miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ciclista sal de la acera, no te van a atropellar

Hay una creencia muy arraigada entre los que invaden las aceras montados en sus bicis, de que la carretera es igual a muerte o accidente grave seguro. No les falta razón. De hecho, la inmensa mayoría de los atropellos graves de ciclistas se producen precisamente cuando estos acceden desde una plataforma peatonal a la calzada, bien sea circulando por aceras, bien sea circulando por carriles bici segregados del resto del tráfico.

Sin embargo esta creencia, por más que pueda ser mayoritaria, no responde a ningún hecho o estadística evidenciable, sino, más bien, a un interés en la autojustificación de su actitud de manera generalizada, lo cual, defendido repetidamente hasta la saciedad, parece más cierto, más incuestionable y hasta más legítimo, cuando no más legal... pero a todo se llegará.


El hecho es que la mayoría, la inmensa mayoría de los conductores de automóviles no salen a la calle a ver si cazan algún ciclista o algún peatón infortunado por puro deporte o por afán ajusticiador. Siempre hay excepciones, pero todavía no he tenido noticias de nadie (miento, está aquél "kamikafre" que dió la vuelta al mundo por arremeter contra una masa crítica en Porto Alegre) que se dedique a atropellar ciclistas. Ni siquiera los energúmenos con los que te puedes topar en hora punta tienen intenciones de acabar con tu vida, como mucho hacen amagos de violencia o de lo que ellos creen que es poderío al volante.

Si revisamos los últimos atropellos graves o mortales acaecidos en nuestro país en entorno urbano, ninguno se produce por alcance, es decir, por detrás. Todos son colisiones laterales o atrapamientos porque las víctimas no son visibles o no circulan haciéndose ver y ocupando un espacio suficiente en la calzada. Así de simple. Luego está la mala suerte, pero esa no se puede evitar.

Ocupa la calzada

Así pues, basta en la práctica totalidad de los casos con ocupar un espacio suficiente en la calzada, con respeto, con dignidad y con seguridad, sin insolencia pero haciéndose valer para forzar los adelantamientos por otro carril. Basta con separarse al menos un metro de los bordillos y de los coches aparcados, no adelantar por la derecha si no tenemos absoluta certeza de que no corremos peligro, posicionarnos delante o detrás de los coches en los semáforos y stops, mantener una línea, señalizar nuestras maniobras, mantener una distancia de seguridad y circular a una velocidad adecuada.

Hoy me ha llegado la última actualización del mapa las Calles tranquilas para andar en bici por Madrid de Villarramblas. Un trabajo exhaustivo que nos informa de que en Madrid, como en muchas otras ciudades (Vitoria-Gasteiz tiene uno editado oficialmente) la mayoría de las calles son ciclables ya y por ellas se puede circular de manera segura y tranquila, ofreciendo alternativas estupendas a las arterias congestionadas donde la violencia vial es mucho mayor y el riesgo de un susto por tanto también.

9 comentarios:

  1. En mi caso llevo 10 años yendo a trabajar en bici, la mayor parte por la calzada,(tengo que usar un tramo de carril-bici por imperativo legal). Dos rotondas, un puente, y una caalzada con tráfico abundante pero lo suficientemente ancha para que se me pueda adelantar sin problemas. No suelo tener problemas con los coches, ni con los autobuses ,ni con los camiones.Es muy raro que me piten y solo una vez en todo este tiempo me gritaron que me fuera al carrilbici (que no existe en los alrededores por cierto). No cabe duda de que hay que aprender a circular con la bici por la calzada, como casi todo en este mundo. Pero en cuanto le coges el tranquillo es de lo más facil y gratificante. Hay que decirlo más alto y más veces: la calzada no muerde, en cambio las aceras y los carriles bici sí.

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  2. Pues a tí estuvieron a punto de pasarte con el coche por encima tuya y de tu bici. ¡Menos lobos caperucita!. ¡Los coches matan, las bicis no!.

    http://bicicletasciudadesviajes.blogspot.com/2011/10/hoy-me-ha-vuelto-pasar.html

    Los coches son un peligro real y no pocos ciclistas han muerto atropellados por ellos. Por el contrarios: ¿Cuántas bicis han matado a algún peatón en lo que va de siglo?. ¡Ni siquiera es comparable estadísticamente!.

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  3. Wagen, deja la bici en casa... te vas a hacer un favor.

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  4. Ja ja ja ja... yo lo habría dicho de otra forma:

    Wagen, deja la bici en casa, que te vas a hacer daño.

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  5. Otra interesante reflexión que replicamos desde mejorporlacalzada.
    ¿Por cierto wagen significa coche?

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  6. Yo no dejo la bici en casa. La cojo a diario porque me gusta. Pero a diferencia de vosotros, que vais de sobrados, no me dedico a pelearme con los farruquitos de turno que no respetan las distancias de seguridad y pasan como un Stuka nazi por el lado de los ciclistas para demostrar su poder y nuestra vulnerabilidad:
    http://bicicletasciudadesviajes.blogspot.com/2011/10/hoy-me-ha-vuelto-pasar.html

    ¡Ánimo que vais "ganando" la guerra de la movilidad urbana con tanta chuleria!, jajá.

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  7. Claro Wagen, por eso haces de nazi tratando a los peatones como a los judíos. Es que el miedo es tu arma más mortífera. Puede incluso que sea tu propio suicidio. Yo no tengo guerra para moverme en bici. Si superas tus miedos serás más libre y nosotros también. A ver si duermes hoy, tienes demasiados enemigos.

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  8. Claro, es que tengo un cementerio para mi solo de la cantidad de peatones que he atropellado con mi bici. ¡Menuda bobada acabas de soltar Juan Carlos!.

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  9. Disculpad que me meta en esta discusión. No voy a tomar postura por ninguna de la opciones que presentáis. Pero, ¿no os parece que se podían defender ambas posiciones con respeto y razones?. Estoy seguro de que hay argumentos suficientes para defender y denostar ambas, como casi todo en la vida, pero yo veo más mala leche que razones. Llevo siguiendo este blog y otros similares desde hace tiempo y voy observando una serie de intervenciones fuera de tono. Esto no es una crítica a Eneko y su blog, aunque sí creo que debemos promover el respeto encima de la bici y también cuando exponemos nuestros motivos. Un abrazo a todos.

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