos pareceres entorno a nuestros comportamientos con una sonrisa de aceptación, y a la vez, otorgando una más que merecida importancia a lo que hacemos y a cómo lo hacemos. Cuando vemos a alguien transitar de una manera lógica, no dubitativa, a ras de una persecución aleatoria, como la que puede mostrarnos este video, uno no es que deje de apretar más aún la mano a un corporativismo de naturaleza generosa (la ciclista), pero sí al menos se congracia con las actitudes que no debemos perder, pues hay alguien que nos recuerda visualmente aquellos parámetros que no deben esconderse en la rutina de la rapidez, el atolondramiento, el egoísmo o la insolencia a la hora de conducirnos. Viene bien darse cuenta que, en el fondo, la educación vial está de fondo aunque no seamos del todo consciente de ello mientras nos maniobramos en el día a día debido a la amalgama de estímulos que nos salen de todos los lados: horarios, luces, baches, contraluces, lluvia, imprevistos ... Es agradable, en fin, tener constancia o ser consciente de la importancia de hacer bien lo debido. No está nada mal verlo plasmado en vídeos, y luego (o antes) traducir nuestros comportamientos. Y así no saber que viene antes, si el vídeo o la pedagogía. El acierto es unirlo, en una especie de cadena o espiral que no tiene fin, pues las posibilidades de ambas son infinitas.
    Saludos desde la gravilla 23.598 de la avenida de Barañain. Que la calzada nos ampare de los errores.

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  3. Muy interesante, pero promoved el uso del casco también.

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  4. . COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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